Diferentes investigadores estudian y opinan sobre la eficacia que el control de la movilidad tuvo en China para contener la epidemia de COVID-19.
Dos investigadores de enfermedades emergentes en la Universidad de Southampton en Reino Unido establecieron un modelo de simulación que demostró que los bloqueos en China sí tuvieron un efecto sobre la propagación del nuevo virus. Pero también encontraron que si las medidas se hubiesen aplicado unas semanas antes, se habría evitado el 67% de todos los casos en China.
Ya es un hecho que el COVID-19 se propaga por todo el mundo. Europa se convirtió en el epicentro del brote. A medida que pasan los días el número de casos de coronavirus aumenta y el control de la movilidad se extiende para manejar el contagio de persona a persona.
Algunas naciones siguen el guion chino, que consiste en un estricto aislamiento de la población en ciertas ciudades y la limitación del movimiento dentro de sus fronteras.
Detección temprana y aislamiento
El modelo establecido por Lai Shengjie y Andrew Tatem evaluó el efecto de la detección temprana, el aislamiento en China, la caída en el contacto entre personas y las prohibiciones de viajes interurbanos. El modelo de estudio indica que el paquete de medidas de control evitó que para finales de febrero China tuviera casi 8 millones de casos de coronavirus.
El aislamiento en China fue fundamental para contener el contagio de persona a persona. A principios del brote vírico en Wuhan, los científicos descubrieron que una persona con el virus podía infectar a más de dos personas. El modelo de Lai y Tatem utilizó datos de ubicación que generan los móviles a través del gigante tecnológico chino Baidu. Los datos de los móviles mostraron una reducción drástica en la movilidad de los ciudadanos chinos, sin esta disminución el número de personas infectadas hubiese sido de 2,6 veces más para finales de febrero.
“Si se debe priorizar, la detección temprana y el aislamiento son las medidas más importantes”, señala Andrew Tatem.
El caso de Singapur
La detección temprana tiene un impacto significativo en Singapur, que hasta ahora presenta menos de 250 casos de COVID-19. El país no ha necesitado restricciones drásticas de movilidad para contener el brote. Singapur fue muy rápido al detectar los casos de coronavirus. A los médicos de les advirtió que buscaran una “misteriosa neumonía”.
Los profesionales de la medicina al detectar los primeros casos con COVID-19, los aislaron y enseguida investigaron la cadena de contactos. Singapur hasta ahora solo ha cancelado algunos eventos; realiza controles de temperatura y tiene vigentes alguna medidas comunitarias, pero contrario a China la población no está bajo un régimen de estricto aislamiento.
Ralentización del virus
El control de la movilidad en China incluyó la restricción de viajes en aviones, trenes y automóviles desde y hacia la provincia de Hubei (lugar de origen del brote). En opinión de los expertos, la prohibición de viajes tuvo un efecto, pero no por mucho tiempo. Solo retrasaron en cuatro días la propagación del nuevo virus a otras ciudades.
El equipo de investigadores de Italia, China y los Estados Unidos encontró que el efecto de las restricciones a viajeros fue más duradero a nivel internacional. Durante dos o tres semanas la medida evitó que China exportara cuatro de cinco casos que podía exportar.
El modelo demostró que restringir hasta en un 90% los viajes solo ralentiza moderadamente las propagación del nuevo virus. En este respecto, la OMS señala que la prohibición de viajes no es efectiva para prevenir la propagación de una infección. Además, advierte que bloquea la ayuda y el soporte técnico necesario para abordar la enfermedad, teniendo un efecto negativo en otras industrias.
Impacto del aislamiento a mediano plazo
Queda mucho por saber sobre el efecto de las medidas preventivas y de control contra el COVID-19. Por ejemplo, los científicos desconocen las consecuencias del cierre de las escuelas en China. Un estudio señaló que los niños tienen las mismas probabilidades de infectarse que los adultos, pero aún no es claro que puedan transmitir el virus.
Los efectos a mediano plazo del control de la movilidad en China sobre la propagación del virus no se conocerán ocho semanas después de que se relajen las restricciones.
Los expertos señalan que China está suprimiendo el nuevo virus, mas no erradicándolo. Roy Anderson, epidemiólogo del Imperial College de Londres, sugiere que podría haber una segunda ola de nuevas infecciones en China cuando las restricciones de movilidad desaparezcan.
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