Las investigaciones científicas para encontrar medicamentos efectivos contra la COVID-19 continúan avanzando. Esta semana, un estudio de la Universidad de Roviri y Virgili en Tarragona, dio a conocer que los antiinflamatorios inhiben una enzima clave en la replicación del virus.
Los resultados han sido validados por por la iniciativa Covid Moonshot, una organización que ha realizado estudios in vitro y evaluado la bioactividad de la enfermedad.
Esto es una buena noticia, ya que encontrar fármacos que puedan inhibir la infección que el SARS-CoV-2 es fundamental, mientras la sociedad mundial espera la vacuna que pueda frenar definitivamente la expansión del virus.
La investigación demuestra que un antiinflamatorio de uso humano y uno de uso veterinario, celecoxib y carprofen, inhiben una enzima.
La investigación
El estudio, liderado por Gerard Pujadas y Santi Garcia-Vallvé, utilizó técnicas computacionales para predecir las respuestas de 6.466 fármacos autorizados por varias agencias de medicamentos tanto para uso humano como veterinario.
Como resultado se concluyó que la proteasa es la enzima responsable de cortar dos polipéptidos, un tipo de moléculas producidas por el propio virus, las cuales generan toda una serie de proteínas que son esenciales para su reproducción.
La investigación está muy en línea con las pruebas que ha hecho la Organización Mundial de la Salud, las cuales también han tratado de inhibir la M-pro utilizando dos antivirales como son el lopinavir y el ritonavir, medicamentos utilizados para tratar el VIH.
Los datos indican que siete de estos 6.466 fármacos pueden inhibir la M-pro y entre los más efectivos están celecoxib y carprofen. Los resultados se han publicado en la revista International Journal Of Molecular Sciences.
El punto de partida para el desarrollo de la vacuna contra la COVID-19
Aunque no se trata de inhibidores muy potentes, el estudio puede ser una referencia clara para otras investigaciones. Los autores consideran que es el punto de partida para diseñar derivados con mayor potencia.
Este es el primer trabajo que se publica a nivel mundial sobre el reposicionamiento de fármacos como inhibidores de la M-pro del SARS-CoV-2, un virus que azota al mundo y que ha contagiado a casi 6 millones de personas y cobrado la vida de más de 355.000.
Este descubrimiento puede ser aprovechado por la diversas empresas farmacéuticas que trabajan a diario para conseguir la vacuna. También es una buena noticia que se pueda aplicar un tratamiento efectivo para aliviar los efectos del coronavirus, lo que podría incidir en un descenso de la letalidad y en un aumento en el número de personas curadas.
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