Por Cambio16
07/02/2017
Durante el Cretácico Superior, la actual serranía de Cuenca estaba habitada por dinosaurios saurópodos gigantes que pertenecían al grupo de los titanosaurios, algunos de los cuales presentaban una coraza compuesta por huesos incluidos en la piel llamados osteodermos.
Hoy, más de 70 millones de años después y gracias a los fósiles hallados en el yacimiento de Lo Hueco, en la localidad conquense de Fuentes, los investigadores del Grupo de Biología de la UNED, encabezado por el profesor Francisco Ortega, han podido averiguar que, además de su posible función defensiva, esta armadura –poco frecuente en el registro fósil de estos animales- cumplía una misión distinta, ya que era empleada por las hembras como fuente de minerales para la formación de la cáscara de los huevos.
Así lo han reflejado en el artículo que se publica este martes en Scientific Reports, la revista digital Open Acces del grupo Nature, y que firman junto a investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid en el marco de un proyecto de investigación del MINECO.
Los investigadores han podido llegar a la conclusión de que los osteodermos podrían ser una fuente natural de calcio para las hembras de titanosaurio gracias, por un lado, a la excepcional concentración de restos de titanosaurios de Lo Hueco y, por otro lado, a las nuevas tecnologías,” que están permitiendo una novedosa aproximación a algunos de los enigmas que proponen los fósiles”, señala Daniel Vidal, el autor que ha liderado esta investigación. “En este caso”, continúa el investigador, “mediante tomografía axial computerizada (TAC), se ha podido analizar la estructura interna de los osteodermos sin necesidad de cortarlos o dañarlos”.
Desmineralización activa y no accidental
A lo largo del estudio se ha reconocido que algunos osteodermos presentaban zonas de muy baja densidad ósea, siempre asociadas a la red vascular. Ésta es la primera vez que se ha obtenido una asociación de procesos de desmineralización del tejido óseo de los osteodermos y los canales neurovasculares, confirmando que la baja densidad de algunos osteodermos es probablemente debida a una desmineralización activa y no accidental. En este contexto, Francisco Ortega explica que “en principio resulta extraño que se produzca una desmineralización de los huesos que forman una estructura aparentemente defensiva, lo que indicaría que estas armadura dérmicas desarrollaron otras funciones”.
A esta información se añade que «se conocen zonas de puesta de titanosaurios en distintos puntos de Europa”, añaden los autores, “particularmente algunas de la misma edad que el yacimiento de Lo Hueco, como Portilla en Cuenca o Buendía en Guadalajara, pero también en los Pirineos o en la Patagonia Argentina. El análisis de estas áreas de puesta muestra como las hembras de titanosaurios depositaban miles de huevos en amplias extensiones, lo que implicaría un importante estrés fisiológico”.
De esta forma, los autores concluyen que, “a partir del estudio realizado sobre el material de Lo Hueco, sabemos que la armadura dérmica, además de su posible papel defensivo, tenía un importante papel en la estrategia reproductora de estos últimos dinosaurios gigantes”.