Cambio16
21/05/2018
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No se sabe qué tipo de hongos consumieron los afectados. Sin embargo, una intoxicación con hongos en Irán causó la muerte de, al menos, 11 personas. De igual manera, 800 personas en 10 provincias sufren envenenamiento por hongos tóxicos. Y la solución no es alentadora. Según la agencia de noticias iraní Tasnim, la nación no cuenta con un tratamiento efectivo para este tipo de afecciones.
Según reseña BBC, la intoxicación con hongos en Irán produjo que dos personas recibieran un trasplante de hígado. Las autoridades piden a la población no comprar hongos en la calle. Preferir los que están empacados y sellados al vacío en las tiendas de supermercados. En este sentido, los hongos tóxicos son muy similares a los hongos comestibles. Ambas clases crecen de forma silvestre en las regiones montañosas del oeste de Irán. Después de la temporada de lluvias, emergen por doquier. No obstante, el sistema de recolección se deja «a la sabiduría popular» de los vendedores ambulantes.
Por otro lado, The Guardian afirma que la mayoría de los envenenados viven en la provincia de Kermanshah, en la frontera con Iraq. En esta zona murieron 7 personas y 336 ingresaron al hospital. Las otras provincias afectadas son Lurestan y Kurdistán. «Comer setas venenosas provoca síntomas que van desde dolores de cabeza hasta problemas gastrointestinales y la muerte». Apunta el periódico.
La intoxicación con hongos en Irán podría deberse a dos setas. La primera se llama Amanita abrupta y crece de forma salvaje en bosques mixtos de coníferas y caducifolias. La otra se llama Amanita smithiana. Ambas son muy comunes en las zonas húmedas del contienen asiático.
«Los residentes de estas zonas usan hongos silvestres. Pero nunca han tenido ningún problema. Es sorprendente para todos». Es una de las declaraciones recogidas por The Guardian en la localidad de Kermanshah.