Los incendios cíclicos y cada vez más voraces en la costa este de Australia, han disminuido la población de marsupiales. En su interés por preservar esa noble y simpática especie, un grupo de especialistas intenta crear un “superkoala” que logre superar los efectos del cambio climático. Además de enfermedades que han mermado su sobrevivencia.
A pesar de que parecen verdaderos osos de peluche, estos adorables animalitos nada tienen que ver con los osos. Son muy particulares. Gustan asentarse en plantaciones de eucalipto y duermen casi todo el día. Investigadores han secuenciado el genoma del koala y han revelado por qué son tan susceptibles a algunas enfermedades, como la clamidia.
Expertos australianos buscan crear un superkoala, que sea más fuerte. Y pueda protegerse de enfermedades que los acechan y tenga una mayor diversidad genética. Esperan lograrlo mediante el apareamiento de sementales de la zona continental con hembras que sobrevivieron a los incendios forestales de la isla Canguro.
«Los superkoalas serán aquellos que tendrán mayores oportunidades de afrontar el cambio climático. Así como enfermedades emergentes y retos que afrontan los koalas», dijo Chris Daniels, director ejecutivo de Koala Life.
En el centro de este programa están los 28 koalas jóvenes que fueron rescatados de los incendios forestales. De aquel «verano negro» de 2019-20, que calcinó el 50% de la isla Canguro, 112 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Adelaida. Y que luego, fueron trasladados al Parque de Vida Salvaje Cleland, al sur de esa localidad.
Superkoalas a prueba de incendios y enfermedades
Esos devastadores incendios mataron a casi 90% de la población de 50 000 koalas que tenía Canguro. Y destruyó los hábitats de esos marsupiales.
La característica más especial de los koalas de la isla Canguro es que ninguno de ellos padece de clamidia. Una enfermedad sexual que les produce lesiones en los genitales y los ojos causándoles infertilidad y ceguera. Los consume lentamente hasta la muerte.
Esta enfermedad está afectando a sus parientes de la costa este de Australia. Mientras que un puñado solamente ha contraído el retrovirus (KoRV), llamado el sida de esta especie.
Por ello se llama a estos 28 animales rescatados como los «niños de oro», debido a las posibilidades que tienen de salvar a la especie por esta peculiaridad. La otra cara de la moneda es la poca variedad genética de los koalas de Canguro debido en parte a la insularidad. Pero sobre todo al hecho de que todos son descendientes de 18 ejemplares que fueron llevados a la isla en 1920.
En el esfuerzo por salvar a los koalas de Canguro, y potencialmente al resto de esta especie, los expertos de Australia del Sur quieren hacer un cruce de estos animales y lograr un superkoala. Esto, a través de Importar a un grupo de machos de las cordilleras Strzelecki, en el estado de Victoria, en las próximas semanas.
De alta a baja población
El director de Koala Live manifestó que el objetivo es que se apareen en septiembre, durante la primavera austral, con la veintena de hembras rescatadas de la isla Canguro. Y produzcan alrededor de diez crías al año.
«Serán animales de un increíble valor», comentó Daniels, en el Parque Cleland, al remarcar que estos superkoalas «tendrán una mayor variedad genética. Y serán menos propensos a las enfermedades y condiciones genéticas» que afectan por ejemplo al hígado o los testículos.
Con unas 250 000 hectáreas de terreno calcinadas en la isla Canguro, las posibilidades de sobrevivir de los koalas, son inciertas. A pesar de los esfuerzos de expertos como del Banco de Semillas del Jardín Botánico de Adelaida, que intentan reintroducir algunas especies de la flora nativa.
El koala, un animal muy delicado y especialmente sensible a cualquier cambio en el medio ambiente. Permanece unas 20 horas al día dormitando o descansando. Y utiliza las cuatro horas restantes para alimentarse con hojas de unas pocas decenas de especies de eucaliptos.
Los koalas (Phascolarctos cinereus) antes tenían que ser sometidos a esterilizaciones para frenar su explosión demográfica. Ahora lastimosamente luchan por sobrevivir.
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