Almadén, en Ciudad Real, fue el primer municipio en alcanzar los 43,2 °C, el máximo registrado hasta ahora en la ola de calor que sofoca a buena parte de España, iniciada el pasado sábado. Mientras tanto, en Teruel y localidades cercanas se reportan ráfagas de vientos fuertes, granizo y precipitaciones menores. La Agencia Estatal de Meteorología estima que en las próximas horas los termómetros se disparen en la mitad norte de la península, y alerta de los primeros incendios forestales en el territorio.
Detrás de Ciudad Real (Castilla La Mancha) le han seguido amplias zonas de Andalucía, Badajoz, Toledo y el sur de Madrid, con registros de 40 °C. Este miércoles el centro y el norte del país tocaron el pico de altas temperaturas antes del inicio formal del verano.
Según Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, se trata de la tercera ola de calor más temprana en España desde que hay registros. Recordó que la primera apareció el 11 de junio de 1981, la segunda el 13 de junio de 2017 y la actual, que podría prolongarse hasta este sábado.
“A la fecha no se han tumbado demasiados récords para el mes de junio. Pero hay que tener en cuenta que la ola que afectó a España entre el 26 junio y el 1 julio de 2019 batió récords no solo de su mes, sino del año”, dijo.
La estabilidad generalizada y la fuerte insolación, junto con la entrada de una masa de aire muy cálido procedente del norte de África, está provocando un importante ascenso de las temperaturas, mínimas y máximas en el país, indicó la agencia en su último parte informativo.
El viento de componente sur está arrastrando además polvo en suspensión, que está dando lugar a calimas con la consecuente reducción de la visibilidad.
Ola de calor en España
En las últimas horas continúa el ascenso de temperaturas en el oeste de Galicia, cuadrante noreste peninsular y la Comunidad Valenciana. En el centro y sur peninsulares las temperaturas se mantienen altas, alcanzándose o superándose los 40 ºC en varias zonas. Sobre todo, la ola de calor en España arreciará en los valles del Ebro, Tajo, Guadalquivir y Guadiana, donde puntualmente podrían superarse los 42 °C.
No obstante, también aumentarán los intervalos nubosos de tipo medio y habrá nubes de evolución que pueden dejar algunos chubascos o tormentas con precipitaciones escasas. Más probables en áreas del noroeste peninsular, el Pirineo y la Ibérica oriental. En mayo se registró una semana intensa de precipitaciones y tormentas.
Antes, los altos marcadores se colocaron en Villarrobledo (Albacete), que se quedó a una décima de 43°. Talavera de la Reina (Toledo), con 42,5°, y Granada Aeropuerto, con 42,1°. La mínima más alta se localizó en Castuera (Badajoz), con 26,4°, seguida de Almadén (Ciudad Real) con 26°, y de Trujillo (Cáceres) con 25,3°.
También se han detectado noches tórridas, denominadas así porque los termómetros no bajan de 25°. En las provincias de Jaén, Cádiz, Sevilla, Málaga, Córdoba, Cáceres, Badajoz, Toledo, Ciudad Real, Zamora, Barcelona y Valencia.
Para este jueves es probable un nuevo aumento térmico en el área cantábrica así como un ligero descenso en la vertiente atlántica y otras zonas del interior y este peninsulares.
El viernes, la mayoría de los escenarios apuntan a un nuevo ascenso en la mayor parte de la Península. Durante este episodio las temperaturas mínimas están siendo también elevadas, con valores entre los 20 y los 25 °C en amplias zonas del sur, zona centro y valle del Ebro.
Incendios en España y EE UU
Para el sábado se espera un marcado descenso de las temperaturas en la mitad occidental peninsular, que en algunas zonas será notable. Hasta 44 °C en Zaragoza, 41 °C en Pamplona, 40 °C en Lleida o 39 °C en Murcia. Ya el domingo, según las últimas actualizaciones, se producirá un brusco descenso térmico, informó eltiempo.es. Y ya el domingo, según las últimas actualizaciones, se producirá un brusco descenso térmico y se pondrá fin al episodio de la ola de calor en España.
Sin embargo, el escenario podría complicarse ante la presencia de una depresión aislada en niveles altos (DANA), un embolsamiento de aire en capas altas, reseña El País. De su evolución, que no se puede aún determinar del todo, depende que se inyecte o no más aire cálido al país.
Durante esta semana, los incendios forestales en España han arrasado casi el doble de la superficie media que se había quemado a mediados de mayo entre 2006 y 2021, según los satélites del Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea Copernicus . Aunque supone un descenso respecto al año pasado, ya son algo más de 19.000 hectáreas de monte destruidas. Con un impacto significativo en los recursos naturales y en la actividad económica asociada al medio natural, recoge RTVE.
Pero más allá de España, en el planeta se suceden otras alteraciones climáticas. El suroeste de EE UU sigue siendo noticia todos estos días.
Los funcionarios de salud de Oregón informaron que los impactos del cambio climático, están alimentando la «ansiedad climática» entre los jóvenes. Incluidos los incendios forestales más devastadores, las olas de calor, la sequía y la mala calidad del aire
Ansiedad climática en jóvenes
Estos hallazgos se publicaron en un informe que destaca los sentimientos de angustia, ira y frustración de los jóvenes sobre la inacción percibida de los adultos y el gobierno. En una sesión informativa organizada por la Autoridad de Salud de Oregón (OAH) tres jóvenes hablaron sobre cómo el cambio climático ha afectado su salud mental.
La OHA se asoció con el Laboratorio de Prevención del Suicidio de la Universidad de Oregón. Realizaron grupos de enfoque con jóvenes y entrevistaron a profesionales de los sectores de la salud pública, la salud mental y la educación. Las entrevistas se realizaron poco después de la ola de calor extremo que azotó partes de Oregón en el verano de 2021.
Si bien se enfoca en Oregón, el informe subraya preocupaciones más amplias sobre la salud mental de los jóvenes en EE UU en medio de las crecientes tasas de depresión y suicidio en todo el país.
El cambio climático y la pandemia de coronavirus han exacerbado aún más una crisis de salud mental juvenil que ya era alarmante. La cantidad de estudiantes de secundaria que informaron sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza aumentó en un 40 % entre 2009 y 2019. Citando encuestas nacionales, el mismo aviso señaló que las tasas de suicidio entre los jóvenes de 10 a 24 años aumentaron en un 57 % entre 2007 y 2018.
A pesar de la crisis, los participantes del estudio también expresaron una sensación de resiliencia.