Cientos de científicos y activistas solicitan una moratoria de la minería de los fondos marinos hasta que se conozcan mejor los impactos en los ecosistemas y el ciclo del carbono. De no entrar en vigor la moratoria, el fondo marino estaría abierto a la explotación minera el 2023.
Los conservacionistas, entre los que se cuentan David Attenborough y Chris Packham, calificaron de imprudencia seguir adelante con tal potencial de devastación. Varios grandes fabricantes de automóviles y compañías tecnológicas (Volkswagen, Samsung, Google) apoyaron la solicitud de moratoria.
Louisa Casson, defensora de los océanos en Greenpeace Internacional, afirmó que el plazo de dos años para reglamentar la mineria en el fondo marino es «realmente peligroso». «Es una gran prueba para los gobiernos que dicen querer proteger los océanos», dijo en declaraciones recogidas por The Guardian.
Los Estados no se han puesto de acuerdo sobre las normas de explotación de los fondos marinos. Por ejemplo, la UE no tiene una posición común. Francia, Alemania y Polonia tienen contratos de exploración. Por su parte Bélgica patrocina la licencia de la empresa Global Sea Mineral Resources.
No obstante, ocho países europeos, incluida Alemania, votaron a favor de una moratoria sobre la minería de aguas profundas en el congreso mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en septiembre de 2021.
Nauru apresura la explotación del fondo marino
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) se creó en 1994 por las Naciones Unidas. Su objetivo es supervisar la exploración sostenible de los fondos marinos en beneficio de la humanidad. Hace un tiempo la institución discute la explotación minera en el fondo marino. En septiembre de 2021 se planteaba una hoja de ruta para normar la actividad extractiva.
Sin embargo, un estado insular del Pacífico, Nauru, la nación más pequeña del mundo, ha acelerado el proceso al invocar “la regla de los dos años”, que establece que la ISA tendrá que «considerar y aprobar provisionalmente» las solicitudes de licencia para explotar el fondo marino, aunque no exista una normativa para junio de 2023.
Con una población de 11.000 habitantes, la pequeña nación constituye sólo el 0,00016%. Sin embargo, se cree que detrás de la premura de Nauru para que se apruebe la normativa de los fondos marinos se encuentra la The Metals Company. Señaló un informe de The Guardian que la isla actúa más como un Estado cliente para la corporación cuyo principal objetivo es extraer para su beneficio los minerales del fondo marino sin importarle los daños ecológicos.
Nauru conoce las consecuencias de la explotación irresponsable de recursos mineros. Al suelo de la isla, una vez descrito como un idilio del Pacífico, lo despojaron de fosfatos. Fue vendido al mejor postor a excelentes precios. Pero el suelo se agotó y hoy solo hay un paisaje lunar. Donde antes hubo hermosas selvas tropicales hoy solo hay roca.
A favor y en contra
Los impulsores de la explotación del fondo marino argumentan que los minerales requeridos para sostener la transición energética (cobre, cobalto, níquel y magnesio, entre otros) se encuentran en el lecho del mar. Son necesarios para la fabricación baterías de automóviles eléctricos, paneles solares y turbinas eólicas.
The Metals Company alega que la minería de fondo marino es una alternativa a la minería terrestre, que con frecuencia se realiza en selvas tropicales biodiversas. La compañía alega que la minería submarina es menos dañina para el medio ambiente y la sociedad. Asegura que reduce el riesgo de carbono almacenado en tierra y no requiere perforación o voladura.
Matthew Gianni, cofundador de la Coalición para la Conservación de las Profundidades Marinas, dijo: «Todo esto tiene que ver con el dinero, dinero para DeepGreen [TMC] y sus accionistas y dinero para Nauru.
Por su parte, Diva Amon, bióloga marina de Trinidad y Tobago, dijo a Climate Home News que las áreas de interés comercial sonr algunos de «los lugares más biodiversos de la Tierra», con un 70-90% de las especies nunca antes vistas.
La vida en el océano profundo crece y se reproduce lentamente. Los estudios encuentran muy poca recuperación décadas después de que el fondo marino ha sido perturbado. «No hay suficiente ciencia para tomar decisiones informadas durante décadas potenciales», dijo Amon, con respecto a minar el fondo marino.