La relación entre el hombre y los animales es indivisible. Perros y gatos conviven en los hogares como miembros de las familias. Otros igualmente amigables, en libertad o en cautiverio, desarrollan un diálogo cercano con los seres humanos, es el caso de delfines y monos. La inteligencia artificial se está utilizando para tratar de decodificar las comunicaciones entre los animales y, tal vez, lo que quieran decirnos.
Pese a los avances de la ciencia, gran parte de la cognición de los delfines y monos, por citar algunos animales, sigue siendo un misterio. Los investigadores estudian métodos más audaces y precisos para romper la barrera comunicativa entre estas especies y los humanos.
Esa búsqueda del mundo científico no cesa. El desarrollo exponencial de la computación y la inteligencia artificial ha impulsado la llegada de aproximaciones de conjunto a los códigos animales. Se trata de sistemas capaces de estudiar los patrones de sus estrategias de intercambio de información. Para traducirlas.
“Si conseguimos traducir la comunicación animal, al mismo tiempo nos estaremos traduciendo a nosotros mismos. Porque al comprender cómo el resto de las especies intercambia información, estaremos entendiendo mejor nuestra propia programación genética. Nuestro código fuente”, señalan Rob DeSalle e Ian Tattersall, autores del libro El Cerebro.
La dimensión melódica de nuestro lenguaje la heredamos de las aves y el contenido del discurso, de los primates. Los investigadores en biología evolutiva y neurociencia recuerdan que existen formas de “comunicación indiscutible entre animales de las que se podría decir que bordean el lenguaje”. Charles Darwin observó el parentesco entre la comunicación humana y las de otros animales. La inteligencia artificial nos está ayudando a descifrar las estructuras profundas de esos sistemas, advierten.
Inteligencia artificial para entender a los animales
La empresa Zoolingua está buscando formas de que las necesidades de sus mascotas sean inteligibles para sus dueños. Esto, a partir de algoritmos complejos. Y el Earth Species Project que pretende aplicar todo lo que, gracias a la inteligencia artificial se ha aprendido sobre los lenguajes humanos y sus traducciones, para encontrar la forma de decodificar los idiomas animales.
En ese sentido, los sistemas multilingües de traducción automática, como Google Translate, no se apoyan en los diccionarios, sino en la estadística. Lo hacen a través de inteligencias artificiales que estudian los patrones de los idiomas. Así como las probabilidades de que una palabra se encuentre antes, después o cerca de otra, para crear un espacio de parámetros multidimensionales. La misma lógica se está aplicando al análisis y las repeticiones de ladridos, aullidos, graznidos o cantos.
Estos mecanismos utilizan redes neuronales para analizar una gran cantidad de oraciones, infiriendo de ellas principios generales de gramática y uso. Luego aplican esos patrones para traducir oraciones que el sistema nunca ha visto. Toda una novedad.
Mientras tanto, una empresa sueca se ha focalizado en el lenguaje de los delfines. Para ello, los investigadores del Instituto Sueco de KTH Real de Tecnología emplean la inteligencia artificial de análisis de lenguaje de la empresa Gavagai AB. Comenzarán a compilar un diccionario del idioma de los delfines. «Esperamos poder entender a los delfines con la ayuda de la tecnología de inteligencia artificial», dijo Jussi Karlgren, profesor adjunto de tecnología del lenguaje en KTH y cofundador de Gavagai.
Traducir e interpretar el lenguaje de los animales
Denise Herzing, fundadora y directora de la organización Wild Dolphin Project lleva décadas estudiando a los delfines en el Atlántico. En la actualidad, está utilizando algoritmos, junto con teclados y computadoras submarinos, para tratar de decodificar las comunicaciones de los delfines.
La investigadora insiste en crear una comunicación bilateral entre los delfines y los humanos. Inquietud que comparte con otros científicos en hacer uso de la inteligencia artificial para entender a los animales.
Al principio, se dedicó a entrenarlos para que asociaran sonidos con cuatro íconos de un teclado subacuático. No obstante, no fue suficiente para ella. “El sistema se encargó de mantener la atención del delfín, pero no era tan ‘amigable’ para que fuera exitoso.”
Entonces, Herzing empezó a colaborar con Thad Starner, un investigador de inteligencia artificial en el Georgia Institute of Technology, en Atlanta. Juntos forjaron el proyecto de Cetacean Hearing and Telemetry (CHAT) con el fin de crocrear un lenguaje con las características de los sonidos, los cuales son utilizados por los delfines para comunicarse entre sí.
Los delfines pueden producir sonidos de frecuencias más arriba de 200 kilohertz, un equivalente a diez veces más alto de lo máximo que podemos escuchar. Para grabar, interpretar y responder a los sonidos de los delfines, Starner construyó un prototipo de una computadora, del tamaño de un teléfono inteligente. Con dos hidrófonos capaces de detectar un amplio rango de los chasquidos de estos animales.
Herzing y Starner empezaron a probar este dispositivo con los delfines del Atlántico, los Stenella frontalis. Al principio, todos los aparatos señalaban una de las ocho “palabras” que chasqueaban los delfines. Como por ejemplo, algas, arco, paseo, ola. Una vez que el sistema pueda reconocer las palabras mímicas de los delfines, el objetivo será escuchar, al natural, su sistema y crear “unidades fundamentales” de su lenguaje. “No sabemos siquiera si los delfines tienen palabras. Nosotros podríamos utilizar sus señales, sólo si las conociéramos. Pero no lo hacemos.”
En juego: ideas, tecnologías y tiempo
Un grupo heterogéneo, reunido en Interespecies Internet, respalda un proyecto para encontrar formas en que los humanos se comuniquen con los animales mediante el aprendizaje automático y la inteligencia artificial.
Esta ambiciosa iniciativa utiliza nuevas tecnologías para conectar a delfines, elefantes y grandes simios entre sí y con nosotros. Es promovida por el músico Peter Gabriel, el profesor del MIT, Neil Gershenfeld; el «padre de Internet», Vint Cerf. Y la psicóloga cognitiva y científica de mamíferos marinos Diana Reiss.
Dijeron que los avances recientes en la nube, inteligencia artificial y big data hacen que su audaz objetivo sea más realista. Gabriel, Cerf, Reiss y Gershenfeld han estado colaborando en formas de descifrar el lenguaje de los animales durante varios años. Y Coller recientemente aportó más peso financiero a esos esfuerzos.
Entretanto, Vinton Cerf, proyecta un alucinante futuro, que seguros pocos han pensado, la comunicación entre especies animales a través de Internet. “¿Qué puede hablar un delfín de Miami, con un mono babuino del áfrica o un mono de Tarapoto?. Para mí, luego de pensarlo y repensar bien este asunto, se podría considera como factible. Sucede que desde hace muchos años, los humanos se comunican mediante señales con algunos animales”, confió.
Asimismo, la evolución nanotecnológica ha permitido crear algunos dispositivos que se insertan en el cuerpo humano con información y capacidad de detección. Además, hoy mismo dos seres “sin vida” (máquinas PC, por ejemplo) “conversen entre ellas”. Se conectan para “transferir, almacenar y más” miles de millones de PCs, dispositivos móviles, equipos industriales, financieros, médicos, etc. en todo el planeta. Entonces, dudas que la conexión entre especies a través de Internet sea posible?, no queda duda, que el problema para algunos será el tiempo.
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