Por Benito Guerrero | Foto: Rubén Vega
07/09/2016
Con su última película recién estrenada, Inma Cuesta (Valencia, 1980) ha pasado el verano alejada de las cámaras y los platós para centrarse en su próximo proyecto, al que ella ha llamado con humor: “Vivir para contarlo”. Y es que no se trata ni de una película ni de una obra de teatro, sino de unas vacaciones merecidas después del trabajo realizado durante los últimos meses. La actriz comenzó el año con una nominación al Premio Goya a mejor actriz por La Novia (Paula Ortiz, 2015) tras conseguir galardones en la misma categoría en los Premios Feroz y en los Premios que otorga la Unión de Actores. Su viaje a Argentina para rodar Capitán Kóblic dirigida por Sebastián Borensztein, en la que da vida a una dependienta de una tienda de carretera, le ha servido para conocerse más personalmente. “He aprendido a reírme de mí misma y quitarle importancia a las cosas”, confiesa a Cambio16.
Antes de Capitán Kóblic, Inma Cuesta ha participado en la última película del director Pedro Almodóvar, Julieta, que ha sido la elegida para luchar por el Oscar a mejor cinta de habla no inglesa. Está convencida de que esto no la convierte en ‘chica Almodóvar’ y afirma que lo importante es ser constante y esforzarse mucho porque “los títulos no sirven para nada si no se trabaja”. Loles León, Carmen Maura o Penélope Cruz son para ella las verdaderas ‘chicas Almodóvar’ que “han crecido y evolucionado con el cine de Pedro”. A pesar de esto, considera que para ella ha sido un regalo ponerse a las órdenes del director castellano-manchego porque supone entrar a formar parte de la cinematografía de “uno de los genios del cine a nivel mundial”.
La actriz está comprometida con los derechos de los animales y también con la preservación del medio ambiente. “El desconocimiento hace que uno sea inconsciente en muchas cosas”, responde al preguntarle al respecto. Asegura tener “una cosa con los animales muy bestia, como de Mowgli del Libro de la selva”. No duda en confesar que ha salvado a gaviotas mientras se encontraba en la playa, ni que ha intentado rescatar a pájaros heridos que recoge cuando pasea por la calle.
Está convencida de que todos tenemos que tener un compromiso con la Tierra, que es la que nos da el alimento, y por supuesto con los animales. “Todos somos un conjunto y tenemos que estar comprometidos y en equilibrio”, sentencia. Con mirada inocente dice intentarlo siempre que puede y niega rotundamente que ser un personaje público pueda influir en el compromiso de los demás. “El cambio debe empezar en uno mismo”, argumenta.
Hasta ahora ha trabajado con éxito en cine, televisión y teatro, pero no descarta sorprender con otras actividades el día de mañana. Confiesa que “no sabe qué quiere ser de mayor”. Su afición -y buena técnica- en la fotografía quedan reflejadas en su cuenta de Instagram, en la que ha publicado varios retratos de sus amigos y compañeros de profesión, como la actriz María León, de la que es muy amiga. La fotografía le apasiona y siempre lleva con ella una cámara pequeña que acaba de comprarse. “Ahora estoy haciendo collages, mañana te puedo sorprender con cualquier cosa”, avisa. Aunque es poco mitómana, a Inma Cuesta le gustaría trabajar con actrices de la talla de Carmen Maura, Ángela Molina o Concha Velasco. Confiesa que le emocionan más las actrices de antes, aunque esto no está reñido con su predilección por muchos compañeros de profesión como María León, de la que dice “que sería un regalo poder volver a interpretar con ella”.