Benjamín Netanyahu, va a juicio acusado de corrupción. Nunca antes un Primer Ministro de Israel, en el ejercicio de sus funciones, había enfrentado un proceso de este tipo. Este domingo se sentó en el banquillo con la cabeza en alto, pero la audiencia solo duró una hora.
La acusación fue hecha en noviembre de 2019 y el juicio estaba previsto para mediados de marzo, pero debido al coronavirus fue pospuesto hasta este domingo. Mientras la fiscalía pedía escuchar a los testigos, los abogados de Netanyahu solicitan aplazar el acto por varios meses, para estudiar los alegatos en contra de su defendido.
Los tres jueces del tribunal decidieron estudiar las peticiones y aplazar la sesión hasta nuevo aviso, pero sin dar fecha para la reanudación de la causa que podría durar varios años.
Las acusaciones al jefe de gobierno de Israel
Minutos antes de entrar a la audiencia, Netanyahu denunció que el objetivo principal del proceso judicial es “derrocar al Gobierno”. Dijo que fiscales, policías y la prensa se han unido para fabricar acusaciones falsas y llegar finalmente al juicio que ha iniciado.
Aprovechó la oportunidad para acusar a la izquierda israelí de buscar en los juzgados “lo que no ha logrado en las urnas durante los 14 años que lleva en el poder”.
Los cargos por lo que acusan a Netanyahu son: delitos de cohecho, fraude y abuso de confianza en los casos conocidos como 1000, 2000 y 4000. También le imputan la recepción de regalos a cambio de favores financieros o personales, y tratos para recibir cobertura positiva de los medios sobre él y su familia.
La parte acusadora insiste en que el Primer Ministro habría recibido, al menos, 180 mil euros en regalos como champagne y joyas de multimillonarios.
Entre buenos y no tan buenos
Cientos de partidarios y detractores de Netanyahu se apostaron frente al juzgado y demostraron la división social que provoca el juicio al Primer Ministro israelí. Se podían leer pancartas con frases como «Ministro del crimen», “Bibi, Rey de Israel”, «Netanyahu, nunca caminarás solo» o «Proceso Dreyfus 2020».
Benjamín Netanyahu, acusado de corrupción, apeló a la opinión pública y se quitó la mascarilla sanitaria para dirigirse a las cámaras de televisión en el pasillo de la corte. Insistió en que los medios de comunicación querían grabarle en la corte como parte de la propaganda, pero él había solicitado la transmisión en vivo y sin filtros.
«No hay límites en los intentos de sacarme del Ejecutivo”, dijo el Primer Ministro. En Israel, el cargo que ostenta no se beneficia de inmunidad judicial. A diferencia de otros funcionarios públicos y otros cargos de elección popular, no está forzado a dimitir ni a ser apartado del cargo mientras dure el juicio.
“Bibi, el superviviente”
Netanyahu vuelve a ser una vez más el gran superviviente de la política israelí. Después de casi año y medio de punto, ha logrado un acuerdo de gobierno de unidad con su ex adversario Benny Grant. Con él se turnará en el cargo de Primer Ministro pasado los primeros 18 meses.
El líder conservador compareció en el tribunal de distrito de Jerusalén flanqueado por un grupo de ministros del gabinete de su partido derechista Likud.
A sus 70 años, se ha convertido en el Primer ministro más veterano en el cargo en toda la historia de Israel. La primera vez fue elegido en 1996 y ha cumplido tres mandatos consecutivos.
En la sala del tribunal, Netanyahu y los jueces usaron mascarillas como parte de las medidas de prevención por la pandemia del coronavirus.
אין לי מילים.
אני פשוט אוהב אתכם ❤️ pic.twitter.com/NJkvr17pvA— Benjamin Netanyahu – בנימין נתניהו (@netanyahu) May 24, 2020
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