Por Cambio16
16/04/2017
Cuando el ingenio humano se enfoca en loables propósitos como la prevención para la paz puede lograr cosas increíbles. Uno de esos casos es el Mine Kafon, una esfera hecha con cañas de bambú y plástico y que mide más de metro y medio de diámetro utiliza la energía del viento para rodar por los áridos desiertos de Afganistán hasta detectar una mina antipersona, pisarla y hacerla explotar, salvando así la vida y la integridad física de miles de personas.
Esta es la función del Mine Kafon, diseño del joven afgano Massoud Hassani (1983) causó sensación en el MoMA de Nueva York y en el Museo del Diseño de Barcelona, lugares donde fue presentado hace un par de años. Lo poderoso de este invento no sólo es su composición -está hecho totalmente de materiales de bajo costo- y su propósito, sino los motivos que llevaron a su creación: Hassani explica que ha combinado sus recuerdos de la infancia cuando corría por los secos y peligrosos terrenos de Afganistán con su inquietud por el diseño para crear un dispositivo barato, capaz de eliminar minas antipersonas de forma segura y barata.
«Cuando era pequeño, hacía juguetes esféricos para jugar con el viento del desierto de Afganistán. Años después, acabando mis estudios en Holanda, recordé dónde vivía y me di cuenta que había muchísimas minas bajo tierra -apunta Hassani-. Combiné ambas ideas para crear este diseño para eliminarlas».
El Mine Kafon tiene un núcleo de hierro del que salen más de 150 barras de bambú que forman una esfera que pesa cerca de 80 kilos: «Es suficientemente ligero para que el viento le empuje, pero pesado para detectar y hacer estallar las minas».
El diseñador subraya que los materiales del Mine Kafon son «elementos básicos que se pueden encontrar en los barrios de cualquier ciudad afgana», por lo que el costo, que ronda los sesenta euros por dispositivo, «es muy barato, ya que prácticamente está compuesto de bambú y plástico y, además, es seguro».
Con cada detonación, el dispositivo pierde entre dos y tres «patas», por lo que destruir una mina no implica destruir el esférico, y este podría seguir destruyendo hasta tres o cuatro minas más en un sólo uso.
«Hoy en día aún se usan detectores carísimos inventados en los años 60», subraya el diseñador, quien alerta que los detectores más usados «necesitan ser llevados por una persona, y son más peligrosos y caros, todo lo contrario que el Mine Kafon«.
Afganistán es el país que más damnificados tiene por culpa de minas antipersona, la mayoría de los cuales son civiles (79 %) que acaban heridos, amputados o muertos. Luego sigue Colombia, con más de 12 mil víctimas en una década.