Los efectos del cambio climático aumentan rápidamente. Pronto podrían superar la capacidad de adaptación tanto de la naturaleza como de la humanidad. El sufrimiento humano será mayor. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), un cuerpo de expertos convocado por las Naciones Unidas, emitió un informe en el que concluye que los países no están haciendo lo suficiente para proteger las ciudades, las granjas y las costas de los impactos que el cambio climático ha producido hasta ahora.
El mundo ya es 1,1 grados Celsius más cálido que en la era preindustrial y las emisiones siguen aumentando, no disminuyendo. La mayoría de los escenarios futuros muestran que las temperaturas están en camino de dispararse muy por encima de los 1,5 grados y que alcanzará la marca en el año 2030.
Es muy probable que en los próximos 18 años el mundo esté más enfermo, más hambriento, más pobre, más sombrío y sea mucho más peligroso. Y en las décadas posteriores, ay. En 2100 habrá cuatro veces más extremos climáticos que ahora con unas pocas décimas de calentamiento global, pero con 2 grados Celsius serán cinco veces peores las inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor.
Un fallido liderazgo mundial y más sufrimiento humano
Lo peor: al menos 3.300 millones de personas que hora son altamente vulnerables, tendrán 15 veces más probabilidades de morir por calamidades causadas por el clima extremo. Asimismo, con cada décima de grado de calentamiento, más personas fallecerán cada año por olas de calor, estrés térmico, problemas cardíacos y pulmonares, enfermedades infecciosas, enfermedades causadas por mosquitos, clima extremo, contaminación del aire y hambre.
El IPCC hace un dramático llamado a los Estados para que para reducir cuanto antes las emisiones de gases de efecto invernadero. El informe intenta guiar al liderazgo mundial en los esfuerzos por contener el cambio climático. Es la revisión más detallada de los peligros que se ciernen sobre el planeta.
Alerta que en la medida que el planeta se hace más cálido habrá más sequías récord, más aumento del nivel del mar y muchos más desastres ocasionados por fenómenos meteorológicos. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, manifestó que el texto elaborado por 270 investigadores de 67 países es un atlas del sufrimiento humano y una acusación condenatoria del liderazgo climático fallido. “Hecho tras hecho, el informe revela cómo el cambio climático impacta a las personas y al planeta. Los peligros son visibles en todo el mundo”, añadió.
Informe IPCC: «Tú casa está en llamas»
La climatóloga Katharine Hayhoe, de The Nature Conservancy, que no formó parte del último informe, lo llama «Tu casa está en llamas». Y la copresidente del informe, Debra Roberts, recalcó que “existen amenazas existenciales reales y muy concretas”.
En medio de todas las señales de peligro, los expertos dijeron que quieren evitar la fatalidad. “El miedo nunca es un buen consejero”, le declaró a la AP el vicecanciller y ministro alemán de clima y economía, Robert Habeck.
Hayhoe dijo que lo que se necesita es realismo, acción y esperanza. “Es realmente malo lo que ocurre y hay una buena posibilidad de que empeore, pero debemos hacer todo lo posible para que nuestras acciones marquen la diferencia. Eso es la esperanza”, manifestó.
En 2019, tormentas, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos desplazaron a más de 13 millones de personas en Asia y África. El aumento del calor y la sequía destruyen cultivos y árboles. Millones de personas corren un mayor peligro de sufrir hambre y desnutrición. Además, los mosquitos que transmiten enfermedades como la malaria y el dengue se propagan a nuevas áreas. En 2050, más de 1.000 millones de personas afrontarán inundaciones costeras por el aumento del nivel del mar y los ciclones tropicales.
Esperar una solución tecnológica no existente es perder
El informe indica que retrasar los recortes en las emisiones de carbono y esperar a adaptarse a los impactos del calentamiento sería perder una brevísima oportunidad de asegurar un futuro habitable y sostenible para todos. No hay tiempo. Aproximadamente la mitad de la población mundial se enfrenta actualmente a una grave escasez de agua, al menos parte del año.
“Uno de los aspectos más sorprendentes es los impactos adversos son mucho más generalizados y mucho más agresivos de lo calculado”, dijo Camille Parmesan, ecóloga de la Universidad de Texas, Austin, y una de las investigadoras que participó en la elaboración del informe.
Muchas naciones han podido limitar provisionalmente parte el daño gastando miles de millones de dólares. Han construido barreras contra inundaciones, instalado aire acondicionado o sistemas de alerta temprana para ciclones tropicales. Sin embargos esos esfuerzos de adaptación son, con demasiada frecuencia, «incrementales». Cada vez se necesitan barreras más altas y gastos más grandes.
Prepararse para futuras amenazas, como la disminución de los suministros de agua dulce o el daño irreversible del ecosistema, requieren cambios «transformadores». Repensar cómo se construyen las casas, se cultivan alimentos, se producen energía y, esencialmente, cómo proteger la naturaleza.
Todas las naciones sufrirán las consecuencias del cambio climático
Pocas naciones se han librado. Abrasadoras olas de calor han matado a cientos de personas en Estados Unidos y Canadá, feroces inundaciones han devastado Alemania y China, y los incendios forestales han convertido en ceniza grandes extensiones de bosques en Australia y Siberia.
Si el mundo se calienta otros nueve décimos de grado Celsius a partir de ahora, la cantidad de tierra quemada por los incendios forestales en todo el mundo aumentará en un 35%.
La advertencia es clara. Si la temperatura sigue aumentando, muchas regiones del planeta no estarían en capacidad de adaptarse al entorno cambiante. Si los Estados no reducen rápidamente las emisiones de combustibles fósiles, más y más personas sufrirán pérdidas inevitables o se verán obligadas a huir de sus hogares, pero no habrá adónde ir. Todo el planeta será inhabitable.
Desde el siglo XIX hasta hoy, la temperatura promedio global ha aumentado un promedio de 1,1 grados centígrados, porque los humanos han creado un efecto invernadero. Al quemar carbón, petróleo y gas para obtener energía bombean a la atmósfera gases que atrapan el calor. El compromiso de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados es insuficiente. Es el umbral donde se pierde todo el poder de maniobra y los impactos climáticos catastróficos aumenta significativamente.
Nunca habrá suficiente dinero para defenderse de las calamidades climáticas
Para alcanzar ese objetivo, no se debería emitir ni un gramo de emisiones para 2050, pero ninguna está en camino de lograrlo, mucho menos las grandes potencias que son los peores emisores. La realidad es que el mundo está en vías de calentarse entre 2 y 3 grados centígrados este siglo. “La inacción del liderazgo es criminal, obliga a los más vulnerables a marchar hacia su destrucción”, dijo Guterres.
El costo de defender a las comunidades costeras contra el aumento del nivel del mar podría exceder los montos que muchas naciones pueden pagar. “En algunas regiones, el ganado y los trabajadores del campo podrían enfrentar niveles crecientes de estrés por calor que impidan los cultivos, dijo Rachel Bezner Kerr, experta en agricultura de la Universidad de Cornell.
Las naciones pobres están más expuestas a los efectos climáticos que las ricas. Entre 2010 y 2020, las sequías, inundaciones y tormentas mataron 15 veces más personas en países altamente vulnerables, incluidos los de África y Asia, que en los países más ricos. Una disparidad que alimenta un enfoque polémico sobre cómo deben ayudar las naciones industrializadas –más responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero– a los países en desarrollo. Será el punto central en noviembre, en la próxima cumbre climática de las Naciones Unidas que se efectuará en Egipto.
Ani Dasgupta, presidente de Instituto de Recursos Mundiales, un grupo ambientalista, afirmó que el cambio climático es la máxima injusticia. “Las personas con menos recursos y menos responsables de la crisis climática son los más afectados por los impactos del calentamiento global. Si no vives en un punto caliente, imagina un techo volado, un pozo de pueblo inundado por agua salada, una mala cosecha, un trabajo perdido, una comida salteada, todo a la vez, una y otra vez”.
Cada mínimo calentamiento cobra su víctima, sin prórrogas
El informe deja en claro que los riesgos para los humanos y la naturaleza se aceleran con cada fracción adicional de grado de calentamiento. Paradójicamente, fue aprobado por 195 gobiernos y todavía no se pasa de las palabras a los hechos. Todos piden prórrogas, nadie se adelanta a actuar.
Con los niveles actuales de calentamiento, la capacidad de la humanidad para alimentarse está comprometida. Si bien cada año se producen más alimentos, gracias a las mejoras en la agricultura y la tecnología de cultivos, el cambio climático ya ralentiza la tasa de crecimiento. Una tendencia ominosa que amenaza el suministro de alimentos a medida que la población mundial se acerca 8.000 millones de habitantes.
Si el calentamiento global alcanza los 1,5 grados centígrados en las próximas décadas, el 8% por ciento de las tierras agrícolas podrían volverse inadecuadas para el cultivo de alimentos; los arrecifes de coral que protegen las costas contra las tormentas y sustentan la pesca para millones de personas disminuirán entre un 70 y un 90% debido a las olas de calor del océano. La cantidad de personas expuestas a graves inundaciones costeras podría aumentar en más de una quinta parte.
“Si en las próximas décadas no somos capaces de limitar el calentamiento y supera algunas décimas los 1,5 grados, entonces es probable que grandes áreas se vuelvan inhabitables, incluidas algunas islas pequeñas”, dijo Adelle Thomas, investigadora de adaptación de la Universidad de las Bahamas y participante del informe. Gran parte de África, de América Central y del Sur y el sur de Asia son «puntos calientes» en los que se esperan los peores daños a las personas y los ecosistemas.
La escasez crónica de agua afectará al sur de Europa
Con un calentamiento de 2 grados centígrados, entre 800 millones y 3.000 millones de personas enfrentarían una escasez crónica de agua debido a la sequía, incluido más de un tercio de la población del sur de Europa. Los rendimientos de los cultivos y las cosechas de peces serían mínimos. Otros 1,4 millones de niños en África podrían enfrentar desnutrición severa.
Con 3 grados de calentamiento, el riesgo de fenómenos meteorológicos extremos podría multiplicarse por cinco para finales de siglo. Las inundaciones provocadas por el aumento del nivel del mar y las tormentas más intensas causarían cuatro veces más daños económicos que en la actualidad. Hasta el 29% por ciento de las especies conocidas de plantas y animales podrían enfrentar un peligro cierto de extinción.
“El sur de Asia, y en particular la India, ya enfrenta mayores riesgos debido al aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, deslizamientos de tierra y sequías, ciclones, olas de calor y de frío, y el aumento del nivel del mar. La densa población y los bajos ingresos familiares en la región incrementan la vulnerabilidad y el riesgo. Necesitamos urgentemente adoptar medidas inmediatas para construir un país resistente al clima y a prueba de desastres”, dijo Roxy Mathew Koll, científica del Instituto Indio de Meteorología Tropical.
Edward R. Carr, profesor de desarrollo internacional en la Universidad de Clark y autor del informe fue más enfático. “La elección no es si nos transformamos o no. La elección es si elegimos las transformaciones que nos gustan o somos transformados por lo que le hemos hecho al mundo», dijo.
Ya dos especies, el mamífero Bramble Cays melomys, en Australia, y el sapo dorado, en América Central, se han extinguido debido al cambio climático. “Vendrá mucho más con cada mínimo calentamiento», dijo Poertner.
La salud mental, otra víctima del cambio climático
Por primera el informe del IPCC incluye la salud mental como uno de los costos que ha cobrado el cambio climático. Afecta tanto en las personas desplazadas o perjudicadas por el clima extremo como en el nivel de ansiedad de las personas, especialmente entre los niños y los jóvenes preocupados por su futuro.
“Una parte del desafío de la salud mental son los temores apocalípticos entre las generaciones jóvenes. Debemos tener cuidado con la forma en que comunicamos los hallazgos. Sobre todo si hablamos del colapso de la biosfera y la desaparición de la humanidad”, dijo Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, en la apertura de la 55ª sesión del organismo que recopila la opinión científica sobre el calentamiento global.