Los países ralentizaron el impulso de la instalación de energías limpias durante la pandemia, aunque no la detuvieron. Superada la emergencia de salud, la AIE aguardaba expectativas más gratificantes en la transición energética mundial, pero encuentra una brecha grande entre las ambiciones y lo realizado. Sostiene que los compromisos globales para crear capacidad de energía renovable no están ni cerca de lo necesario para detener el cambio climático.
La Agencia Internacional de Energía se ha llevado gratas sorpresas al medir, al menos, el auge de los vehículos eléctricos. Pero sugiere dar un paso gigante hacia adelante en materia de energías limpias para mantener las temperaturas dentro de los objetivos de 2030.
«Para cumplir las ambiciones nacionales y difundir el progreso más ampliamente, el ritmo de despliegue debe acelerarse en la mayoría de países importantes, incluidos la Unión Europea, EE UU y la India», dice el informe. Específicamente en Estados Unidos, la AIE dice que la infraestructura de energía renovable debe aumentar un 50% más rápido de lo que ya está, según las cifras de 2022.
“La cantidad de capacidad de energía renovable que Estados Unidos y Canadá pretenden instalar para 2030 es cercana a los 1.000 gigavatios, el doble de su base instalada actual y el 13% del total mundial”, refiere el documento. Pero eso enmascara dónde reside la carga entre los dos países. En 2022, la agencia señaló que más del 60% de la energía estadounidense procedía de combustibles fósiles. En Canadá más del 80% de la generación de energía provino de fuentes renovables.
El gobierno Biden anunció la semana pasada que los créditos fiscales que normalmente se aplican a fuentes renovables como la eólica y la solar se ampliarán para incluir proyectos de energía nuclear.
Energía renovable para frenar el cambio climático
Algunas comunidades en EE UU están aprobando restricciones a proyectos de energía renovable dentro de sus fronteras. Ordenanzas o decretos que contravienen la ruta verde del gobierno de Biden y ponen en riesgo la transición energética y sus eventuales beneficios colectivos.
La Administración de Información Energética de EE UU espera que la nueva capacidad de energía renovable reduzca la generación de electricidad de las centrales alimentadas con carbón y gas natural en 2024, como una contribución para atenuar el cambio climático.
Asegura que las adiciones de capacidad de generación renovable en el sistema son menos inciertas que otros pronósticos. Sin embargo, la electricidad realmente generada a partir de fuentes renovables y no renovables varía según las condiciones climáticas y la dinámica del mercado. Adelanta sin embargo que en este aspecto donde radica la mayor parte de la incertidumbre.
La energía eólica y solar representaría el 18 % de la generación de electricidad de EE UU en 2024. Afirma que las fuentes de energías renovables has aumentado de manera constante en Estados Unidos durante la última década. En 2022, la generación de energía eléctrica a partir de todo tipo de energías renovables representó casi una cuarta parte de la generación total del sector eléctrico estadounidense.
BloombergNEF afirma que casi 1 teravatio de nueva capacidad solar y eólica se conectará a la red eléctrica de EE UU entre 2024 y 2035. Incluso teniendo en cuenta los retiros planificados de centrales eléctricas, esto impulsará un aumento del 80% en la capacidad de generación de energía nominal de ese país para 2035.
Sin embargo la agencia considera insuficientes los esfuerzos globales por lograr el objetivo de la COP28 de triplicar la capacidad de estas energías para 2030.
Meta ambiciosa pero alcanzable
La AIE encuentra que la energía renovable está en el centro del logro de los objetivos internacionales. Pero muy pocos países han establecido explícitamente objetivos para 2030 en lo que respecta a la capacidad instalada en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC en inglés) existentes bajo el Acuerdo de París.
Los compromisos oficiales en las NDC ascienden actualmente a 1.300 GW, apenas el 12% de lo que se requiere para cumplir el objetivo global de triplicación fijado en Dubái.
Un nuevo análisis país por país realizado por la AIE concluye que las ambiciones internas de los gobiernos van mucho más allá. Correspondiendo a casi 8 000 GW de capacidad renovable instalada mundial para 2030.
Si los países incluyeran todas sus políticas, planes y estimaciones existentes en sus nuevas NDC previstas para 2025, reflejarían el 70% de lo que se necesita para 2030 para alcanzar el objetivo de triplicar. Se corresponde a 11.000 GW de capacidad renovable instalada en todo el mundo.
Esto indica un amplio margen para que los países alineen sus NDC con sus ambiciones internas actuales. Aunque el informe enfatiza que los países también necesitan acelerar su implementación. Al mismo tiempo, los países deben aumentar sus ambiciones para alinearse con el objetivo de triplicar.
“En la COP28, casi 200 países se comprometieron a triplicar la capacidad de energía renovable en esta década. Una de las acciones críticas para mantener vivas las esperanzas frenar el cambio climático. Este informe deja claro que el objetivo es ambicioso pero alcanzable. Aunque sólo si los gobiernos convierten rápidamente las promesas en planes de acción”, afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
Grandes avances y grandes desafíos
Más países están recurriendo a energías renovables como la solar fotovoltaica y la eólica luego de una fuerte caída de los costos durante la última década y de los esfuerzos de los gobiernos para construir sistemas energéticos resilientes con menores emisiones.
Según el informe, la cantidad de capacidad renovable agregada en todo el mundo cada año se ha triplicado desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015. Esto se debe en gran medida al apoyo político, las economías de escala y el progreso tecnológico. Al reducir el costo de la energía solar fotovoltaica y la energía eólica en más del 40% durante el mismo período y los hizo competitivos con los combustibles fósiles. Las adiciones globales de capacidad renovable alcanzaron casi 560 GW en 2023, un aumento interanual sin precedentes del 64% con respecto a 2022, al que China fue, con diferencia, el mayor contribuyente.
No obstante, la AIE observa que persisten desafíos clave, como los largos tiempos de espera para los permisos de proyectos. Así como la inversión inadecuada en infraestructura de red, la necesidad de integrar de manera rápida y rentable las energías renovables variables. Y los altos costos de financiamiento en las economías emergentes y en desarrollo.
El informe propone acciones específicas que los países pueden tomar para abordar estos obstáculos. Por ejemplo, sobre la reducción de los costos financieros para mejorar la financiabilidad de los proyectos renovables, Plantea enfoques como mejorar la visibilidad de las políticas a largo plazo. Apoyar proyectos en la fase de predesarrollo y reducir los riesgos de precios, inflación y tipo de cambio.