El índice de precios al consumidor en Estados Unidos tiene bajo tensión a la Reserva Federal y a todos los agentes económicos. Empresas, mercados de capitales y consumidores tratan de sacar provecho a una espiral que no parece detenerse, pese a los esfuerzos oficiales. Las cadenas de restaurantes de comida rápida son un indicador del comportamiento de la economía y sus resultados denotan que la inflación en EE UU las coloca en una encrucijada: ¿aumentar precios para elevar ganancias?
El paladar de los estadounidenses suele tener predilección por las hamburguesas, papas fritas, alitas de pollo, pizzas. No solo por los precios accesibles a los presupuestos limitados, o por la rapidez de sus despachos, sino por el disfrute de degustarlos. La inflación, que ha costado revertir, ejerce presión en las utilidades de las grandes empresas de alimentos como McDonald’s, Wendy’s, KFC y Pizza Hut, entre otras.
La tasa de variación anual del índice de precios en EE UU en marzo de 2024 ha sido del 3,5%, 3 décimas superior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC ha sido del 0,7%, de forma que la inflación acumulada en 2024 es del 1,8%, según la Oficina de Estadísticas Laborales.
Esperaban que sería menor y que la inflación subyacente, sin contar alimentos y energía, bajara una décima, hasta el 3,7%, pero no. Se ha mantenido en el 3,8%. La cifra es recibida por los mercados con descensos en la Bolsa en alrededor del 1% en los principales índices. Mientras, las autoridades insisten en elevar de 2,1 a 2,6% sus previsiones de crecimiento económico en 2024. Este es un año electoral.
«Definitivamente hay que apretarse el cinturón», dijo Jerry Sheldon, vicepresidente de la firma de investigación de mercado IHL Group, sobre los clientes cansados de la inflación.
Cómo enfrentan la inflación las cadenas de comida rápida
El desempeño económico se traspasa a la manufactura, a las cadenas de valor y el comercio final. Las grandes cadenas de comida rápida y otras empresas de alimentos han luchado por evitar que la inflación afecte las ventas. Los ejecutivos dicen que está impactando los precios, el tráfico peatonal y los planes de crecimiento, reseñó Quartz. Un sitio en internet dedicado a los negocios, finanzas, economía, tecnología, estilo de vida.
Varios informes de ganancias trimestrales de algunas de las mayores empresas de alimentos han puesto de relieve los mayores precios de los menús, la escasez de mano de obra, los aumentos salariales y los esfuerzos de recuperación, a veces con el apoyo de inteligencia artificial.
«Los consumidores están gastando, pero están siendo muy cuidadosos con lo que gastan y cuánto gastan», señaló a CNBC el director ejecutivo de Amazon, Andy Jassy. “Y así, siempre que pueden, están negociando a la baja un precio de venta promedio. Ves a los consumidores dondequiera que puedan encontrar una oferta, la aceptan”.
Los sectores minoristas de alimentación y hostelería, que incluyen restaurantes informales y tiendas de comestibles, están lidiando con estos desafíos. Los ejecutivos están conscientes de que los consumidores están aprovechando cada dólar. Advierten que sus empresas podrían recuperar a los clientes centrándose en precios más bajos, ventas en sus aplicaciones y haciéndolo todo con menos empleados.
En Wendy’s, por ejemplo, eso significa tener cuidado con los precios. La empresa presentó problemas internos ante la posibilidad de aplicar un “aumento de precios” o “precios dinámicos”, como Wendy’s prefería llamarlo. La multinacional dio marcha atrás en medio del revuelo.
Nick Villa, economista de Moody’s, resaltó “el creciente descontento entre muchos estadounidenses después de años de ver una erosión perceptible en su poder adquisitivo de bienes y servicios”.
Maneras de mantener precios y ventas
A pesar de la disyuntiva que supuso aumentar o elevar los precios, Wendy’s informó un aumento del 2,6% en el crecimiento de las ventas globales durante este primer trimestre de este año. Pero no cumplió con las expectativas de ganancias de Wall Street. Eso se debió en parte a que los consumidores que ganaban menos de 75.000 dólares al año retrocedieron, afirmó Gunther Plosch, director financiero de Wendy’s.
Plosch también dijo que la empresa no «se volverá demasiado codiciosa» en lo que respecta a los precios.
Los consumidores con mayores ingresos no se han sentido tan asustados por los precios más altos, recoge Quartz en su investigación. Chipotle aumentó los precios un 7% y aún así reportó un aumento del 7% en las ventas durante el primer trimestre del año. Ese crecimiento fue impulsado en parte por la apertura de nuevos restaurantes y mayores ventas. Así como por las ventas digitales, como los pedidos en su aplicación, representaron más del 36% de los ingresos totales de alimentos y bebidas.
Wingstop muestra una situación similar. Su director ejecutivo, Michael Skipworth, comentó que el restaurante de alitas de pollo está «atrayendo a un grupo demográfico de mayores ingresos, principalmente de la Generación Z y millennial». Dijo que los clientes son principalmente aquellos «que prefieren la interacción digital y tienden a pedir alitas deshuesadas».
En los resultados se observa que la inflación no afecta a todas las cadenas de comida rápida por igual. El popular Big Mac y papas fritas en McDonald’s ya no es tan atractivo para los consumidores de bajos ingresos como antes. La multinacional luchando en su competencia con otras cadenas por clientes de menor nivel, que siguen huyendo a la inflación.
Decisiones y resultados diferentes
McDonald’s aumentó los precios del menú un 10% en 2023. Desde 2014, ha aumentado los precios de su menú un 100%, según un estudio realizado por FinanceBuzz. La firma de datos señaló que algunos artículos, incluidos sus sándwiches McChicken y papas fritas de tamaño mediano, han experimentado aumentos de precios de casi un 200%.
Aun así, McDonald’s dijo que las ventas en Estados Unidos crecieron un 2,5% durante su primer trimestre. Esto se debió en parte a los precios más altos del menú, lo que aumentó el tamaño promedio de los cheques. Pero las ventas generales de empresa en el trimestre cayeron año tras año, debido tanto a que los consumidores en ese país ajustaron sus billeteras.
La desaceleración es una llamada de atención, dijo el director ejecutivo de McDonald’s, Chris Kempczinski. Argumentó que «los consumidores son más exigentes con cada dólar que gastan».
McDonald’s no es el único que lucha por llegar a los consumidores. Starbucks confió que las ventas en mismas tiendas cayeron un 4% durante su segundo trimestre. Y Yum Brands, propietaria de KFC, Pizza Hut y Taco Bell, indicó que las ventas comparables en todo el mundo disminuyeron un 3% en su primer trimestre. Sus divisiones KFC y Pizza Hut cayeron un 2% y un 7%, respectivamente. Las ventas de Taco Bell aumentaron un 1%.
Algunas tiendas de comestibles podrían ser las ganadoras del efecto dominó de la inflación, por ahora.
Algo más que inflación
Según Mail Online los estadounidenses están cansados de aumentos en los precios de la comida rápida, por encima de la inflación.
Las cifras del Departamento de Trabajo de EE UU muestran que los precios de la comida rápida son un 33% más caros que en 2019. En comparación, los costos de los comestibles aumentaron solo un 26%, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) general aumentó un 19% en ese tiempo, señaló el portal de noticias británico.
Cadenas como McDonald’s, KFC y Wendy’s han sido acusadas repetidamente de «avaricia», la práctica de aumentar los precios más de lo necesario mientras se culpa a la inflación.