Los indicadores económicos señalan que la inflación subyacente repuntó levemente en junio. El alza sigue sin alcanzar la mejoría esperada por el Banco Central Europeo (BCE).
La inflación general se mantuvo estable en 1,2%, un dato muy por debajo del objetivo del BCE que es de casi 2%. Sin embargo, la cifra de inflación subyacente que excluye los volátiles precios de alimentos y energía, se ubicó en 1,2%, saltando desde el 1% registrado en el mes de mayo.
Euro area #inflation stable at 1.2% in June https://t.co/OQbONHHJZV pic.twitter.com/rdgM6gT8R9
— EU_Eurostat (@EU_Eurostat) June 28, 2019
BCE a la expectativa por inflación y crecimiento
Mario Draghi, presidente del BCE, advirtió que en un futuro no muy lejano se producirá una mayor relajación de la política monetaria a menos que mejoren las cifras de inflación y haya una mejor perspectiva de crecimiento.
De esta manera, el BCE se ha visto obligado a maniobrar ante la disminución del crecimiento económico en la zona euro y las presiones sobre los precios a lo largo del año.
Situación inflacionaria compleja
Aunque el alza de la inflación subyacente es notable y está en línea con las expectativas del BCE, aún está por debajo de la cifra de abril. Esto sugiere que las políticas y presiones generales sobre los precios han dado resultados modestos para llegar a una línea inflacionaria acorde con la estabilidad monetaria deseada en la zona euro.
Esta situación de débil inflación ha dejado perplejos durante mucho tiempo a los responsables del BCE, que buscan generar un cuadro económico en donde puedan estabilizar la inflación hacia arriba.
Otros datos indican que el bloque monetario de 19 países ha creado más de 10 millones de puestos de trabajo desde los peores días de su crisis de deuda y el empleo es el más alto registrado.
Asimismo, los salarios también están aumentando relativamente rápido, creando un entorno perfecto para las subidas de precios que equilibren el panorama las previsiones económicas del BCE.
Crecimiento aletargado
No obstante, a pesar de este escenario óptimo, la inflación sigue siendo muy débil. Una de las causas es que las empresas prefieren sacrificar sus propios márgenes en lugar de aumentar los precios.
El principal problema es que si los precios no subieron durante los tiempos de bonanza, es poco probable que lo hagan durante una desaceleración económica.
El crecimiento lento de la zona euro es de sólo el 1,2% este año, menos de la mitad de la cifra de 2017. Además, una reciente serie de indicadores poco alentadores sugieren que esta podría ser una estimación optimista.
Para más información visite Cambio16.
Lea también: Ibex y otros índices europeos mantienen la cautela ante la expectativa por los avances de la cumbre del G20