Por Borja Rodrigo (Efe)
05/08/2016
Prepararse en la mitad de tiempo. Es el reto de los microbiólogos que se formen con la nueva regulación académica sanitaria, que tampoco incluye las enfermedades infecciosas como especialidad, según alertan los infectólogos, quienes prevén que se quedarán sin relevo en unos años.
El Real Decreto de Troncalidad que regula esta materia, aprobado hace dos años, modifica el sistema de Formación Sanitaria Especializada y aglutina en cinco grupos las especialidades en Medicina por competencias comunes. De esta forma, cuando la norma se aplique efectivamente, la Microbiología quedará incluida en la especialidad de Laboratorio y Diagnóstico Clínico, y el tiempo de formación se reducirá a la mitad, explica a Efe Rafael Cantón, microbiólogo y presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
Los futuros residentes MIR de Microbiología que se formen con la nueva normativa dispondrán de, como mucho, dos años y medio para formarse. «Un tiempo insuficiente para preparar a un microbiólogo«, critica Cantón, quien tilda de «sinsentido» el texto aprobado.
Esta situación, afirma, se traducirá en que los microbiólogos estén «menos capacitados» para hacer frente a futuras crisis sanitarias y también en un retroceso en el nivel de producción científica en Microbiología, donde España ocupa la sexta posición mundial.
Fuentes del Ministerio de Sanidad explican que el futuro residente de Microbiología adquirirá durante el periodo troncal (de formación común a otras especialidades) «las competencias transversales que le van a ser necesarias como especialista» e inciden en que no se verá afectado el nivel de cualificación de estos profesionales. Añaden que, si con esta metodología queda acreditado que no se adquieren las competencias que corresponden al período específico de la especialidad, se podría añadir un año de formación.
En cuanto a Enfermedades Infecciosas, el Real Decreto establece que será un Área de Capacitación Específica (ACE), es decir, los médicos podrán formarse en ella como «superespecialidad» durante dos años una vez finalizada la residencia en la especialidad inicial. Desde el Ministerio explican que el Real Decreto cumplirá «con creces» los requisitos exigidos desde la Unión Europea y que en ningún caso esto significa un «deterioro de la asistencia ni una disminución del nivel de cualificación«.
Asimismo, inciden en que, aunque es una opción legítima, las administraciones sanitarias responsables de los Servicios de Salud no comparten que Enfermedades Infecciosas sea una especialidad teniendo en cuenta que «es una actividad transversal». Sin embargo, José Miguel Cisneros, infectólogo y vicepresidente del Seimc, opina que no reconocerlas como una especialidad provocará un problema de «relevo generacional».
Junto a España son tres los países de la UE que no lo admiten como especialidad: Chipre, Bélgica y Luxemburgo, indica Cisneros. Y recuerda que estos profesionales se formaron de «manera autodidacta» durante los años ochenta y los siguientes, con el «boom» del consumo de drogas, así como con la propagación del VIH, lo que llevó a que diversos grupos de médicos comenzaran a prepararse en estas áreas. Algo que, añade, ha llevado a que existan más de cien unidades de enfermedades infecciosas en España.
Cisneros asegura que la mayoría de estos médicos rondan una media de edad que supera los 55 años, que «son quienes comenzaron a formarse cuando surgieron estas crisis infecciosas». Es por esto que, argumenta, el relevo generacional de estos médicos «autoformados» no está asegurado, puesto que, al no existir una especialidad que asegure su continuidad, «nos arriesgamos a quedarnos sin infectólogos«.
Los estándares europeos Médicos Especialistas (UEMS) establecen entre cuatro y cinco años como mínimo para formar a profesionales en estas dos áreas. Es por esto que, desde la Seimc, creen que esta situación implicará que estos médicos no puedan trabajar en el extranjero al no existir convalidación ni que especialistas de fuera ejerzan en hospitales españoles.
Sin embargo, desde Sanidad apuntan que el régimen general europeo de reconocimiento de títulos de formación y de cualificaciones profesionales «garantiza» la libre circulación de estos médicos. Y las fuentes ministeriales defienden, por tanto, que infectólogos y microbiólogos que se formen cuando comience a aplicarse el Real Decreto cumplirán con creces los requisitos exigidos en la UE.