La industria del petróleo y gas, impulsada por una serie de nuevos proyectos para alimentar la creciente demanda, está en su mejor momento de forma de los últimos cinco años, pero los analistas advierten de que quizá no deba precipitarse y apuntan a la amenaza que supone el auge de la energía renovable.
La firma Vitol, que opera con materias primas, prevé que el comercio de gas natural licuado (GNL) se duplique hasta alcanzar los 600 millones de millones de toneladas por año (mtpa) en los próximos ejercicios, en sintonía con las previsiones del productor ruso de GNL Novatek, que espera 700 mtpa anuales para el año 2030.
Para satisfacer esa demanda, las empresas están trabajando en las decisiones finales de inversión para una nueva ola de megaproyectos.
«El sector tiene confianza», dijo Christian Brown, presidente del negocio de gas y petróleo de SNC Lavalin, una empresa canadiense de gestión de proyectos industriales.
«En lo que va del año, hemos ofertado casi el doble que el año pasado para proyectos de gas disponibles«, dijo. SNC Lavalin obtuvo el 36 por ciento de sus ingresos del año pasado (9.300 millones de dólares en total) en el sector del petróleo y gas.
Brown dijo que la industria estaba en su mejor forma desde 2014, cuando la caída de los precios de petróleo y gas llevó a una agresiva reducción de costes y a la cancelación de proyectos. Según este directivo, la mayor parte del crecimiento provenía de petróleo y gas no convencionales de Estados Unidos.
«Van a toda mecha. Las decisiones se toman rápidamente», dijo a Reuters durante el salón Gastech celebrado esta semana en Barcelona.
Señales de advertencia
Aun así, no todos están convencidos de que el sector tenga tantos motivos para generar confianza. Advierten de que el rápido aumento de la generación de energía renovable barata, junto con la mejora en la tecnología de las baterías, quitaría cada vez más cuota de mercado al gas.
«La industria de petróleo y gas está sufriendo una gran reestructuración debido a la electrificación y las energías renovables», dijo Bernadette Cullinane, de Deloitte Consulting.
«Los productores de GNL deben reducir los costes para competir con la energía solar más el almacenamiento«, dijo. Advirtió que los proyectos que compiten por las inversiones, pero que no pueden reducir los costes lo suficiente como para competir con las energías renovables, probablemente fracasarán.
Tras un fuerte descenso del precio de los paneles solares y la mejora de la eficiencia, la capacidad global de energía solar ha aumentado de tan solo 15 gigavatios (GW) hace una década a alrededor de 400 GW, según mostraron los datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena). La mayoría de las previsiones esperan que la capacidad se duplique nuevamente a mediados de la década de 2020.
«Somos una industria en constante cambio. Hay medidas públicas en todo el mundo y desarrollos tecnológicos que desafían las perspectivas centrales de la industria del gas», dijo Deepa Poduval, directora general para petróleo y gas en la firma estadounidense de ingeniería Black & Veatch.
La industria del gas solo crece entre el 1 y el 2 por ciento anual, dijo Dumitru Dediu, quien dirige el grupo global de gas y GNL en la consultora McKinsey & Company.
A juzgar por las ventas de grandes turbinas de gas, el crecimiento puede ralentizarse aún más, con un descenso este año desde el equivalente a 70 GW vendido a principios de la década, a menos de 30 GW este año, según GE, uno de los principales fabricantes de estas turbinas.
Siemens, un gran fabricante de turbinas, dijo que el crecimiento de las energías renovables fue la razón principal de una caída del 56 por ciento en las ganancias de su división de energía y gas en el tercer trimestre.
«Dado lo rápido que está ocurriendo esta transformación, creemos que la industria del petróleo y el gas debe actuar ahora», dijo Cullinane, de Deloitte.
Fuente: Reuters
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