En un desesperado mensaje a Occidente, Volodymyr Zelensky, denunció las “atrocidades que están cometiendo las tropas rusas, al bombardear una maternidad y un hospital infantil» en Mariúpol, Ucrania. El líder ucraniano pidió, una vez más, que “se cierre el espacio aéreo de Ucrania”. Mientras, crecen la conmoción e indignación en el mundo.
Zelenski responsabilizó al ejército ruso de los ataques a objetivos civiles y centros de salud, y lo calificó como «un crimen de guerra». Se refirió al ensañamiento militar ruso por hacerse de territorios estratégicos, violando derechos humanos y convenios internacionales.
“Adultos y niños están bajo los escombros al derribar hospitales. ¡Qué atrocidad! ¡Cierren el cielo ahora mismo! ¡Frenen las matanzas! Tienen la capacidad, el poder de hacerlo, pero parece que están perdiendo la humanidad», indicó en un efusivo exhorto al mundo.
El vicealcalde de Mariúpol, Sergei Orlov, informó que al menos 3 personas, incluido un niño, murieron en el ataque. Otras 17 personas resultaron heridas, entre ellas mujeres embarazadas. «Estoy absolutamente seguro de que (las tropas rusas) conocen esta instalación. Este es el tercer hospital que han destruido en esta ciudad», le dijo a la BBC.
El Consejo de la Ciudad de Mariúpol afirmó que el bombardeo fue un acto de barbarie. Videos y fotografías muestran los restos del edificio con las ventanas y puertas destruidas. También se pueden ver autos quemados y un enorme cráter a las puertas de centro hospitalario.
Pavlo Kyrylenko, jefe de la administración militar regional de Ucrania, en Donetsk, señaló que la sala de maternidad, la sala de niños y la sala de terapia del hospital son un montón de escombros. «No entendemos cómo es posible que bombardeen un hospital infantil. La gente no puede creerlo», añadió Orlov.
Atrocidad: ataque ruso a hospital infantil en Ucrania
Los bombardeos a una maternidad y a un hospital infantil en Ucrania conmocionó la opinión internacional. Líderes mundiales y jefes de Estafo lo ha condenado. La Casa Blanca calificó como «bárbaro» el ataque de tropas rusas. Y el gobierno del Reino Unido como «depravado».
La organización Médicos sin Fronteras, que tiene personal destacado en Ucrania, comentó que su equipo está «horrorizado» ante el ataque. «En una ciudad en la que el sistema sanitario está al borde del colapso, privar a la gente de la tan necesaria asistencia sanitaria es una violación de las leyes de la guerra», detalló.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director la OMS, precisó que la entidad ha confirmado en Ucrania 18 ataques contra instalaciones sanitarias, trabajadores sanitarios y ambulancias. La ONU ha confirmado 516 muertes de civiles en Ucrania, pero considera que las cifras reales son «considerablemente más altas».
La UNICEF destacó que la guerra en Ucrania supone una amenaza inmediata y grave para las vidas y el bienestar de 7,5 millones de niños y niñas. Las necesidades humanitarias se intensifican e incrementan cada hora. Hay niños y niñas muertos. Hay niños y niñas heridos. Más de un millón de niños han huido de Ucrania mientras las familias buscan desesperadamente seguridad y protección.
La comisionada para Derechos Humanos de Ucrania, Liudmila Denisova, confirmó la muerte de unos 38 niños desde el inicio de la guerra y cerca de 71heridos. «La cifra puede ser superior. Es imposible lograr información precisa sobre el número de muertos y heridos en Mariúpol, la región de Donetsk e Irpin».
Contradicción en las versiones rusas
Mariúpol, es ciudad donde las tropas rusas atacaron a una maternidad y un hospital infantil. Está ubicada en el sureste de Ucrania y es una zona clave para las milicias rusas. Su control permitiría el paso y las conexiones entre las repúblicas separatistas de Donestk y Lugansk. Así como con la península de Crimea, región anexionada por Rusia (no reconocido internacionalmente) en 2014 tras un referéndum.
La situación en Mariúpol es «apocalíptica» dijo la Cruz Roja. El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, aseguró que el ejército ruso continúa reteniendo a más de 400.000 personas «como rehenes» en Mariúpol y «bloquea la evacuación y el paso de ayuda humanitaria». Manifestó que casi 3.000 recién nacidos pronto se quedarán sin medicinas ni alimentos. «¡El mundo debe actuar de inmediato! ¡Los bárbaros rusos deben detener la guerra contra los civiles y los niños!», afirmó Kuleba.
Mientras, Reuters destacó dos versiones del gobierno ruso respecto a los ataques a hospitales. En una primera declaración, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a la agencia: «Las fuerzas rusas no disparan contra objetivos civiles». Y la segunda señaló que se investigaría el incidente. «Definitivamente le preguntaremos a nuestro ejército, porque ni ustedes ni yo tenemos información clara sobre lo que sucedió allí. Es muy probable que los militares proporcionen alguna información», dijo Peskov.