Profundo estupor e indignación en Irán y en la comunidad internacional por las ejecuciones en la horca de dos jóvenes: un campeón de karate y un entrenador voluntario de niños por participar en las masivas protestas desde septiembre en ese país. Con esta brutal acción del régimen de Ebrahim Raisi se eleva a cuatro el número total de personas que han sido ejecutadas. A raíz de la ola de manifestaciones imparables por la muerte de la joven Mahsa Amini, bajo custodia de la policía de la moral.
Mohammad Mehdi Karami de 22 años y Seyed Mohammad Hosseini de 39, fueron ahorcados en la madrugada de este sábado. Ambos hombres, que supuestamente participaron en protestas contra el régimen en 2022, fueron condenados por matar a Seyed Ruhollah Ajamian. Miembro de la fuerza paramilitar Basij del país, en Karaj el 3 de noviembre, según la agencia de noticias judicial de Irán Mizan.
Los abogados de Hosseini afirmaron que lo golpearon y le vendaron los ojos mientras estaba en prisión para que hiciera confesiones falsas. En cuanto a Karami, su defensor Mohammad Hossein Aghasi publicó en Twitter que no le otorgaron una última palabra para hablar con su familia antes de su ejecución. El abogado agregó que Karami había iniciado una huelga de hambre de alimentos secos este miércoles, como una forma de protesta contra los funcionarios por no permitir que Aghasi lo representara.
Activistas y oenegés por los derechos humanos denuncian lo que dicen ser un juicio «farsa». Mientras tanto, la Unión Europea se mostró «consternada» por la ejecución de Mohammad Mahdi Karami y Seyyed Mohammad Hosseini, indicó el jefe de la diplomacia comunitaria Josep Borrell.
El Departamento de Estado de EE UU condenó «en los términos más enérgicos» el «simulacro de juicios y ejecución” de dos hombres en Irán.
Otras dos ejecuciones en Irán
La UE denuncia una «nueva señal de represión violenta de las manifestaciones» en Irán con estas nuevas ejecuciones. Y «pide una vez más a las autoridades iraníes que pongan de inmediato fin a la práctica altamente condenable de pronunciar y ejecutar condenas a muerte contra los manifestantes», agregó el vocero en un comunicado.
Asimismo, pidió «anular sin demora las recientes sentencias a muerte ya dictadas en el contexto de las manifestaciones».
Hasta 41 manifestantes más han recibido sentencias de muerte en los últimos meses, según declaraciones tanto de funcionarios iraníes como de medios iraníes. pero el número de los condenados podría ser mucho mayor, reseñaron CNN y el portal de noticia 1500Tasvir.
También el Centro de Derechos Humanos en Irán (CHRI) se pronunció contra estos hechos que han conmocionado a la comunidad internacional. “Es una escalada del uso de la fuerza letal por parte de la República Islámica de Irán para aplastar la disidencia que debe ser urgentemente abordado por la comunidad internacional”.
El director ejecutivo de CHRI, Hadi Ghaemi señaló que “estos hombres no fueron ejecutados después de un proceso judicial, fueron linchados”.
“Desde el momento en que fueron arrestados, fueron considerados culpables sin posibilidad de que se probara su inocencia porque los casos en su contra tenían motivaciones políticas”, agregó. “La República Islámica de Irán está utilizando ejecuciones y fuerza letal contra los manifestantes callejeros para infundir terror en los corazones de la población. Y aplastar las esperanzas y los llamamientos de cambio”.
Adicionó que “hace mucho tiempo que los países que mantienen relaciones con Irán deben retirar a sus embajadores y exigir una moratoria de las ejecuciones, así como el uso de la violencia por parte del Estado para aplastar la disidencia.
Historias truncadas
Karami, de 21 años, era un campeón de karate iraní-kurdo, que lucía un tatuaje de los anillos olímpicos en la parte interior de su brazo. Su primo le dijo a The Guardian que Karami fue un niño valiente e inteligente y que comenzó a practicar karate a los 11 años. Luego se unió al equipo nacional juvenil iraní y ganó en los campeonatos nacionales.
El mes pasado, los padres de Karami publicaron un video en las redes sociales rogando al estado que le perdonara la vida. Su padre dijo: “Mi hijo se encuentra entre los campeones de karate de Irán y tiene varios títulos nacionales. Y fue el cuarto miembro clasificado en el equipo nacional de Irán… Le ruego que levante la orden de ejecución”.
El régimen de Irán desoyó las súplicas y procedió a las ejecuciones de Karami y Hosseini. A la fecha, solo al jugador de futbol iraní Amir Nasr Azadani le ha sido postergada la condena. Figuras del deporte y espectáculo, como Leo Messi y Shakira, junto a federaciones mundiales de fútbol, pidieron su perdón a pocas de horas de la Copa Mundial en Qatar.
Entretanto, a Karami lo condenan el 5 de diciembre, menos de una semana después de que comenzara su juicio en Teherán por el presunto asesinato de los paramilitares.
Por su parte, Seyyed Mohammad Hosseini es recordado por un parlamentario alemán quien abogó por su caso debido a su trabajo como voluntario con niños. “La historia de #SeyedMohammadHosseini es muy triste. Perdió a sus dos padres. Visitaba sus tumbas todos los jueves. Entrenaba a niños gratis”, escribió Ye-One Rhie en Twitter.
Horror en Irán
Antes de estas ejecuciones en Irán, el régimen de ese país conderó a la horca el 8 de diciembre al primero de los 11 condenados a muerte. Por participar en la reciente ola de protestas antigubernamentales que sacuden al país desde mediados de septiembre.
Las autoridades persas informaron que a Mohsen Shekari, lo declararon culpable del delito de «odio contra Dios» por un Tribunal Revolucionario.
A Shekari se le señaló de «alborotador», por participar en el bloqueo de una avenida y por herir a un miliciano en medio de las protestas que estallaron en el país musulmán a mediados de septiembre, luego de la muerte, a manos de las autoridades, la joven de Mahsa Amini, por «no utilizar correctamente» el hijab (velo islámico).
Cuatro días después, el 12 de diciembre, se llevó a la horca a Majid Reza Rahnavard. Por presuntamente asesinar con arma blanca a dos agentes de seguridad y herir a otros cuatro. La agencia oficial del Poder Judicial de Irán, Mizan Online informó de su ejecución pública. A Shekari se le detuvo por el delito de «guerra contra dios» cuando intentaba huir del país.
Al joven se arrestó el 19 de noviembre y su juicio se celebró el 29, mismo día en que se condenó a muerte. Después de supuestamente confesar sus crímenes, según Mizan. Irán se enfrenta a una oleada de manifestaciones desatadas por la muerte, el pasado 16 de septiembre, de Jina Mahsa Amini. Una kurda iraní de 22 años fallecida tras su detención por la policía de la moral por infringir el estricto código de vestimenta de la República Islámica.
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