POR NARKYS BLANCO
29/09/2017
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Los futuros desarrollos en la industria de la energía solar podrían convertir en exportadora mundial de eso precisamente, del fruto del brillo del sol, a la India, así como a otros países con alta exposición a la luz solar que, eso sí, cuenten con una capacidad tan significativa como la del gigante asiático para generar energía renovable a partir de esta fuente.
Ese posible papel futuro como potencia mundial de la energía renovable está pendiente de los avances tecnológicos que se avecinen fundamentalmente en un campo: el del combustible solar. Además, son muchos los expertos consideran que los combustibles solares van a ser la clave para satisfacer la demanda de energías limpias del futuro.
Así, ¿y si la energía captada del sol en un país como la India pudiera ser almacenada, transportada y empleada en cualquier momento y lugar del mundo? Ahí, precisamente, se orientan muchos de los esfuerzos de la industria que, para avanzar hacia los combustibles solares, tiene que atinar a dar respuesta al menos a un gran desafío: el almacenaje a gran escala del excedente de energía renovable. En ello se vuelcan hoy tantos expertos, administraciones y empresas que hasta Google anda a la búsqueda de la solución definitiva al almacenamiento.
Los esfuerzos de la industria se concentran también en los combustibles líquidos solares y en crear productos que sean compatibles con las infraestructuras energéticas que existen en la actualidad.
En esa carrera está, por ejemplo, Breakthrough Energy Ventures (BEV). Este fondo promovido por Bill Gates está dispuesto a invertir allá donde haya una “idea radical” que consolide el avance de las energías renovables. Y en ese camino, los combustibles solares no pueden faltar.
La India quiere solar por liquido
En ellos echa también el resto CSIRO, que trabaja en la obtención de hidrógeno de gran pureza para su uso en vehículos propulsados por hidrógeno (FCVs). Esta organización está poniendo a prueba esta tecnología con la que se avanzaría en el proceso de creación de combustibles solares. Este procedimiento consiste básicamente en llevar la energía captada del sol a un estado líquido que se pueda almacenar y transportar con facilidad. La combinación de hidrógeno y nitrógeno; la condensación de nitrógeno o su conversión en metanol son algunas de las opciones disponibles.
Mientras se sigue explorando sobre ellas, distintos países van dando pain-2asos para posicionarse en esta industria y para aprovecharse de los potenciales beneficios que reportará el combustible solar. Así, por ejemplo, Australia y Japón han sellado ya un acuerdo para avanzar en lo que se convertirá en el primer transporte de hidrógeno líquido a granel del mundo.
Alemania o Arabia Saudí son otros de los territorios que no tienen intención de quedarse atrás. Así, mientras desde Riad anuncian planes para exportar hasta 10 gigavatios de combustible solar a territorio europeo, desde Alemania los esfuerzos se orientan a la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías para la producción de hidrógeno.
En todos estos avances puede estar la llave de la energía solar del futuro y, también, del papel que países como la India jueguen dentro de este puzle que avanza, imparable, hacia el transporte de los frutos del sol alrededor del mundo