Por Andrés Tovar
9/11/2016
Nueva Delhi ha estado envuelta con un smog tóxico por más de una semana subiendo el nivel de contaminación del aire subiendo a un nivel peligroso. Podríamos culpar al «Diwali«, una de las festividades más importante del país (una especie de ‘navidad hindú‘) que se celebra en medio de un ensordecedor tronido de petardos y en un ambiente cada vez más irrespirable por la contaminación, pero las alarmas sobre el estado del aire en comenzaron mucho antes de la festividad: La ciudad cerró sus escuelas, frenó las obras de construcción y ordenó humedecer las calles para detener el polvo entre otras medidas para combatir la contaminación que está sofocando a la capital de India.
Después de reciente reunión de emergencia de su gabinete, el alcalde de la ciudad, Arvind Kejriwal, informó que los altos niveles de contaminación se mantuvieron en forma alarmante por sexto día consecutivo, por lo que anunció el cierre de las escuelas por tres días, mientras que las obras de construcción cesarán por cinco días. A la medida también se suma la planta de energía Badarpur, que se ubica en las afueras de la ciudad y que permanecerá cerrada por 10 días. Los generadores diésel también se enfrentan a una prohibición de 10 días, excepto en los hospitales y en situaciones de emergencia.
La ciudad se preparaba también para otra ronda del plan de par-impar, una medida de emergencia implementada por primera vez en la ciudad en enero que limita el uso de los vehículos particulares.
Las unidades con placas impares sólo pueden ser utilizadas en las fechas impares y los que tienen un número par como el último dígito en los días pares, destaco el diario Hindustan Times.
Para borrar la capa gruesa de polvo que se cierne sobre la ciudad, el gobierno propuso la lluvia artificial a través de la siembra de nubes, agregó Kejriwal.
En Punjabi Bagh, en el oeste de la urbe, la concentración de partículas PM10 (aquellas menores de 10 micrones) se situó ayer en mil 170 y la de PM2.5 (inferiores a 2.5 micrones) en 698, lo que supone un exceso de 674 y 842 por ciento, respectivamente, según datos del Consejo Central para el Control de la Polución. La media de las últimas 24 horas fue de 565 en el caso de las partículas PM2.5, frente a las 25 recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la cual precisa que la concentración de partículas por encima de 200 por metro cúbico es «muy insalubre», mientras que de 300 en adelante el aire se vuelve «tóxico».
Con unos 17 millones de habitantes, Delhi es una de las ciudades más pobladas del mundo y la capital más contaminada del planeta, mientras que la India concentra 13 de las 20 urbes con más polución, según la OMS. Ahora, la «navidad hindú» empeoró notablemente la situación.
La muerte se puede respirar…
Algunos antecedentes: La Organización Mundial de la Salud publicó en el 2014 sobre la contaminación en todo el mundo, centrándose en las partículas en suspensión menores de 2,5 micras (conocidas como PM2.5). Estas partículas provienen de las plantas de carbón y vehículos, y, en niveles altos, se han relacionado con graves problemas respiratorios .
Sobre este punto, 13 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo están todas en la India, con niveles de PM2.5 mucho más altas que las de China; uno de los países a los que siempre se hace referencia al hablar de la contaminación del aire.
Entonces, ¿cuánto daño ha venido toda esta contaminación? Un estudio en el Economic & Political Weekly – una importante cabecera de Mumbai – considera que 660 millones de personas en la India viven en zonas donde los niveles de PM2.5 superen las normas nacionales de calidad del aire del país. El exceso de contaminación, estiman, reduce la esperanza de vida al nacer en 3,2 años, en promedio.
Los investigadores saben desde hace tiempo que la contaminación por partículas en el aire es terrible para la salud de las personas. Pero siempre ha sido difícil medir los impactos precisos, especialmente en niveles como los de China e India. Después de todo, los científicos no pueden limitarse a ejecutar las pruebas al azar.
Más atrás, en un documento de 2013 de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU se calculó que un extra de 100 microgramos por metro cúbico de «partículas totales en suspensión» en el aire se asoció con una disminución de la esperanza de vida de unos tres años . Los autores calculan en primer lugar que más de 660 millones de personas, principalmente en el norte de India, están viviendo con niveles anuales de PM2.5 que exceden los estándares nacionales de calidad del aire (que en la actualidad se han fijado en 40 microgramos por metro cúbico – más débiles que los de China, Europa, o los Estados Unidos):
Usando los números del estudio de China, se podría tener una idea aproximada de cuánto daño está haciendo esto. Ahora, el tema podría variar de una región a otra y de una persona a otra. Trabajadores que estén todo el día en la calle reciben una mayor exposición a la contaminación del aire. Las familias más ricas que pueden permitirse los purificadores de aire en sus hogares reciben menos. Sin embargo, las cifras globales son asombrosas. Y si tomamos en cuenta que los estudios antes referidos son entre 2013 y 2014, podemos concluir que no hay alguna mejoría en los últimos años. En todo caso, las cosas han ido peor.
India y China, por supuesto, no inventaron la contaminación del aire. Ciudades como Londres y Los Ángeles también una vez tuvieron problemas de smog y partículas terribles. Pero a medida que se enriquecían, limpiaban – y no hay indicación de que todos los países en desarrollo harán lo mismo- La pregunta es cuándo. China, por su parte, ya ha comenzado a tomar medidas enérgicas contra la contaminación del aire, a través de políticas para limitar la quema de carbón en las ciudades y reducir el uso del vehículos.
Ahora India comienza a estudiar pasos en esa dirección. El país es todavía mucho, mucho más pobre que el de China. (tiene 400 millones de personas sin electricidad; por ejemplo) De modo que el país todavía se centra en gran medida en el crecimiento económico, que a menudo significa la expansión del uso de combustibles fósiles. Habrá que seguir el tema de cerca.