Las olas de calor son mortales. El número de víctimas humanas que se cobran las altas temperaturas aumenta en muchas regiones del planeta. En Estados Unidos mueren más personas por esta causa que por cualquier otro desastre natural. A nivel global, las repercusiones son enormes. Durante olas de calor históricas, como la de 1995 en Chicago, la de 2003 en Europa o la de 2019 en Francia, pueden morir miles de personas y muchas más sufrir consecuencias graves para la salud que pueden continuar mucho después de que desaparece el calor.
En lo que va de año, solo en el oeste de Estados Unidos, más de 800 personas han perdido la vida por causas relacionadas con el calor extremo. Esta cifra es radicalmente inferior a la real. Médicos forenses no siempre pueden relacionar las muertes con el calor y tardan en confirmar las que son sospechosas. En las próximas semanas y meses esta cifra puede llegar a duplicarse o triplicarse. Un total de 1.602 estadounidenses murieron en 2021 por calor extremo; en 2022 la cantidad aumentó a 1.722 y en 2023 a 2.302.
En todo el mundo, entre 2000 y 2019, se calcula que 489.000 personas murieron cada año por causas relacionadas con el calor. En Arabia Saudita se anunció el deceso de más de 1.300 personas durante la peregrinación a La Meca en junio. Muchos se debieron a golpes de calor, pues las temperaturas alcanzaron hasta 50 °C.
Calentamiento global en aumento
Una montaña de investigaciones científicas han demostrado que el cambio climático está volviendo las olas de calor más largas, cálidas, probables y peligrosas. Un estudio publicado en Nature Climate Change reveló que, en los 732 lugares de seis continentes que se estudiaron, de media, el 37% de las muertes por calor podían vincularse directamente con el cambio climático. Es urgente abordar el problema. No es algo del futuro, ya afecta la salud de formas muy drásticas. Las olas de calor extremas y mortales son un presagio de lo que está por venir. Se puede esperar que lo que se ha visto en el pasado aumentará exponencialmente en el futuro.
El cambio climático incrementa 35 veces la probabilidad de que ocurran olas de calor mortal en México y Estados Unidos. Un patrón similar se ha observado en Europa, donde muchos países están dando la voz de alarma y aconsejando a la población que tome precauciones, pues en algunos ya se están registrando muertes a causa de las altas temperaturas. En Grecia, por ejemplo, tres turistas murieron en una semana en la que las temperaturas alcanzaron los 43 °C.
No se trata de un fenómeno nuevo en el continente, que ha registrado un elevado número de muertes relacionadas con el calor en los últimos años, especialmente durante el verano. Según un estudio del año pasado, en Europa fallecieron 61.672 personas por causas relacionadas con el calor entre mayo y septiembre de 2022 .
Vulnerables
Los riesgos que enfrenta Estados Unidos han crecido a medida que el cambio climático se intensifica. Las alertas climáticas por calor extremo, incendios forestales, tormentas, inundaciones y otros peligros han afectado casi todo todo el país durante los últimos meses. La organización Union of Concerned Scientists destacó que, desde principios de mayo, se han emitido alertas climáticas extremas para el 99% de la población del país. Especialistas han referido que las alertas se han superpuesto, lo que significa que millones de personas se han enfrentado a múltiples peligros a la vez.
Alex Hall, científico climático de la UCLA, considera que la gran cantidad de alertas meteorológica son un indicador del empeoramiento de los impactos climáticos. “Hemos construido nuestra infraestructura para un mundo diferente y, en algunos aspectos, ni siquiera estábamos muy bien adaptados al mundo que teníamos. Y ahora tenemos un nuevo clima». Expertos aseguran que el cambio climático está dejando al descubierto las vulnerabilidades del entorno construido y cómo las comunidades de todo Estados Unidos se han visto obligadas a valerse por sí mismas para sobrevivir.
En California, por ejemplo, se ha reducido drásticamente la aplicación de las leyes de protección contra el calor extremo para los trabajadores al aire libre. Lo que deja a los trabajadores agrícolas y de la construcción en peligro durante el empeoramiento de las olas de calor. El número de inspecciones de campo estatales disminuyó casi un 30% entre 2017 y 2023, mientras que el número de infracciones emitidas a los empleadores disminuyó en más del 40%.
Enemigo mortal
Camilo Mora, científico del clima y profesor de la Universidad de Hawai, ha estudiado cómo el calor puede llegar a ser mortal. El docente identificó 27 formas en las que las personas pueden morir y todo se reduce a qué órgano falla primero. Explica que cuando el cuerpo se expone a altas temperaturas su primera respuesta es la sudoración. «Básicamente, el mecanismo por el que el cuerpo sale de ese calor es a través de la evaporación del sudor. Y para que eso ocurra, la temperatura exterior en el aire tiene que ser inferior a la temperatura corporal», indica.
Si el cuerpo no puede enfriarse, reacciona desviando el flujo sanguíneo hacia la piel para dar prioridad a la regulación de la temperatura corporal, un mecanismo que en algunos casos podría causar la muerte. A veces, esta acción puede ejercer presión sobre el corazón, que empieza a bombear sangre más deprisa para regular la tensión arterial, lo que puede provocando un infarto. Otras veces, este mismo mecanismo también puede causar un fallo orgánico.
Hay dos grupos de personas muy afectadas por el calor extremo: las de edad avanzada, porque su piel ya maltratada por años de uso, no es tan eficiente para termorregular; y los niños pequeños porque su cuerpo se calienta más rápido que el de los adultos. Además, las personas con obesidad pueden tener dificultades para disipar el calor, lo que las hace también más vulnerables al calor. Igualmente, las personas que consumen sustancias que pueden alterar la capacidad del cerebro para reconocer y responder a las altas temperaturas, como las drogas o el alcohol, también están en riesgo.
Niños en peligro
La pediatra Debra Hendrickson sostiene que el cambio climático es una amenaza para la salud de los niños. “Debido a su fisiología diferente, su pequeño tamaño, su dependencia de los adultos y sus órganos aún en desarrollo, los más pequeños son especialmente vulnerables a las amenazas para la salud que plantea un mundo en calentamiento: olas de calor, incendios forestales, huracanes, enfermedades infecciosas, contaminación del aire y más”, explica.
Los cuerpos de los niños se enfrían con menos eficacia que los de los adultos, y los cuerpos de los bebés se enfrían con aún menos eficacia. Investigadores alertan que necesitamos ponernos al día con la realidad. Cruzar la brecha de la falta de preparación, como se refleja en las políticas públicas, la infraestructura y en la toma de decisiones. Aseguran que necesitamos integrar el mundo, no como lo recordamos o deseamos que sea, sino como realmente existe.
No era como se pensaba
Todo parece indicar que el incremento de las temperaturas no se detendrá por la falta de compromiso de muchos gobiernos y empresas para reducir los gases de efecto invernadero. Lo más triste es que científicos han determinado que el umbral de los seres humanos para la supervivencia en el calor extremo es más bajo de lo que se pensaba. Los investigadores están utilizando cámaras climáticas de última generación para explorar cómo afectan las condiciones ambientales amenazan la vida.
En 2019, la fisióloga Ollie Jay comenzó a diseñar una cámara que pudiera simular el olas de calor de hoy y del futuro. “Al simular esas condiciones y exponer a las personas a ellas, bajo una cuidadosa supervisión médica, podemos comprender mejor la fisiología de cómo responderán las personas,”, dice Jay, quien dirige el laboratorio de calor y salud de la Universidad de Sydney. El equipo a su cargo también está explorando qué estrategias de enfriamiento funcionan mejor para reducir los riesgos para la salud de la exposición al calor.
La cámara es una habitación de 4 metros por 5 metros. Los investigadores pueden marcar la temperatura hacia arriba o hacia abajo en 1 °C cada minuto —desde 5 °C hasta un abrasador control de velocidad del viento de 55 °C—. Además, simular la luz solar usando lámparas infrarrojas. También pueden ajustar la humedad, una variable clave que influye en los efectos del calor en el cuerpo.
Umbrales imprecisos
Los umbrales de calor para los humanos han sido mal definidos en parte porque los organismos de salud pública se han relacionado en exceso con un estudio teórico publicado en 2010. Los científicos dicen que los investigadores utilizaron modelos matemáticos para definir la temperatura de bulbo húmedo (WBT) en la que una persona joven y sana moriría después de seis horas. WBT es una medida que los científicos usan cuando estudian el estrés por calor porque explica los efectos del calor y la humedad.
Los modelos produjeron un WBT de 35 °C como límite de supervivencia humana. En ese umbral, la temperatura del núcleo del cuerpo aumentaría incontrolablemente. Pero el modelo trató el cuerpo humano como un objeto no vestido que no suda ni se mueva, lo que hace que el resultado sea menos aplicable al mundo real. El equipo de Jay ahora está probando un modelo matemático de cómo el cuerpo hace frente al calor extremo. Utiliza datos de estudios que han medido la capacidad de sudoración en personas mayores y jóvenes, y sigue las leyes físicas para predecir cómo se transfiere el calor entre el cuerpo y el medio ambiente.
La mayoría de los modelos de la respuesta de los cuerpos al calor se centran en personas jóvenes y sanas a la sombra. Pero Jay y su equipo calcularon los límites de supervivencia a la sombra y la luz solar a través de las edades y mientras las personas descansaban o hacían ejercicio. Entre los resultados, precisaron límites de supervivencia WBT de entre 26 °C y 34 °C para jóvenes y de 21 °C a 34 °C para personas mayores.
Enfriarse es vital
Fueron 240 ensayos de cámaras climáticas los que necesitó el equipo para medir las funciones corporales de las personas y su productividad laboral. “Uno de los problemas es que las personas disminuyen la velocidad cuando se calientan”, dice Jay. Los científicos probaron métodos de enfriamiento como el uso de ventiladores y agua potable regularmente, y simularon los efectos de cambiar el color del techo de la fábrica.
El equipo también ha explorado cómo los ventiladores eléctricos y la humectación de la piel afectan la tensión cardíaca en personas mayores, a través de diferentes combinaciones de calor y humedad. Encontraron que, en condiciones húmedas, el uso del ventilador redujo la tensión cardíaca hasta una temperatura del aire de al menos 38 ˚C. Pero en calor seco, el uso del ventilador aumentó la tensión cardíaca. Por ello llegaron a la conclusión de que mojar la piel fue beneficioso tanto en calor seco como húmedo.
Aunque parece algo superficial o muy conocido, los investigadores aseguran que identificar las situaciones en las que las estrategias de enfriamiento comunes, como el uso de ventiladores y rociar la piel con agua, funcionan mejor es esencial para proteger la salud pública.
La hidratación que no falte
Se debe beber suficiente agua para evitar una enfermedad por calor extremo. Una persona promedio necesita tomar cerca de 3/4 de un galón de agua por día. Las necesidad de todos pueden variar. Para verificar si fue suficiente se puede observar el color de la orina. Un amarillo oscuro puede indicar que no bebe lo requerido. Igualmente, hay que evitar las bebidas azucaradas, con cafeína y alcohólicas. Si se suda mucho, hay que combinar agua con refrigerios o una bebida deportiva para reemplazar la sal y minerales que el cuerpo pierde al sudar.
Otra recomendación para enfrentar las mortales olas de calor es tener suministros de emergencia. Hay que contar con comida, agua y medicamentos. Es posible que las tiendas cierren. Deben estar organizados en un kit de salida y otro para quedarse en casa. En caso de un corte de energía, puede que no haya acceso a agua limpia para beber. Por lo que hay que reservar al menos un galón de agua por persona y por día. Considere agregar bebidas con electrolitos. Importante, incluir protector solar y sombreros de ala ancha.
El kit de salida debe tener al menos 3 días de suministros. También baterías de respaldo y cargadores para sus dispositivos (teléfono celular, CPAP, silla de ruedas, etc.). En el de casa los suministros son para dos semanas. Hay que proveerse con un mes de medicamentos y guardarlos en un contenedor a prueba de niños, con suministros o equipo médico.
Plan para mantenerse fresco
No se puede depender solo de ventiladores eléctricos durante el calor extremo. Cuando las temperaturas son muy altas, es posible que los ventiladores no eviten las enfermedades relacionadas con el calor. Tomar una ducha o baño frío o trasladarse a un lugar con aire acondicionado es una forma mucho mejor de refrescarse.
Pasar unas pocas horas por día en una habitación con aire acondicionado puede evitar un golpe de calor. Si tiene aire acondicionado, asegúrese de que funcione. Si no cuenta con este equipo o hay un corte de energía, encuentre lugares donde pueda mantenerse fresco. Por ejemplo, una biblioteca pública, un centro comercial o un centro de refrigeración público. Planifique cómo llegar lo más rápido.
Asegúrese de usar ropa ligera y holgada para vestir.
Cree un equipo de apoyo de personas a las que pueda asistir y puedan asistirlo. Con frecuencia compruebe con ellos que todos están seguros. Aprenda habilidades de emergencia, como reconocer y responder a las enfermedades por el calor y a dar los primeros auxilios y RCP.