Por Javier Díaz.
Responsable del área de consultoría de energía en Ayming
Continuando el rally bajista vivido durante octubre que conllevó una corrección del 16%- al pasar de los 86.5 $/bl y que llegó a alcanzar a comienzos del mes hasta los 72.75 $/bl en los que lo finalizaba, el mes de noviembre nos deja un nuevo retroceso del barril de Brent cercano al 19%, al situarse en 59$/bl. Alcanzando su nivel más bajo desde finales de 2017, todo ello en el mes en el que ha entrado en vigor el embargo de petróleo iraní.
Fortalecer la oferta
Si en octubre fue Arabia Saudí quien lideró el fortalecimiento de la oferta, en noviembre fue EEUU quién tomó el testigo en los primeros días del mes con tres anuncios de gran calado que consolidaban esta tendencia.
En primer lugar, la confirmación de que su producción había alcanzado máximos históricos durante el mes de agosto, con una producción 11.3 mbd. Aclaró ciertas dudas surgidas en el mercado sobre la capacidad que tendrían los estadounidenses de cumplir las expectativas de bombeo que se habían marcado. Pero por si esto no fuera suficiente, la Agencia de Información de la Energía de EEUU ampliaba sus expectativas de crecimiento de la oferta, asegurando que se mantendrá esta tendencia alcista hasta llegar a los 12 mbd.
Embargo iraní
En este escenario, entró en vigor el tan comentado embargo de los productos petrolíferos iraníes por parte de EE.UU. Pero pocas horas después del inicio del mismo, EEUU anunciaba, confirmando los rumores surgidos en días anteriores, exenciones de 180 días para China, India, Corea del Sur, Japón, Italia, Grecia, Taiwán y Turquía. En la práctica este giro de última hora, descafeinaba de forma significativa la dimensión del mismo y su impacto, ya que este grupo de países representan casi las tres cuartas partes de las exportaciones de crudo persa. Ahora surge la duda de si la postura de Trump se mantendrá sin unas elecciones a la vista.
También Irak contribuyó a reducir la presión sobre la oferta, al confirmar su intención de llegar a los 5 mbd desde los 4.6 mbd en los que se encuentra actualmente, y anunciaron previsiones a medio-largo plazo de situarse por encima de los 8 mbd.
Las previsiones de desaceleración mundial
El otro motivo que ha presionado el precio del crudo a la baja ha sido la preocupación, que persiste entre los analistas, de una posible desaceleración mundial en 2019, que conllevaría una ralentización de la demanda, un exceso de oferta y un nuevo desequilibrio entre ambos.
Estos miedos y rumores tomaban forma en el informe de la OPEP publicado a mediados de mes, en el que confirmaban su previsión de reducción de la demanda en 1.1 mbd para 2019.
Arabia Saudí y Rusia
A todo esto, los buques insignia de la alianza OPEP+, Arabia Saudí y Rusia, han seguido cambiando sus posiciones y modulando sus mensajes en función de la cotización que arrojaba el mercado en cada momento. Ya que si bien los dos finalizaban octubre y comenzaban noviembre con mensajes que pretendían disipar las dudas sobre una eventual falta de suministro, según avanzaba el mes aumentaban las dudas sobre la demanda y caía del precio, iban endureciendo de nuevo su discurso anunciando de forma individual nuevos recortes para diciembre, y sobre todo para 2019.
Estas últimas declaraciones, dichas en la antesala de la reunión de la OPEP en Viena, nos permiten hacernos una idea de por dónde puede ir la respuesta de la OPEP+ y los acuerdos que se alcancen entre los miembros para los próximos meses. Por el momento es la falta de acuerdo la que condiciona cualquier previsión.
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