A un año de haber asumido el mandato, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sigue teniendo una deuda pendiente en materia de conservación de la Amazonia.
En estos más 365 días de gestión, los incendios en esa franja de territorio brasileño han aumentado significativamente, tal como lo refleja el último informe del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales del Brasil (INTE).
Según este organismo, 2019 fue el tercer año con mayor número de incendios forestales en la Amazonia desde que el organismo comenzó a contabilizar los focos de fuego, con la ayuda de imágenes de satélite, en 1998.
Es decir, en el primer año de Bolsonaro en el poder, los incendios aumentaron en 30% en esa región, con respecto al año anterior. El mayor bosque tropical del mundo tuvo así 89.178 focos de fuego en durante el pasado año.
El Amazonas es la selva tropical más grande del mundo y se considera clave para la lucha contra el cambio climático debido a la gran cantidad de dióxido de carbono que absorbe.
Bolsonaro cuestionó a Macron y a Greta Thunberg por los incendios en Australia: «¿Qué van a decir?» https://t.co/K5HlJhg7pD pic.twitter.com/QMiLpgwHe3
— Futuro Sustentable (@FSustentable) January 9, 2020
Un récord negativo
De acuerdo a los datos presentados, los incendios registrados constantemente en la gran selva brasileña fueron 68.345 en 2018, mientras que en 2019 hubo hasta 89.178.
Asimismo, el 2017 también ha sido considerado como uno de los años más graves para la zona, ya que durante ese período se reportaron unos 107.439 focos de fuego, un récord.
El INTE estima que uno de las principales razones que provocan los incendios en la Amazonia es la explotación de minerales en la zona vegetal.
El balance, difundido esta semana por la entidad estatal, encargada también de medir la deforestación en Brasil, fue objeto de ataques verbales y presiones por parte del presidente Bolsonaro.
«Las cifras confirman la magnitud de la catástrofe. Mientras que las versiones periodísticas hablaban de 700 mil hectáreas, las cifras oficiales las triplican”, indicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
«Lá, o que tem sido queimado, é o que chamamos de floresta tropical seca, completamente diferente da floresta tropical úmida que é a característica da Amazônia» #EmergênciaClimática https://t.co/0wiCyqgg1f
— Greenpeace Brasil (@GreenpeaceBR) January 9, 2020
Australia se refleja en la Amazonia
Los incendios que azotaron a Australia desde septiembre y empeoraron el mes pasado pusieron al país bajo los ojos del mundo, como sucedió con Brasil en agosto de 2019, con la quema en el Amazonas.
Pero aunque las causas y características de los bosques son bastante diferentes, las áreas devastadas no son tan distintas.
En casi cuatro meses, se quemaron 48.583 km² en Australia. En el apogeo de los incendios del Amazonas, entre agosto y septiembre, el incendio consumió 41.197 km², según el INTE.
A pesar de las distintas causas y también la composición de los diferentes biomas.
«Brasil puede ser Australia mañana», dice el presidente del Instituto Brasileño de Protección Ambiental (Ibama), Carlos Bocuhy.
En Oceanía, los incendios han estado ocurriendo espontáneamente, debido a la ola de calor que afecta al continente. En Brasil, la actividad humana se destaca, con quemas que siguen a la deforestación de bosques.
Otra diferencia es que la vegetación australiana es más seca, lo que facilita la propagación del fuego por los fuertes vientos.
El factor Bolsonaro
La deforestación en Brasil, donde se ubica la mayor parte del Amazonas, alcanzó su punto más alto en más de una década en 2019 bajo el gobierno del presidente Bolsonaro.
El mandatario ha alentado las actividades de ganaderos y madereros al pedir que se explote el Amazonas y le ha quitado atribuciones al Instituto Brasileño del Medio Ambiente.
El programa de observación de incendios del INPE también identificó un número creciente de incendios el año pasado en otros ecosistemas brasileños como Pantanal y Cerrado.
Brasil y Bolivia sufrieron enormes incendios forestales masivos en 2019.
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