Los incendios en California, Estados Unidos, continúan incinerando miles de hectáreas. Tras una segunda oleada de fuegos devastadores, esta vez las zonas más afectadas son las de valle de Napa y Sonoma, donde las llamas destruyeron con casas y viñedos.
Miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares. Las llamas arrasaron con 4.500 hectáreas, de acuerdo con el Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California (Cal Fire). Chateau Boswell Winery, en Santa Helena, y parte de los de Castello di Amorosa son algunos de los viñedos afectados por los incendios. Los de Merus Wines y Davis Estates se encontraban bajo amenaza.
Parte de los residentes de la comunidad de Calistoga, en el valle de Napa, tuvieron que abandonar sus casas. Los fuertes vientos que avivaban las llamas apuraron la evacuación de más de 50.000 personas.
Incendios, una crisis que no termina
Más de 1.000 bomberos luchan desde el lunes por controlar la situación mientras el fuego afectaba las casas de Santa Rosa, en Sonoma. Desplegaron 133 camiones, 22 sistemas de extinción, cinco helicópteros y 35 excavadoras. Como precaución, la compañía de gas y electricidad suspendió el servicio a 65.000 casas del norte de California. Napa y Sonoma se enfrentan a esta ola de incendios sin haberse recuperado de los devastadores fuegos del año 2017, cuando 44 personas murieron y miles de edificios resultaron afectados.
California lleva meses luchando contra los incendios forestales que han empeorado por la sequía, los fuertes vientos y las temperaturas elevadas. De acuerdo con Cal Fire, las llamas han acabado con más de 1,25 millones de hectáreas, una extensión que supera cualquier otro incendio en la historia de California.
Nueve de los quince incendios más destructivos que se han registrado en este estado han ocurrido en los últimos cinco años. Este año han ocurrido seis de los veinte más grandes. «La combinación de ráfagas de viento, aire seco y vegetación deshidratada significa un peligro crítico de incendios», advirtió el Servicio Meteorológico. La temporada de fuegos apenas comienza.
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