Por Iñigo Aduriz
04/05/2017
Desde bebidas alcohólicas hasta agua mineral, pasando por mariscos o caviar y, todo ello, falsificado y sin contar, por tanto, con las revisiones sanitarias y los estándares saludables que marcan las distintas administraciones. Una operación conjunta de distintos países ha permitido la incautación de 9.800 toneladas de estos productos de cuestionada calidad y, por tanto, probablemente perjudiciales para la salud.
Tal y como ha informado el Ministerio del Interior a través de una nota, la operación Opson VI, que ha sido coordinada por Europol e Interpol, ha permitido, además, el apercibimiento de más de 26,4 millones de litros de bebidas y 13 millones de unidades de alimentos, potencialmente perjudiciales para la salud, y cuyo valor se estima en 230 millones de euros.
Han sido 61 países (entre ellos, 21 Estados Miembros de la UE) los que han participado en la operación contra estos alimentos falsificados, lo que supone un aumento del número de países respecto a los 57 participantes en 2016 en la misma iniciativa.
Así, según explica el Ejecutivo español, cada país ha llevado a cabo una fase operacional a nivel nacional desde el 1 de diciembre 2016 al 31 de marzo de 2017, en el que han participado cuerpos policiales y de aduanas así como organismos públicos y privados en materia de control de alimentos. Además, se han realizado más de 50.000 inspecciones en tiendas, mercados, aeropuertos, puertos marítimos y polígonos industriales.
El Gobierno recalca en su nota que la operación «confirma la amenaza que representa el fraude alimentario que afecta a todo tipo de productos y a cualquier país del mundo». Y advierte de que, en esta edición, han aparecido nuevos casos como es la falsificación de agua mineral. «Una vez más, la excelente cooperación internacional ha sido primordial en la lucha contra organizaciones criminales que se dedican al tráfico ilícito de alimentos y bebidas», remarcan.