Por: ERNESTO MACÍAS GALÁN, Director general de SOLARWATT España
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha anunciado, en líneas generales, la próxima puesta en marcha de una serie de medidas que la asociación empresarial UNEF (Unión Española Fotovoltaica) la que se detallan las supuestas acciones que facilitarán el autoconsumo fotovoltaico en España.
Desde luego hay que eliminar barreras. Por ejemplo, los peajes y los engorrosos procesos administrativos y burocracia con los operadores eléctricos. No obstante, esto no se calificaría de “impulsar”. Impulsar es otra cosa. Por más de ocho años se ha estado hablando del autoconsumo fotovoltaico como la gran alternativa del depauperado e industrialmente casi extinto sector fotovoltaico a la que fue desdichada experiencia del “feed in tariff”.
Sin embargo, en estos años han pasado muchas cosas. La más importante, sin duda, es que la tecnología fotovoltaica se ha convertido en la forma más barata de producir electricidad. Ello a partir de un nivel de irradiación solar que superamos en casi todo el territorio nacional.
Un mundo de ventajas
Por lo tanto, el uso de ese recurso de forma masiva merecería un plan ministerial. Uno que realmente “impulsase” el uso de la energía solar fotovoltaica. Y no solo eliminando barreras.
Por una lado, está la impresionante bajada de los precios de los paneles fotovoltaicos. También el autoconsumo doméstico. Además, a pequeña escala, comercial e industrial también, se ha visto beneficiado por la irrupción de los sistemas de almacenamiento inteligentes. Éstos vienen a resolver uno de los problemas del pasado: la intermitencia de la generación.
El ejemplo teutón
En Alemania ya se han instalado más de 100.000 sistemas de almacenamiento de nueva generación en apenas cuatro años. Poco a poco los más de 1,6 millones de hogares que tienen una fotovoltaica se van pasando al autoconsumo con baterías. ¿Por qué? Porque el gobierno alemán implementó una buena y sostenible política de incentivos de inyección a red que, lógicamente, ha ido desapareciendo y ha impulsado el uso de baterías dando incentivos a los ciudadanos. Ni muy grandes, ni para siempre, solo para arrancar un nuevo sector industrial, el de las baterías, que tecnológicamente lideran los alemanes.
En España deberíamos empezar por lo más fácil, que radica en los ciudadanos que viven en casas individuales, casi el 5% de la población, y las pequeñas empresas, sin desatender a las comunidades, por supuesto. Todo ello sabiendo que muchas veces es difícil poner de acuerdo a los vecinos. Y, lo que es peor, a menudo carecen de espacio físico para las instalaciones fotovoltaicas.
Autoconsumo fotovoltaico en marcha
Existen algunas iniciativas a escala municipal lastradas por las barreras aún existentes, como exención parcial del IBI durante unos años. El Gobierno de España, si realmente quiere masificar el autoconsumo, debería gastarse algún dinero en una campaña informativa a escala nacional. Esta debe despejar de una vez por todas las dudas de los ciudadanos y animarles a invertir en sistemas de autoconsumo. Y en cuanto a las baterías, si una fórmula funciona, copiémosla. Copiemos a los alemanes. En España y en Europa tenemos fábricas e industrias que merecen este apoyo. El retorno será rápido y beneficioso para toda la sociedad.
Impulsar consiste en seducir con una propuesta y dar facilidades para que se lleve a cabo. Entonces se debe informar a los ciudadanos y eliminar viejas burocracias. Impulsar de verdad. Y, por favor, es necesario cerrar las centrales de carbón de una vez.
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