Un novedoso implante cerebral con microelectrodos permitió a una mujer recuperar la vista luego de 16 años sin ver nada. Junto a unas gafas que funcionan como retina artificial el implante permitió a Bernadeta Gómez percibir formas sencillas y algunas letras bidimensionales.
La investigación clínica piloto, publicada en la revista The Journal of Clinical Investigation, la desarrolló un grupo de científicos de la Universidad Miguel Hernández de Elche, de la Universidad de Utah y del Instituto de Neurociencias de Holanda. El estudio evaluó la utilidad de un implante para recuperar la vista. Su instalación en la corteza cerebral requiere una cirugía de unas 3-4 horas .
Un centavo para recuperar la vista
Bernadeta Gómez participó de forma voluntaria en el estudio. Le colocaron en la región cerebral responsable de la visión una diminuta matriz de 4,4 mm de largo y 4,2 mm de ancho. No más grande que un centavo, el implante está compuesto por 96 microelectrodos de 1,5 mm de largo que estimulan las neuronas y registran su actividad.
El uso de esta técnica es pionera en personas invidentes. Ante se ha utilizado en personas con miembros amputados con el fin de que pudieran mover extremidades robóticas a través del pensamiento; también en primates para restaurar detalles de su visión.
El grupo de investigadores trataba de conocer la capacidad del implante en humanos con ceguera total y qué experiencia visual conseguirían.
Percibir fosfenos
Luego de la colocación del implante en el en el lóbulo occipital del cerebro de Bernadeta Gómez, la profesora de 57 años de edad comenzó a diferenciar diminutos destellos en lugares concretos de su campo visual. Esos destellos de luz, que Gómez describió como lentejuelas de diferentes tamaños son los fosfenos. Manchas de luz que genera la retina. Persisten en la oscuridad por algunos segundos o minutos, sin haber una luz que las justifique.
El siguiente paso fue encontrar la configuración ideal para fijar el umbral de intensidad eléctrica de los microelectrodos. Esta configuración permite provocar el estímulo visual sin dañar las células neuronales y recuperar la vista.
Luego, una cámara colocada en unas gafas funcionó como receptor de información visual. Mediante un software específico la información se transformo en estímulos eléctricos que llegaron a la corteza en sustitución de la función del ojo por este sistema de retina artificial.
Largo camino para recuperar la vista
Fueron necesario meses de entrenamiento, con sesiones diarias, para que Gómez distinguiera los destellos de luz generados gracias al implante, de algunos generados espontáneamente.
Mucha terapia y ejercicio así como la activación conjunta de varios microelectrodos del implante permitieron a Gómez distinguir barras horizontales y verticales. Además, fue capaz de identificar algunas letras en dos dimensiones como la «o», la «l» o la «i». Al recuperar parte de su vista también pudo localizar la posición de cuadrados blancos en una pantalla.
Pequeño paso hacia un gran avance
Este sistema fue ideado para recuperar la vista de personas que no siempre estuvieron ciegas y cuya corteza visual sigue siendo funcional. Por el momento solo permite ver imágenes sencillas de forma bidimensional.
Richard Normann, bioingeniero de la Universidad de Utah, dijo que «uno de los objetivos de esta investigación es dar más movilidad a una persona ciega». Normann añadió que el implante podría permitir a los invidentes distinguir fácilmente a una persona, puertas o los automóviles, un logro que redundaría en una mayor independencia y la seguridad para ellos.
Es necesario usar implantes con un número muy superior de microelectrodos (en torno a los 1.000) o usar varios implantes conectados entre sí para que sea posible percibir imágenes más complejas en el futuro.
Los investigadores ven un enorme potencial en esta tecnología que aún se encuentra en fase inicial. La persona depende de un complejo sistema para distinguir ciertos detalles visuales de manera temporal. En el momento en el que el sistema se apaga, el individuo vuelve a ser ciego.
Se espera que más adelante se pueda utilizar el implante en más personas. Se mejorará la cantidad de electrodos y el sistema de codificación de las imágenes del exterior.
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