Proteger el medio ambiente es una noble tarea a la que muchos le dedican grandes esfuerzos y sacrificios. Los voluntarios de Greenpeace se colocan como escudos humanos en alta mar para salvar las ballenas. Greta Thunberg dejó por un tiempo los estudios para salvaguardar al planeta. En las selvas suramericanas, Chico Mendes se convirtió en un símbolo de máximo sacrificio en la lucha ambientalista. Pero entre todos estos ejemplos, se destaca el socialista Ignacio Caraballo, presidente de la Diputación de Huelva.
El también secretario general del PSOE de la provincia de Huelva llevó al extremo el concepto del sacrificio personal a favor del medio ambiente. Ha decidido estrenar un coche Tesla Model 3 Performance AWD. En concreto, 96.000 euros de puro espíritu ecologista. Envía un claro mensaje de que España avanza hacia la «modernidad», y es muy probable que el resto de la Diputación y demás administraciones públicas se unan al proceso de ahorro energético y sostenibilidad medioambiental, ¿cierto?
Ecologismo, pero de lujo
En realidad, se trata de «ecologismo» institucional, según Ignacio Caraballo. El vehículo forma parte de la flota de coches oficiales para su uso como presidente de la Diputación de Huelva. Es cierto que es un eléctrico de lujo. Hay modelos más modestos. El Tesla Model 3, que cuesta 49.000 euros. El Nissan Leaf ronda los 40.500 euros. Pero, a decir verdad, nadie ha dicho que el ecologismo esté reñido con la buena vida, ¿o sí?
De acuerdo con la información, Ignacio Caraballo optó por la figura del renting. La Diputación pagará 2.000 euros mensuales durante cuatro años. Esos son los 96.000 que costará este gesto ambientalista. Al final, el coche no será propiedad de la Diputación. Dato curioso, el precio del Tesla Model 3 Performance AWD en España ronda los 66.280 euros, según los portales especializados. Tal parece que saldría más barato comprarlo. Sin embargo, aquí hablamos de ecología, no de matemáticas.
De todos modos, para los que les gusta sacar cuentas, el socialista les dio una tarea. Dijo que no sabe cuál es el precio real del Tesla, pero asegura que si se toma en cuenta el futuro gasto en combustible, «nos sale mucho más barato un vehículo eléctrico que uno de combustión«. Interesante problema aritmético determinar qué resulta más económico sin saber cuál es el valor del coche.
Apretarse el cinturón
El pleno que la Diputación de Huelva celebró el miércoles pasado sirvió para que Ignacio Caraballo explicara su iniciativa «ambientalista y modernista». Después de todo, «es la modernidad, indiscutiblemente tenemos que adaptarnos», dijo.
En las discusiones contó con la diputada María Ponce para ayudarle a poner en claro de qué va la cosa. «Es cuestión de apretarse el cinturón, el del asiento trasero de un Tesla, por lo menos», explicó la representante de Ciudadanos.
Primero lo primero
Ignacio Caraballo también está dejando muy en claro que la protección del medio ambiente está por encima de otros asuntos menos trascendentales. Por ejemplo, ha decidido asumir esta jornada ecologista, sin tomar en cuenta que está imputado en un presunto intento de soborno. En concreto, le señalan por la supuesta compra de votos en el Ayuntamiento de Aljaraque para garantizar el éxito de la moción de censura que en 2017 presentó el PSOE en esa localidad.
Además de este soborno, aparece presuntamente implicado en otro ocurrido en Cartaya donde intentó «seducir» mediante contratos laborales y negocios al que fue alcalde del PP, Manuel Barroso.
Sin embargo, estos hechos, que bien podrían obligarlo a dimitir, y que casi seguramente lo harán sentarse en el banquillo, pueden hacerse a un lado. Por ahora, lo importante es concentrarse en el medio ambiente. El Acuerdo de París tendrá mucho que agradecer a Ignacio Caraballo.
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