El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, retomó la propuesta de Unidas Podemos para que se establezca un «impuesto a los más ricos«. En esta oportunidad, se valió de la tesis de tres economistas para insistir en una de las ideas que su partido ha defendido insistentemente.
Ahora, con el aderezo de la crisis del coronavirus, plantea crear un impuesto temporal a las grandes fortunas para hacer frente al impacto económico de la pandemia del SARS-CoV-2.
Una «nueva propuesta vieja»
El impuesto a los más ricos es una iniciativa que el partido morado lleva años defendiendo en sus programas electorales. En su programa electoral para las elecciones generales de noviembre planteaba «crear un impuesto para las grandes fortunas con el fin de recaudar un 1% del PIB de patrimonios superiores a 1 millón de euros y de forma progresiva».
El tributo gravaría con un 2% los patrimonios de más de 1 millón de euros. Los de más de 10 millones de euros pagarían un 2,5%. Para los que superen los 50 millones la tasa sería de un 3%. Finalmente, se cargaría con 3,5% a los patrimonios de más de 100 millones de euros. La intención era «que la mayor parte del impuesto recayera sobre los 1.000 patrimonios más altos del país».
En esta misma línea, Unidas Podemos logró incluir en el programa que pactó con el PSOE en diciembre para integrar el Gobierno de coalición un punto en el que se especificaba que «se estudiará la fiscalidad de las grandes fortunas al objeto de que contribuyan a un sistema fiscal más justo y progresivo».
«Este impuesto sustituirá el actual impuesto sobre el patrimonio, que es inoperativo, y no podrá bonificarse por parte de las comunidades autónomas», anota Podemos en su propuesta.
En tiempos de crisis
Pechar a las mayores rentas en épocas de aprietos financieros ya había sido previsto por el partido morado. En su programa anunciaban que «si viene una nueva crisis económica, hay que garantizar que solo se harán recortes por arriba, al tiempo que se protegen y se amplían los derechos y la estabilidad de los de abajo».
Ahora, que la crisis llama a la puerta, de la mano de la pandemia, Pablo Iglesias se hizo eco en su cuenta de Twitter de un artículo en el que los economistas de la Universidad de Berkeley, Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, y de la London School of Economics, Camille Landais, plantean la necesidad de implementar un impuesto temporal progresivo a nivel europeo a los más ricos, para sufragar la respuesta europea a la crisis, ya sea mediante eurobonos o mediante un fondo de rescate común.
Economistas de todo el mundo proponen un impuesto al 0,5% más rico para hacer frente al impacto económico de esta crisis https://t.co/flbi8gjhsc
— Diario Red {R} (@diario_red_) April 27, 2020
Después de todo, existen tres vías para tratar de reequilibrar las cuentas públicas: recortes de gasto público, reformas estructurales para impulsar el crecimiento o subidas de impuestos. Y Podemos parece más ganado a aumentar los ingresos que a reducir los gastos.
Iglesias y Sánchez suben impuestos, no bajan gastos
Pero hacer frente a una situación que Pedro Sánchez ha catalogado de gravísima se requieren de más recursos de los que podría aportar un eventual impuesto a los más ricos.
Por tanto, Pablo Iglesias analiza echar mano de su ambicioso programa fiscal que ofrece «terminar con los privilegios fiscales de una minoría». Este programa incluye «recuperar la recaudación del impuesto sobre sociedades; mejorar la progresividad fiscal del IRPF, igualando la tributación del trabajo y del capital; establecer impuestos sobre las transacciones financieras y de la banca y dedicar una atención especial a los grandes defraudadores fiscales».
La propuesta se resume en una suerte de slogan: «que contribuya más quien más tiene». Estas ideas habían sido guardadas debido al rechazo inicial del PSOE. Ahora la crisis del coronavirus abre puertas para retormarlas.
IVA de 25% para compras de lujo
Entre las propuestas plasmadas en el programa de impuestos de Podemos, que Pablo Iglesias quiere retomar, destacan las siguientes:
- Establecer un tipo efectivo mínimo del 15% sobre el rendimiento neto positivo para los grupos empresariales. Se ampliaría hasta el 20% para las entidades financieras y empresas de hidrocarburos. Rebajar el tipo para las pequeñas empresas (que facturen menos de 1 millón de euros) del 25% al 23%.
- Establecer un IRPF para las rentas de más de 100.000 euros de 47%, que llegará hasta el 55 % para rentas superiores a 300.000 euros anuales.
- Fijar un impuesto de transacciones financieras especulativas que grave las ventas brutas en el mismo día, y no solo las netas, e incluya otras operaciones distintas a la compraventa de acciones.
- Establecer un impuesto a la banca que aumente 10 puntos el tipo impositivo de las entidades financieras en el impuesto sobre sociedades
- Bajar el IVA al tipo del 4% a más alimentos y bebidas no alcohólicas, y al 10% a todos los suministros básicos (calefacción, gas, electricidad) de los consumidores vulnerables.
- Establecer un plus del 4% a los artículos de lujo, que dejaría el IVA de estos productos en el 25%.
- Fijar un impuesto para operaciones de la economía digital que no tributan, como publicidad e intermediación online y venta de datos.
- Eliminación de la exención del IBI de la cual goza la Iglesia.
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