Cambio16
20/03/2018
Dos españoles crean software para convertir el ADN en un «disco duro biológico»
Se desconoce su fecha de lanzamiento, pero centenares de fanáticos ya la quieren en su hogar. IBM diseñó la computadora más pequeña del mundo. Es más chica que un grano de sal gruesa. Y será presentada en sociedad en el IBM Think 2018. La tecnología, amigos lectores, es cada vez más asombrosa.
Si hablamos de información técnica, la computadora más pequeña del mundo tiene la fuerza de un chip x86 de 1990. Una potencia casi inútil en comparación con los portátiles de alta gama. Pero, cuidado, que lo pequeño no le quita lo valiente. Y mucho menos las sorpresas.
«Este dispositivo podrá monitorear, analizar, comunicar e incluso actuar sobre los datos. Tendrá cientos de miles de transistores», afirma IBM. Como parte de su red de producción, la computadora más pequeña del mundo no sobrepasará los 10 centavos por coste de fabricación. Ahora bien, el mini-computador será clave para la tecnología Blockhain. De esta manera, rastreará el envío de productos y la detección de robos e incumplimientos de pago. Y, por si fuera poco, desarrollará lenguajes básicos para conectarse con la Inteligencia Artificial.
«En los siguientes cinco años las tecnologías criptográficas serán incluidas en objetos y dispositivos presentes en nuestro día a día», comparte para Mashable, Arvind Krishna, responsable de investigación de IBM. Debido a esto, la compañía reveló su lista Five for Five, donde expone sus predicciones en materia científica y tecnológica.
En primer lugar, tal como reseña El Comercio, veremos la miniaturización de robots acuáticos. El propósito será estudiar el comportamiento de células microscópicas en el océano que ayuden a pronosticar cambios de contaminación. La siguiente apuesta está en las cripto-anclas con red blockchain para resguardar la autenticidad de un producto. Otra de las innovaciones son las criptografías de grillas para reforzar la seguridad en internet. Obviamente, la inteligencia artificial seguirá en alza. Por último, la computación cuántica saltará el laboratorio y llegará a un mercado más industrial.