POR NARKYS BLANCO
26/10/2017
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Iberdrola ya ha instalado más de 12 millones de contadores inteligentes en España, Reino Unido, Estados Unidos y Brasil, configurando así una de las redes inteligentes más avanzadas del mundo, con lo que la compañía busca proporcionar un servicio eficiente y de calidad para asegurar una red eléctrica que está preparada para futuros servicios y requerimiento conjuntamente con las energías renovables,
Una red inteligente es a aquella que integra de forma óptima y eficiente el comportamiento y las acciones de todos los usuarios que están conectados a ella, asegurando un sistema energético sostenible, con bajas pérdidas y altos niveles de calidad y seguridad de suministro.
La adaptación a una red inteligente permite monitorizar y actuar a distancia y de forma instantánea y automática sobre la red eléctrica y, gracias a ello, adelantarse a posibles incidencias, gestionar más rápidamente las que se produzcan y mejorar la calidad del servicio a los clientes. De igual manera, la valiosa información proporcionada por los contadores inteligentes favorece, por un lado, la creación de productos y servicios totalmente adaptados y personalizados a las necesidades de los consumidores y, por otro lado, empodera al consumidor para que pueda tomar decisiones a partir de su información detallada de consumo real.
Iberdrola invierte en seguridad energética
Iberdrola emplea los más altos estándares internacionales y robustos algoritmos de cifrados de máxima seguridad que garantizan la autenticación, confidencialidad y privacidad de cada uno de sus equipos digitales mediante identificaciones únicas de usuario y contraseña. Además, los contadores inteligentes emplean claves criptográficas de alta seguridad, de acuerdo a los estándares establecidos internacionalmente en el sector y que permiten que los paquetes de datos salgan cifrados y autenticados.
Las redes inteligentes de última generación son flexibles, seguras, eficientes y sostenibles. La digitalización de la red facilita la integración de la energía renovable distribuida, la gestión de una red que cada vez va a ser más activa y la futura integración masiva de los vehículos eléctricos. La información recibida sobre el funcionamiento de la red —a través del big data y el análisis avanzado— permite optimizar las inversiones y mejorar las tareas de mantenimiento, así como digitalizar los procesos comerciales de atención al consumidor.