POR NARKYS BLANCO
14/11/2017
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Ambas plantas suman una potencia conjunta de 874 megavatios (MW) y la petición de cierre que no afectará al empleo, añadió la compañía energética. En concreto, la empresa señaló que recolocará al 100% de la plantilla -90 empleados en Lada y 80 en Velilla- tanto en las labores de desmantelamiento de ambas plantas, que se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre por parte del Ministerio de Energía y supondrán una inversión cercana a los 35 millones de euros, como en otras instalaciones de la empresa.
Las zonas ocupadas por Lada y Velilla serán objeto de una restauración paisajística. Asimismo, indicó que el cierre de estas plantas no incidirá en la seguridad del suministro eléctrico -la compañía cuenta con 5.695 MW de capacidad de respaldo en ciclos combinados de gas-. Iberdrola enmarca esta decisión dentro de su apuesta por las energías limpias y por acelerar su compromiso de reducción de la intensidad de emisiones de CO2 en un 50% en el año 2030 respecto a los niveles de 2007.
Desde 2001, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha clausurado en todo el mundo centrales térmicas que suman casi 7.500 MW de capacidad instalada. Destacan el cierre en 2013 y 2016, respectivamente, de dos grandes centrales de carbón en Reino Unido, Cockenzie y Longannet, cuya potencia conjunta ascendía a 3.600 MW. Asimismo, el desmantelamiento en este periodo de tiempo de casi 3.200 MW de plantas de fuel oil. Con el cierre de las últimas plantas de carbón operativas, el porcentaje de la capacidad de producción de electricidad libre de emisiones del grupo quedará en el 68%, elevándose en España hasta el 76%. Con 28.778 megavatios ‘verdes’, Iberdrola se ha situado entre las empresas líderes mundiales por capacidad renovable, sobre todo eólica, tanto terrestre como marina (15.902 MW) e hidroeléctrica (12.756 MW).
Iberdrola a la par con Gas Natural Fenosa
Este anuncio de Iberdrola se produce en un momento en el que el Gobierno trabaja en el desarrollo de un proyecto de real decreto para regular el procedimiento de cierre de las instalaciones de generación eléctrica. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, que ha buscado los apoyos parlamentarios de PSOE y Ciudadanos para regular este cierre de centrales a través de una ley, aunque sin éxito, ha reiterado en varias ocasiones que esta decisión no puede depender únicamente de las empresas porque influye en la configuración del ‘mix’ energético, un tema que debe ser competencia del Parlamento y el Gobierno.
El discurso de Nadal respecto a este tema se endureció a partir de mayo, después de que Enel, principal accionista de Endesa, confirmara que, en base a la vigente normativa ambiental y teniendo en cuenta las actuales condiciones del mercado, cerraría sus centrales de carbón de la Compostilla (León) y Teruel antes del 30 de junio de 2020. Asimismo, Gas Natural Fenosa también anunció en junio que acometería un «cese paulatino» de la actividad de su central térmica de Anllares hasta 2019.