La inteligencia artificial abre un mundo de posibilidades cada vez más perfectibles. Esta tecnología permite diagnósticos precoces en salud. Identificar fraudes, anticipar posible congestión en carreteras, detectar ladrones antes de que roben y un sinfín de opciones. Al parecer la IA, también ha encontrado correlaciones entre la cara y la personalidad.
Existe evidencia de que las señales morfológicas y sociales en un rostro proporcionan rasgos de la personalidad y el comportamiento humano. Una investigación reciente demuestra que la inteligencia artificial es capaz de inferir la personalidad a partir de ‘selfies’, mejor que los evaluadores humanos. Señala además, que las fotos de la vida real tomadas en condiciones no controladas pueden utilizarse para predecir los rasgos de personalidad mediante algoritmos de visión.
El estudio «Evaluación de los cinco grandes rasgos de personalidad mediante imágenes faciales estáticas de la vida real» se publicó en la revista Nature. Indica que los fisonomistas desde la antigua Grecia hasta Cesare Lombroso intentaron vincular la cara con la personalidad. Pero la mayoría de sus ideas no resistieron el escrutinio de la ciencia moderna.
Las pocas asociaciones establecidas de detalles faciales específicos, como la relación entre el ancho y la altura del rostro, con rasgos de personalidad son bastante débiles. Los estudios que piden a los evaluadores humanos que emitan juicios de personalidad basados en fotografías han producido resultados inconsistentes.
Sin embargo, existen argumentos teóricos y evolutivos que sugieren que cierta información sobre las características de la personalidad podría ser transmitida por el rostro humano. En particular, aquellas esenciales para la comunicación social. Después de todo, la cara y el comportamiento están formados por genes y hormonas. Por tanto, las experiencias sociales de una persona pueden afectar el desarrollo de la personalidad.
IA determina la relación entre cara y personalidad
Investigadores de dos universidades de Moscú, HSE University y Open University for the Humanities and Economics, se unieron a la empresa rusa-británica BestFitMe para realizar el estudio. Entrenaron una cascada de redes neuronales artificiales para hacer juicios de personalidad confiables basados en fotografías de rostros humanos.
El rendimiento del modelo fue superior al descubierto en estudios anteriores que utilizaron el aprendizaje automático o evaluadores humanos. La inteligencia artificial pudo emitir juicios por encima del azar sobre la conciencia, el neuroticismo, la extraversión, la amabilidad y la franqueza basándose en los ‘selfies’ que los voluntarios subieron en línea. Los juicios de la IA sobre cara y personalidad fueron consistentes en diferentes fotos de los mismos individuos.
El estudio se realizó en una muestra de 25.202 mil voluntarios que completaron un cuestionario de autoinforme midiendo rasgos de personalidad basado en el modelo «Big Five» y subieron un total de 77.346 fotos.
Los encuestados se dividieron aleatoriamente en un grupo de entrenamiento y uno de prueba. Se utilizó una serie de redes neuronales para preprocesar las imágenes y garantizar una calidad y características consistentes. Así como excluir rostros con expresiones emocionales e imágenes de celebridades.
A continuación, se entrenó una red neuronal de clasificación de imágenes para descomponer cada imagen en 128 características invariantes. Seguida de un perceptrón multicapa que utiliza invariantes de imagen para predecir rasgos de personalidad.
Otras aplicaciones por explorar
El estudio reveló que la Inteligencia Artificial puede adivinar correctamente la posición relativa de dos individuos elegidos al azar. Es decir, la IA pudo determinar una relación de cara y personalidad en el 58% de los casos, en comparación con el 50% esperado por casualidad. La tecnología ha dado con la vieja expresión de que la cara es el espejo del alma.
Esto indica que una red neuronal artificial que se basa en imágenes faciales estáticas supera a un evaluador humano promedio que se encuentra con el objetivo en persona sin un conocimiento previo.
La inteligencia artificial se puede utilizar para proponer productos que se ajusten mejor como el servicio al cliente, las citas o las tutorías en línea. Hay una gran cantidad de aplicaciones potenciales por explorar.
Otros investigadores desarrollaron un modelo informático que puede predecir el estado de ciertas características de salud simplemente mediante el análisis de la cara de una persona. El estudio de la Universidad de Macquarie muestra que el modelo es capaz de detectar información sobre la grasa corporal y los niveles de presión arterial. Ahora los algoritmos han aprendido a identificar con más certeza que el alma que nos retrata la cara.
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