Una jueza de Estados Unidos dijo el miércoles a los padres acusados del escándalo de admisiones universitarias más grande de la historia del país, entre ellos las actrices Felicity Huffman y Lori Loughlin, que limiten sus viajes internacionales y retiren las armas de sus hogares mientras esperan el juicio.
Las actrices se encontraban entre los 13 padres adinerados que se presentaron el miércoles ante una corte federal de Boston para enfrentar cargos por participar en una trama que incluía manipular exámenes de admisión y el pago de unos 25 millones de dólares en sobornos para comprar lugares para sus hijos en prestigiosas universidades como Yale y Georgetown.
La jueza estadounidense M. Page Kelley advirtió a los padres de que consulten a sus abogados acerca de la posibilidad de ser acusados de obstruir la investigación si analizan el caso con sus hijos, a quienes los fiscales consideran posibles testigos.
Pero dijo que no impediría a los padres que lo hicieran, como habían querido los fiscales, al decir: «Simplemente no creo que eso sea realista».
Los fiscales han estado tomando declaración a unos 33 padres acusados. El miércoles, el empresario de comida envasada Peter Sartorio se convirtió en el primero en decir que planea declararse culpable. Otros dos dijeron que también estaban en conversaciones
Los fiscales dicen que la trama estuvo supervisada por el consultor de admisiones de California Rick Singer, quien reconoció haber facilitado cambios a las pruebas de ingreso y sobornos a entrenadores para presentar a postulantes como candidatos de élite en deportes, aún si no tenían experiencia.
Sin interés en la universidad
Huffman, más conocida por su rol protagónico en la serie «Desperate Housewives», y Loughlin, actriz de la comedia «Full House», dijeron en la corte que entendían los cargos que enfrentaban, pero no mucho más.
Los fiscales alegan que Loughlin y su esposo, el diseñador de moda de Los Ángeles Mossimo Giannulli, acordaron pagar 500.000 dólares para que sus dos hijas, Olivia Jade e Isabella Giannulli, fueran reclutas del equipo de remo de Universidad del Sur de California, pese a que jamás habían competido.
Aunque no se sabe si las chicas estaban al tanto de las tramas que construían sus padres, fuentes cercanas a la familia aseguran a Entertainment Weekly que ambas están muy avergonzadas por el escándalo. Las acusaciones han afectado más a Jade, de 19 años, que desde sus días en secundaria ha desarrollado una carrera como influencer.
El caso ha sacado a la luz varios vídeos de Jade en los que demuestra su poco interés por la escuela y la universidad. “No sé a qué universidad iré, pero lo primero que haré será hablar con mis decanos y profesores para ver cómo podemos conseguir un equilibrio… Sí quiero experimentar la fiesta y los días de juegos, pero realmente no me importan demasiado las clases”, dijo la joven en uno de sus vlogs en Youtube, donde tiene casi 2 millones de suscriptores.
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Además, sostienen que Huffman, quien está casada con el actor William H. Macy, hizo una contribución de 15.000 dólares a la fundación de Singer a cambio de que un socio suyo corrigiera en secreto las respuestas de su hija en una prueba SAT de ingreso a la universidad en 2017. Igualmente, Huffman iba a involucrar a su hija menor en la trama pero decidió no hacerlo.
Con información de Reuters.
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