Los médicos de toda España están en huelga este 27 de octubre, la primera en 25 años. Lo hacen para protestar en contra de las condiciones laborales a las que son sometidos y un decreto que permite contratar profesionales sin especialidad.
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) tomó las riendas de la convocatoria. La idea de los profesionales de la medicina es que la protesta interfiera lo menos posible en la asistencia sanitaria de los ciudadanos, pero que exprese de manera contundente el desacuerdo con las actuales condiciones laborales y el Decreto Real que les impone una «militarización» el servicio.
María José Campillo, miembro permanente de la CESM, indica que los servicios mínimos que les han impuesto son un abuso. En muchos casos se trata del 10% y en otros el mínimo del personal es 80%. Esto quiere decir que habrá más gente trabajando que la que estaría disponible en un día festivo.
La CESM aseguró que hasta las 9:00 horas de este martes el seguimiento de la huelga es un éxito: un 85% de seguimiento. Un «llamado de auxilio» que médicos de todo el país continuaron y que esperan repetir el último martes de cada mes que no sea festivo hasta que no obtengan una respuesta del Gobierno.
Una huelga contra el maltrato continuo
La huelga de la sanidad pública española no es producto de la improvisación. La intención de protestar se han asentado desde hace años debido a la falta de inversión y el «maltrato continuo» a los profesionales. Una situación que también afecta a los pacientes. Los médicos que tienen poco tiempo para atenderlos y que no les prestan la atención necesaria.
La crítica situación quedó al descubierto con la pandemia. Generó una crisis sanitaria que puso a la vista las deficiencias de un sistema que se mantenía con el trabajo de los profesionales. Pero ya se cansaron y aseguran que el esfuerzo dejó de ser suficiente, ahora quieren pedir lo justo.
Una situación a la que se le sumó el Real Decreto 29/2020, que consideran que terminará por deteriorar todavía más la sanidad. «No puede ser la solución que se permita contratar de forma excepcional a personal sanitario extracomunitario o que no sea necesario presentar la prueba de especialización MIR», insisten.
El Real Decreto afectará a los pacientes. El Gobierno se aprovechó del decreto y de la pandemia para atentar y desmantelar el sistema sanitario.
Rechazo contundente de los médicos al «decretazo»
La situación es grave. Con el nuevo decreto se autoriza a las comunidades a que contraten a graduados de Medicina que no tenga el MIR o médicos extracomunitarios que no posean su título homologado. Además, permite cambiar a médicos y enfermeros de una unidad a otra, incluso de centros de salud. Una decisión que se puede tomar con base en la falta de personal que se ha derivado de la pandemia, y que tiene un sesgo militarista.
Además, la normativa se mantendría en el tiempo siempre y cuando siga existiendo insuficiencia de personal en las unidades. Su duración está estipulada para 12 meses, pero que puede prorrogarse por decisión del Ministerio de Sanidad.
A la CESM también le preocupa que el «decretazo», como lo califica el sindicato, funcione para avalar situaciones ilegales que ya se dan en varias autonomías. Lo asegura Víctor Pedrera, vicesecretario nacional de CESM y secretario general del sindicato en la Comunidad Valenciana.
Asegura Pedrera que en Valencia se están contratando extracomunitarios que no poseen título de especialista para que lleven a cabo labores en Urgencias o centros de salud de zonas periféricas. Es decir, trabajan en puestos con especial ausencia de facultativos. Una situación que probablemente se legalice con el «decretazo».
Asistencia a la huelga
De acuerdo con la Conserjería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el seguimiento de esta primera jornada de huelga nacional de médicos fue de 7,65% en el caso de los profesionales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). En este sentido, desde la CESM en Castilla y León cifraron entre el 65% y 70% el grado de seguimiento de la huelga, que ha tenido mayor incidencia en los centros hospitalarios que en la Atención Primaria.
Un escenario que dista del que se vio en Cataluña, donde apenas le hicieron seguimiento a la huelga. En Murcia fue distinto, medio centenar de trabajadores se concentraron a las puertas del centro de salud de San Andrés, una de las zonas con más incidencia de la COVID-19 de la capital regional.
Por su parte, la Consellería de Sanidad de Galicia calculó que el 5,5% de los médicos secundó en el turno de la mañana la huelga. Además, destacó que se cumplieron al 100% los servicios mínimos establecidos.
En Santander 300 profesionales se concentraron ante la sede de la Conserjería de Sanidad. Además, otro centenar de especialistas sanitarios participaron en la manifestación convocada frente al Hospital General Universitario de Albacete.
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