Por Ana Bedia
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha convocado una huelga indefinida a partir de la penúltima jornada de Liga. Pero… ¿qué piden los futbolistas?, ¿a quién afecta?, ¿quién la respalda? Estas y otras preguntas y sus respuestas a continuación.
Una primera lectura del conflicto desvela que los futbolistas quieren ser escuchados y que si para ello tienen que parar y no ponerse las botas en algún encuentro están dispuestos a hacerlo. Pero detrás de esta amenaza de paro hay mucho más. Se vuelve a poner sobre la mesa la pugna -que desde hace bastante tiempo no tiene nada de secreta- entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) por lograr el mayor control posible sobre esta competición y parte de sus ingresos.
¿Cuál es el origen del conflicto?
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 30 de abril el Real Decreto Ley de medidas urgentes en relación con la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones de fútbol profesional, que cambia el sistema de venta individual por el centralizado.
¿Quiénes son los beneficiados?
El Gobierno defiende que el Real Decreto «garantiza la viabilidad de los equipos, el equilibro de la competición y apoyar al deporte aficionado». Además, alega que «se trata también de consolidar mercados audiovisuales que tienen en España un desarrollo muy limitado, como la televisión de pago, y de mejorar los mecanismos económicos de control financiero de los clubes, ya que el conjunto de deuda que acumulan supera los 3.000 millones de euros. Los mayores acreedores son los bancos pero también Hacienda y la Seguridad Social con más de 600 millones de euros entre los dos», ha explicado el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.
Pero hay otros factores en la ecuación. En este conflicto hay dos bandos diferenciados: por un lado la LFP y el Gobierno a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) y por otro la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
Los alegatos de los primeros ya han sido expuestos, pero…
¿Qué dicen los agraviados?
El presidente de la AFE, Luis Rubiales, explicó en rueda de prensa que el principal motivo por el que han decidido parar se debe a que han sido excluidos del diálogo para elaborar ese Real Decreto Ley con el que dicen sentirse perjudicados.
«Se ha excluido de manera total a la AFE en contra de lo que nuestro Parlamento había ordenado. La Subcomisión para el Deporte Profesional, integrada por todos los partidos, dio el mandato de que se llegara a un acuerdo conjunto en el que participaran todos los agentes y eso no se ha tenido en cuenta por el Gobierno», añadió.
¿En qué salen perjudicados?
Los futbolistas rechazan que se les haya ignorado en los procentajes de reparto centralizado, que sí incluyen el 1% para deportistas de élite en otras modalidades. Recuerdan que en Inglaterra los jugadores perciben el 1,5% y en Francia, un 1,09%.
Además, denuncian que el Real Decreto Ley incrementa las diferencias entre ricos y modestos. En Francia el 65% del reparto se destina a los clubes de Primera y el 35% a los de Segunda, aquí los grandes percibirían el 90%, y los de Segunda 10%. La AFE destaca que así no se solucionaría los problemas de impago que sufren muchos jugadores.
Por su parte, la Federación se ha posicionado del lado de los jugadores y ha añadido más leña al fuego. Afirma que se han sentido ignorados por el Gobierno y que “en lugar de haber escuchado nuestras propuestas desinteresadas, hemos recibido como respuesta la expropiación de derechos básicos, entre otros la titularidad audiovisual”.
¿Qué dice la LFP y el Gobierno?
La LFP anunció en un comunicado que ha decidido emprender acciones judiciales. A su juicio, la convocatoria y los «objetivos» de la huelga son «ilegales».
«Lo solicitado es la modificación de una norma con rango de ley y dichas modificaciones no pueden ser objeto de huelga en un sector privado (la industria de fútbol), tal y como recoge la jurisprudencia en este aspecto».
El presidente de la LFP, Javier Tebas, adelantó que no piensan someterse «al chantaje de la Federación» y, al manifestar su postura sobre el conflicto, habló de «una locura, una osadía y una irresponsabilidad de una institución y de Ángel María Villar (presidente de la Federación Española), que no sabe el rumbo que debe tomar el fútbol profesional ni el fútbol aficionado».
Por su parte, El presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, rechazó los argumentos de la RFEF para suspender la competición, dijo que «no existen motivos para parar el fútbol» y confió en que «impere la razón y la lógica».
«Tengo que esperar que haya fútbol el día 16 y que impere la razón y la lógica. Las puertas están siempre abiertas en esta casa. No existen motivos para parar el fútbol. El Real Decreto Ley es muy bueno para el fútbol y me gustaría saber si una percepción de sentirse ninguneado justifica una huelga», afirmó.
¿A qué competiciones afecta?
La huelga paralizaría la penúltima jornada de Liga y, si no hay solución, la siguiente e incluso la final de la Copa del Rey, el próximo 30 de mayo.
Un problema… ¿cuándo se recuperarían los partidos?
Sería complicado. La Copa América empieza el 11 de junio y termina el 4 de julio, además en esas fechas el resto de selecciones juegan partidos amistosos que no pueden ser cambiados de fecha.