Solo quedan horas para que culmine 2020. Este año será uno de los más extraños y memorables de la historia. Si bien la mayoría de nuestros recuerdos se relacionarán con la pandemia, hay otros problemas globales que permanecen aquí. Uno de ellos es el cambio climático. Para combatirlo, el mundo se está preparando para un aumento de las energías renovables en 2021.
Ha habido algunos aspectos positivos para el medio ambiente en los últimos meses, con una gran caída en las emisiones de carbono y la contaminación del aire, ya que industrias enteras cerraron y todos nos quedamos en casa. Pero a medida que las economías se reiniciaron, las emisiones volvieron a aumentar y nos mostraron que tenemos que salir de esta crisis con un plan para hacer frente a la crisis más grande, prolongada y peligrosa del caos climático y reiniciar con una recuperación económica verde.
Pasos en firme
Hay algunas señales alentadoras. Las personas se volvieron más conscientes de sus emisiones durante la pandemia. Un creciente número de personas se plantea vivir de manera más sostenible en el futuro. También vemos que los países se comprometen a cero neto y hacen promesas audaces antes de la COP26 el próximo año. Este cambio hacia una forma de vida más ecológica influirá en las tendencias tecnológicas en 2021.
La transición a las energías renovables está ocurriendo, pero debe acelerarse. En 2021, veremos que más personas eligen energías renovables y administran su consumo de energía con mayor facilidad a través de aplicaciones y tecnología inteligente en sus teléfonos. Cambiar a energías renovables es lo más rápido y fácil que las personas pueden hacer para reducir su huella de carbono.
Compromiso personal
En un planeta que es de todos, la responsabilidad de protegerlo también es de todos. Y cada año más personas se suman a este esfuerzo. Entre 2010 y 2018, 411 millones de personas obtuvieron acceso a electricidad limpia y 200 millones más a tecnologías y combustibles limpios para cocinar.
Sin embargo, el crecimiento de la población en algunas partes del mundo contrarresta parte de este progreso. Se prevé que el número de personas sin electricidad en África subsahariana aumente de alrededor de 580 millones en 2018 a alrededor de 680 millones en 2030.
Reducción de costes
Pero cada vez más surgen nuevos avances. Los combustibles fósiles solían ser menos costosos que la energía más limpia, pero esto está cambiando. Las energías renovables son cada año más asequibles y algunas opciones ahora son más baratas que los combustibles fósiles.
El precio de la energía solar ha disminuido en un 89% desde 2010. Ahora es más barato utilizar energía solar que construir nuevas plantas de energía de carbón en la mayoría de los países. La energía solar es ahora la electricidad más barata de la historia. En medio de un año excepcionalmente desafiante, y a pesar de sufrir reveses, el sector de las energías renovables ha mostrado una alta resiliencia.
Esta caída de precio, junto con el progreso tecnológico y la introducción de modelos de negocio innovadores, significa que ahora estamos en un punto de inflexión. Las tecnologías de eficiencia energética también pueden generar beneficios climáticos. Las políticas de eficiencia adecuadas podrían permitir que el mundo logre más del 40% de los recortes de emisiones necesarios, incluso sin nueva tecnología.
Más personas eligen un vehículo eléctrico
Otro avance importantes, basado en el compromiso individual, es que más personas harán el cambio a los vehículos eléctricos, gracias a los avances en la tecnología de baterías y una mayor variedad de modelos. Su uso no solo reducirá la huella de carbono de las personas, también son más baratos de operar y ahora son una excelente alternativa a los automóviles de gasolina y diésel.
Los anuncios de los mayores fabricantes de vehículos, de baterías y de tecnología en general, apuntan a que veremos más autos eléctricos en las carreteras, más empresa lanzando nuevos modelos y más cargadores de vehículos eléctricos instalados en todo el mundo.
Crecimiento en calculadoras de carbono y tecnología
Para tomar decisiones que ayuden a reducir sus emisiones, las personas necesitarán nueva tecnología para comprender y reducir su huella de carbono. Exigirán más información de las empresas sobre el impacto de sus productos y servicios. Las calculadoras de carbono y tras aplicaciones que les permitan realizar un seguimiento de sus emisiones serán más populares.
Las nuevas exigencias impulsarán el surgimiento de más tecnología inteligente para ayudar a administrar la energía en nuestros hogares, incluidos los medidores inteligentes, gracias a la innovación de productos, la tecnología mejorada y la reducción de costes. Habrá, entonces, más personas invirtiendo en tecnologías que les ayuden a reducir las emisiones de carbono, como paneles solares y baterías domésticas que alimentan sus hogares y exportan energía a la red, y bombas de calor que calientan sus hogares sin usar gas.
Avance del hidrógeno verde
El hidrógeno verde, un combustible alternativo generado con energía limpia, está experimentando un resurgimiento global. Ha sido identificado como la fuente de energía limpia que podría ayudar a llevar al mundo a cero emisiones netas en las próximas décadas.
El hidrógeno verde resuelve una serie de problemas. La gran mayoría del hidrógeno que se utiliza hoy en día, el hidrógeno «gris», se produce utilizando combustibles fósiles, emitiendo dióxido de carbono en el proceso. El hidrógeno «azul» se fabrica utilizando gas natural y luego captura las emisiones de dióxido de carbono, haciéndolo más limpio que el hidrógeno gris.
Sin embargo, el hidrógeno «verde» libre de carbono se fabrica utilizando electricidad para separar las moléculas de hidrógeno de las moléculas de oxígeno en el agua. El subproducto después de la combustión de hidrógeno no es dióxido de carbono, sino agua.
Una gran oportunidad para las energías renovables
Una de las razones por las que hay tanto interés y entusiasmo en torno al hidrógeno verde es que la infraestructura ya existe para su uso. Con hidrógeno, en una proporción de alrededor del 10%, es posible simplemente arrojarlo a las tuberías de gas natural hoy, y funciona bien.
Las actuales refinerías que usan hidrógeno gris para fabricar químicos también pueden hacerlo usando hidrógeno verde. Además, es compatible con la maquinaria industrial existente en muchos casos.
Además, muchos de los motores de los camiones de largo recorrido pueden funcionar con hidrógeno. Otro beneficio del hidrógeno verde es que se puede mezclar con gas natural.
Metas más ambiciosas
La producción de combustibles fósiles debe reducirse en un 6% por año entre 2020 y 2030 para evitar un aumento «catastrófico» de la temperatura global, según un informe respaldado por las Naciones Unidas publicado a principios de diciembre.
Cada vez más países están haciendo del hidrógeno verde una prioridad para sus necesidades energéticas, y gran parte del coste se atribuirá a los recursos naturales. Chile, por ejemplo, está invirtiendo en infraestructura de hidrógeno debido a sus recursos eólicos óptimos.
Arabia Saudita está construyendo la mayor planta de energía verde y amoníaco en Neom, promocionada como la «ciudad del futuro». En julio, la ciudad y la compañía eléctrica de Arabia Saudita ACWA Power firmaron un acuerdo con la compañía de la industria química estadounidense Air Products para construir la planta, que será impulsada por fuentes eólicas y solares en el desierto.
Una de las plantas de hidrógeno verde más grandes del mundo se inauguró recientemente cerca de Fukushima, donde ocurrió un desastre nuclear que siguió a un terremoto y un tsunami en 2011. Japón ya está pagando más por el hidrógeno verde que por el hidrógeno regular. En octubre, ese país anunció un objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Europa avanza hacia las energías renovables
La Unión Europea anunció durante el verano su intención de expandir el hidrógeno verde a gran escala como parte de su plan de energía limpia de 550.000 millones de dólares, que incluirá transporte y almacenamiento, así como electrolizadores. En julio, la Comisión anunció una estrategia de hidrógeno que exige una inversión de 430.000 millones de dólares en hidrógeno verde para 2030.
El hidrógeno ha estado en el radar de Alemania desde 2006, cuando el gobierno comenzó a asignar grandes cantidades de fondos para el proyecto. En junio, el país creó un «paquete para el futuro», que puso a disposición 7.000 millones de euros para el despliegue de hidrógeno verde en Alemania y otros 2.000 millones de euros para asociaciones internacionales.
En octubre, España anunció un proyecto para lanzar cuatro electrolizadores que alcanzarán el 20% de su objetivo de hidrógeno verde para 2030. El país tiene un paisaje y un patrón meteorológico ideales para la producción solar y eólica.
Los expertos están de acuerdo en que el uso de hidrógeno verde debe implementarse si los países quieren cumplir con cualquiera de las promesas climáticas que han hecho en el Acuerdo de París y más allá.
Un optimismo racional
El progreso que el mundo ha visto en 2020 es suficiente para dar una mayor sensación de optimismo en 2021. El objetivo de un sistema de energía limpia que funcione para todos y aborde la emergencia climática es una misión digna.
Los avances en política global, tecnología y responsabilidad corporativa dan un indicador claro de que los objetivos de emisión neta de carbono cero se están tomando en serio. Pero el mundo debe continuar en esta trayectoria y asegurarse de no perder impulso. Más energías renovables en 2021 es parte de la meta. Lo fundamental es no desviarse del camino.
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