Un equipo médico del Hospital Cliníc de Barcelona realizó el primer trasplante de útero en España. La compleja operación que resultó un éxito implicó la donación en vivo del órgano, que en este caso fue de una hermana a otra. La receptora se encuentra bien y ya presentó su primer ciclo menstrual, mientras espera poder concebir un hijo.
Esta buena noticia para el avance de la ciencia médica del país, de Cataluña y de la paciente, requirió de preparación y estudios por parte de los ginecólogos y cirujanos que hicieron posible el gran paso.
La intervención duró más de dieciséis horas y participaron más de veinte profesionales liderados por Francisco Carmona, jefe del Servicio de Ginecología, así como de Antonio Alcaraz, jefe del Servicio de Urología y de Trasplante Renal.
La historia la protagonizan dos hermanas. La menor nació sin útero y sin trompas de Falopio (síndrome de Rokitansky) y deseaba ser madre biológica. Y la mayor ya tiene hijos y no quería tener más. A partir de entonces se emprendió un arduo trabajo médico-científico que se concretó el 5 de octubre con la operación.
El trasplante de útero se divide en dos fases, explicó el Hospital Cliníc. La extracción del útero mediante cirugía robótica, para ser lo menos invasiva posible, y su implantación que consistió en una cirugía abierta.
Exitoso el trasplante de útero en España
La intervención es de alta complejidad, sobre todo en lo que repercute a la primera fase de extracción del útero de la donante, dijo Alcaraz. “Es un órgano complejo con pobre vascularización de las arterias. Y un gran entramado de venas de las que hay que buscar las mayores para drenar la sangre que llega al útero”.
A esto se suma que es un proceso largo en el tiempo ya que su éxito “viene determinado por la viabilidad del órgano, que este funcione y que la mujer pueda quedar embarazada”.
A dos meses del posoperatorio, las hermanas han evolucionado bien. Se ha demostrado la funcionalidad del útero en la receptora al haber tenido su primer ciclo menstrual. En unos meses se le implantará un embrión de los 11 fecundados in vitro, para impulsar la concepción.
En el caso de que quede embarazada se mantendrá a la receptora con fármacos inmunosupresores hasta un segundo embarazo, explicaron. Una vez haya completado su deseo de ser madre se le retirará el útero por laparoscopia después del segundo parto, siempre y cuando sea este su deseo gestacional.
Hasta la fecha ha habido alrededor de 70 trasplantes de útero en el mundo, de los cuales hay más de 20 nacidos vivos. El primer nacimiento tras un trasplante de una donante viva tuvo lugar en Suecia en el 2014, en el Hospital Universitario de Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, dirigido por Mats Brännström.
Objeciones ética y social
La Organización Nacional de Trasplantes se resistió durante años a autorizar esta intervención por motivos éticos y sociales. Entre los argumentos esgrimidos cuenta que el útero no es un órgano vital, como lo es el corazón o el hígado. En esta operación, al no utilizar el tejido de un donante cadáver, se ponía en riesgo a dos personas en cirugías complicadas. Todo, con el único objetivo de cumplir el deseo de una mujer de ser madre biológica.
Considera la ONT que es un trasplante pensado solo para mejorar la calidad de vida de una persona. Mientras que la receptora, además de los riesgos, debe mantener un tratamiento de inmunosupresión para evitar el rechazo y asumir la posibilidad de que haya un fallo de trasplante.
Otro problema que aborda la Organización es que la autorización de este tipo de trasplantes abre la puerta a que un hombre pueda solicitarlo e intentar una gestación. Con el choque cultural que implicaría y la connotación ética y social.
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