Catorce figuras destacadas de la democracia en Hong Kong fueron declaradas culpables de cargos de subversión en el juicio de seguridad nacional más grande desde que Pekín iniciara una escalada represiva contra región administrativa de China.
A los activistas y políticos a favor de la democracia los declararon culpables de “conspiración para cometer subversión”. En particular, por su papel en la celebración de elecciones no oficiales en 2020 para decidir quién debería participar en los comicios de legisladores en Hong Kong. Los procesados -los “47 de Hong Kong”- representaban una amplia franja del movimiento democrático de Hong Kong que desmanteló el gobierno del Partido Comunista de China, que impuso una ley de seguridad nacional para aplastar la disidencia.
Un panel de jueces elegidos por el gobierno de Hong Kong concluyó que los condenados cometieron delitos de seguridad nacional al participar en una “conspiración para subvertir el poder estatal” al celebrar elecciones primarias no oficiales en 2020.
El juicio de 10 meses terminó en diciembre. Más de 1.000 días después de que la cohorte fuera arrestada por primera vez. Entre los culpables se encuentran la política Helena Wong; el veterano activista Leung “Long Hair” Kwok-hung; la periodista Gwyneth Ho; y Gordon Ng, de doble nacionalidad hongkonesa y australiana.
La Fundación Comité por la Libertad en Hong Kong condena inequívocamente estas sentencias y pide la liberación inmediata de los 47 activistas y los demás presos políticos recluidos en las prisiones de Hong Kong.
Hong Kong condena a los demócratas
De las 47 figuras prodemocracia enjuiciadas, 31 se han declarado culpables, y de los 16 que se declararon inocentes, 14 personas fueron sentenciados culpables de “conspiración para subvertir el poder del Estado». Los “47 de Hong Kong” fueron arrestados en febrero de 2021 por participar en las elecciones primarias. Su juicio comenzó en febrero de 2023. Los fiscales alegaron que los activistas celebraron elecciones primarias para “derrocar al gobierno”. Los activistas condenados serán sentenciados en una fecha posterior, junto con los 31 que se declararon culpables.
Las autoridades chinas han utilizado los amplios poderes de una ley de seguridad nacional impuesta por China para sofocar la disidencia en amplios sectores de la sociedad. También las protestas de las minorías étnicas. «El mensaje de las autoridades es claro. Cualquier activismo de oposición, incluso moderado, no será tolerado», dijo Ho-fung Hung, experto en política de Hong Kong de la Universidad Johns Hopkins a The New York Times.
Los activistas prodemocracia han dicho que defendían los derechos de los residentes de Hong Kong ante al creciente control de Pekín sobre la ciudad. La reducción de las libertades en Hong Kong desencadenó protestas enormes, a veces violentas, en 2019 y principios de 2020. En respuesta, China impuso una ley de seguridad nacional en Hong Kong en 2020 que otorga a las autoridades un amplio poder para arrestar a los críticos. Incluido Tai, el profesor de derecho y destacado estratega del pro campo de la democracia, y Claudia Mo, ex legisladora y activista.
Ley cerró el camino democrático
La condena de grupos de derechos humanos y gobiernos occidentales no se hizo esperar. La directora interina de Human Rights Watch para China, Maya Wang, se refirió al dictamen. Dijo que las condenas demuestran un total desprecio tanto por los procesos políticos democráticos como por el Estado de derecho. «Lo único que Hong Kong quería era elegir libremente su gobierno. La democracia no es un crimen, independientemente de lo que digan el gobierno chino y su tribunal de Hong Kong cuidadosamente elegido”, apuntó.
La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Penny Wong, declaró que a su país le preocupaban profundamente los veredictos y que mantenía «fuertes objeciones» a la aplicación de la legislación de seguridad nacional contra la oposición y la sociedad civil. También la ministra del Reino Unido para el Indo-Pacífico, Anne-Marie Trevelyan, rechazó la decisión judicial. “El veredicto sólo empañará aún más la reputación internacional de Hong Kong, porque sus ciudadanos no pueden participar de manera segura y significativa en un debate político pacífico”, agregó
Desde que la ley de seguridad nacional entró en vigor en 2020, los grupos civiles no existen y los medios de comunicación independientes cerraron. La legislatura está compuesta únicamente por leales a Pekín. Mientras que la mayoría de las figuras a favor de la democracia están en prisión o exiliadas en el extranjero.
Huella del Partido Comunista de China
Hong Kong, un protectorado británico, regresó al control chino en 1997. La política “Un país, dos sistemas” prometía mucha autonomía para el territorio. Respeto a la burocracia hongkonesa, cortes independientes, medios libres, un internet abierto y otras características que no se viven en China continental. La realidad ha impuesto un solo sistema, a pesar de que esa diferencia estaba garantizada por el estatuto corto de la Ley Básica de Hong Kong, que caduca en 2047. El Partido Comunista de China interfiere cada vez más en asuntos hongkoneses. Por ejemplo, secuestró al dueño de una editorial que publicaba libros sobre integrantes de directorio comunista chino.
La Ley Básica garantiza que china no pueden reprimir el disenso en Hong Kong con la misma fuerza que en el territorio continental y en el Tíbet y Xinjiang.