Por Ignacio Ortega | Efe
27/11/2015
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha aceptado coordinar las acciones militares rusas en Siria con Francia y la coalición antiterrorista liderada por Estados Unidos tras reunirse en el Kremlin con su colega francés, Francois Hollande.
«Hemos acordado que en breve nos coordinaremos tanto en el plano bilateral como en el de la coalición liderada por Estados Unidos, en general», ha afirmado Putin en rueda de prensa conjunta en el Kremlin. Putin ha explicado de qué se trata esa coordinación «en el campo de batalla»: «Determinar los territorios en los que se pueden lanzar ataques y aquellos en los que es mejor abstenerse de efectuar bombardeos».
Es la primera vez que el jefe del Kremlin se muestra dispuesto a coordinar su campaña aérea con Occidente, a la que siempre ha acusado de utilizar al Estado Islámico (EI) como herramienta para derrocar al líder sirio Bachar al Asad.
Desde que planteara a finales de septiembre en la tribuna de la ONU la creación de una alianza internacional contra el yihadismo, Hollande es el primer mandatario occidental que viaja a Moscú y decide tender la mano al líder ruso.
Precisamente, Putin y Hollande vieron el jueves su cooperación coyuntural como un espaldarazo «a la formación de una amplia coalición antiterrorista bajo la égida de la ONU», ya que «el número de países que secundan esta iniciativa aumenta».
«Los ataques contra el EI se intensificarán» de manera coordinada con Rusia «con el fin de aumentar la eficacia de esas acciones» militares, ha asegurado el mandatario galo, quien insistió en que el «enemigo común» de los países civilizados es el Estado Islámico.
Putin y Hollande fueron más allá ya que se pusieron de acuerdo en centrar sus ataques en las posiciones del EI, especialmente su fuente de financiación -yacimientos, refinerías y convoyes de petróleo- y en abstenerse de atacar a la oposición moderada contraria a Asad.
«Nos comprometimos a que es necesario lanzar ataques sólo contra los terroristas, sólo contra el EI, sólo contra los grupos yihadistas. Lo importante es no bombardear a las fuerzas que también luchan contra los terroristas», dijo Hollande. Al respecto, destacó que «Europa está ahora movilizando sus fuerzas en la lucha contra el terrorismo» y llamó a los ministros de Defensa de «todos los países europeos» a coordinar sus acciones contra el yihadismo.
Recordó que el Reino Unido -cuyo primer ministro, David Cameron, ha pedido a su Parlamento autorización para enviar tropas- ya ha dado su visto bueno, mientras Alemania -se reunió el miércoles con la canciller, Angela Merkel- se lo está pensando.
¿Cómo reaccionará Obama?
No está claro cómo reaccionará el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con el que Hollande se reunió esta semana y que insistió que Rusia debe dar un «giro estratégico» y atacar más activamente al EI, en vez de martillear a los rebeldes y «fortalecer a Asad».
Al tiempo que Obama describió a Rusia como una potencia que actúa «al margen» de la comunidad internacional y que tiene en Irán a su único aliado en Siria, reconoció que su cooperación «sería enormemente útil» para acabar con la guerra en Siria.
Como era de esperar, en lo que discreparon Putin y Hollande es en el futuro del líder sirio, Bachar al Asad, defendido por Rusia e Irán y cuya renuncia demandan Estados Unidos, la Unión Europea, Turquía y Arabia Saudí.
«Por supuesto, Asad no puede jugar ningún papel en el futuro de este país (Siria). Pero para ello es necesario también que Rusia juegue uno de los papeles más preponderantes en este proceso (de arreglo político)», señaló.
Como condiciones para el arreglo político en Siria, Hollande mencionó la creación de un Gobierno de coalición independiente que dirigirá la transición y que debe promulgar una nueva Constitución y convocar elecciones en las que participará también la diáspora.
Mientras, Putin dijo que «el Ejército del presidente de Asad y él mismo son los aliados naturales en la lucha contra el terrorismo» y recordó que el futuro del líder sirio «están en las manos del pueblo sirio».
Al mostrar su disposición a cooperar con la coalición liderada por Estados Unidos recordó que el derribo del bombardero Su-24 por un caza turco en la frontera siria, que ha provocado un grave contencioso diplomático entre ambos países, «es absolutamente inaceptable».
El líder ruso rechazó los argumentos de Ankara de que no había reconocido que el avión era ruso y criticó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por negarse a presentar una disculpa formal.
«Eso es imposible. Nuestros aviones llevan signos distintivos y se ven perfectamente», dijo y recordó que Rusia informó a Estados Unidos sobre dónde exactamente volarían sus aviones y «a qué hora», por lo que Turquía «debía saber que allí operaba la aviación rusa».