Por Benito Guerrero
25/03/2017
En línea con las tendencias actuales, la bodega vallisoletana Cepa 21, el proyecto de innovación de la familia Moro en la Ribera del Duero, ha dado un giro a su Hito Rosado.
Un vino que nació como resultado de una filosofía productiva que busca elaborar, con el tempranillo como protagonista, vinos basados en la tradición vinícola y el terroir de la zona pero acordes con la revolución vinícola de los últimos tiempos y con los gustos del consumidor actual.
En definitiva, vinos de pura cepa para el consumidor del siglo XXI. Así, la nueva añada de Hito Rosado se presenta con un color más pálido, y con mayor presencia floral en nariz donde, aunque siguen apareciendo, las frutas rojas pasan a un segundo plano.
En cata a ciegas Hito Rosado 2016 se acerca más a un blanco aunque mantiene la ligereza y viveza propia de los rosados. Es un monovarietal de tempranillo procedente de los viñedos de menor altitud de Cepa 21.
En cuanto a la elaboración, Hito Rosado 2016 ha vuelto a marcar un hito en la historia de la bodega vallisoletana ya que se ha apostado esta vez por una maceración más corta del mosto con los hollejos y, después, por una crianza de un mes sobre las lías.
El resultado es un vino muy diferente a las anteriores añadas, empezando por su color, rosa palo muy pálido, limpio y brillante con destellos de rosado suave. En nariz presenta una base sutil de frutos rojos –fresa y frambuesa- aunque sobre ellos destacan los matices florales y cítricos.
En boca presenta una buena acidez, que remarca las sensaciones de frescura, y un gran peso frutal. El paso en boca es redondo con un sutil y complejo postgusto que invita a volver a beber.
Estéticamente, la etiqueta cuenta con una ilustración que hace alusión no solo al nombre del vino sino también a su espíritu transgresor.