En los años 80 el jefe o capo del Cartel de Medellín, Pablo Escobar, introdujo a Colombia diferentes especies de animales para su zoológico personal. Entre ellas se encontraban cuatro hipopótamos africanos. Cuarenta años después científicos colombianos y mexicanos recomiendan sacrificar la descenencia de las dos parejas.
Los expertos medioambientales han manifestado que los «hipopótamos de la cocaína», como fueron conocidos en su momento, podrían causar daños al al ecosistema colombiano en un futuro. Es una especie invasora. Los investigadores culpan a las autoridades colombianas de la propagación de mamífero.
Consideran que la única estrategia que funcionaría es el sacrificio, un método drástico y radical. La reubicación es imposible por la gran cantidad de ejemplares y tampoco hay recursos suficientes para un programa de castración.
En la actualidad existen casi 100 ejemplares en zonas cercanas a Medellín y se calcula que en 20 años la población podría aumentar a 1.500 . El hipopótamo es parte de la lista de 229 especies de animales reportadas por Colombia como invasores en el Registro Global de Especies Introducidas (GRIIS).
Hipopótamos fuera de su hábitat, un peligro latente
En África los hipopótamos conviven con otras especies en su lucha por sobrevivir. En territorios como el colombiano abundan los recursos y escasean sus depredadores, lo que facilita la expansión de la especie. Por su agresividad, los hipopótamos no solo son considerados un peligro para los humanos, también atacan a otras especies. Su orina contiene bacterias altamente tóxicas, peligrosas para la vegetación y el agua.
Lo que más preocupa son los crecientes ataques de hipopótamos a humanos. En mayo de 2020 un hombre fue atacado por uno y pasó varios días intubado en el Hospital de Puerto Triunfo. El animal lo atacó sorpresivamente mientras realizaba sus labores en la hacienda.
Una vía para evitar la matanza
El ambientalista David Echeverri López busca otra opción que no sea el sacrificio. Opina que los hipopótamos se han convertido en parte de la cultura de Medellín y sus alrededores. También afirmó que se puede castrar un hipopótamo al año.
Los grupos medioambientales en Colombia han dictado una serie de prevenciones para los habitantes de la zona montañosa. Pidieron estar alerta ante los posibles ataques de hipopótamos y tomar distancia prudente si hay uno cerca. En las escuelas se han implementado programas para el conocimiento de esta especie y sus peligros. Las autoridades han habilitado números telefónicos para informar de posibles ataques.
Otra herencia de Pablo Escobar
Conocido por ser uno de los más peligrosos y poderosos jefes del narcotráfico mundial, Escobar tenía gustos bastante particulares. Su zoológico, en la Hacienda Nápoles, llegó a tener más de 2.000 animales de diferentes especies. Desde Estados Unidos, Escobar adquirió los animales con la ayuda del contrabando. La inversión fue de 2 millones de dólares al zoológico de Dallas, el Wildlife Park. Por diferentes trabas el narcotraficante tuvo que separar a los animales, unos fueron a su hacienda y otros rumbo a Medellín.
El zoológico de Medellín llegó a ser en su momento un emblema en el país cafetero. Escobar permitía el acceso gratuito al lugar y las personas tenían una alternativa de entretenimiento. Cuando cayó el líder del narcotráfico en Colombia, algunos animales quedaron a cargo de centros especializados mientras otros escaparon a las zonas cercanas del parque.
El zoológico de Escobar fue la inspiración para que el también narcotraficante mexicano «el Chapo» Guzmán creara su propio parque en Guadalajara. La Hacienda Nápoles se mantiene como una atracción turística.
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