¿Qué tenían en común Thomas Edison y Salvador Dalí? Además de ser genios en sus respectivas áreas, ambos utilizaron la hipnagogia. La hipnagogia es una técnica para interrumpir la primera etapa del sueño con grandes beneficios en el proceso cognitivo.
Al parecer es posible que nuestra capacidad de invención aumente durante un estado mental inusual, cuando nos adentramos en el sueño. Eso creía el inventor estadounidense Thomas Edison. Cuando debía resolver problemas difíciles, Edison aprovechaba ese estado. Se despertaba justo antes de poder dormirse más profundamente. Solía sostener una bola de acero en cada mano mientras se quedaba dormido. Cuando perdía el conocimiento y dejaba caer las bolas, el ruido le hacía despertar.
Otros, como Salvador Dalí, también utilizaron la técnica y aprovecharon sus ideas creativas desde el este estado de medio sueño. La hipnagogia, o «N1» como se le conoce, suele caracterizarse por sueños vívidos, aunque normalmente la gente pasa a un sueño profundo y olvida las visiones cuando se despierta.
Hipnagogia y creatividad
Delphine Oudiette, del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de París, probó la relación con la creatividad de forma objetiva. Ella misma ha experimentado con la hipnagogia, de allí su interés.
Oudiette enfrentó a un grupo de voluntarios a un problema de matemáticas. Se les dieron secuencias numéricas de ocho dígitos y tuvieron que manipularlas de una manera determinada aplicando dos reglas, hasta llegar a una respuesta final. No se les dijo que un simple atajo también daría siempre la respuesta correcta.
Para su investigación el equipo de Oudiette pidió a 103 personas que llevaran a cabo la tarea matemática. Se les ofreció un descanso de 20 minutos y se les animó a dormitar en una silla reclinable. Se excluyó al 16% de los participantes que descifraron el atajo antes de la fase de sueño del estudio.
Emulando la técnica de Edison, se pidió a las personas que sostuvieran una botella en una mano. La botella se preparó para que, si se quedaban dormidos y la dejaban caer, el ruido pudiera despertarlos. Los voluntarios utilizaron electrodos que fueron colocados en el cuero cabelludo para que los investigadores supieran si efectivamente se quedaban dormidos. Con este método, 24 personas tuvieron al menos un episodio de 30 segundos de sueño N1 durante su descanso; otras 14 pasaron por N1 a una etapa más profunda del sueño, mientras que el resto no se durmió en absoluto.
Luego de descansar estos voluntarios realizaron la tarea matemática por segunda vez. Al segundo intento, el 83% de los que sólo habían llegado a la fase N1 resolvieron el atajo oculto. Los porcentajes de éxito de los que permanecieron despiertos o pasaron a N2 fueron del 31% y el 14%, respectivamente.
Creatividad y sueño
Oudiette cree que la etapa N1 del sueño, o hipnagogia, da lugar a ideas creativas porque “es un buen equilibrio” entre la vigilia y la inconsciencia. «Podemos ir a explorar, pero al mismo tiempo identificar potencialmente patrones que podrían ser útiles para nosotros», dice.
Adam Haar Horowitz, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, se mostró emocionado con los resultados del estudio. «La hipnagogia es realmente un nuevo tipo de conciencia que la gente no ha explorado», dice. Haar Horowitz ha desarrollado un dispositivo manual llamado Dormio que está diseñado para despertar a las personas cuando entran en la fase N1.