Por Cambio16
16/11/2015
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Hillary Clinton apuntaló su liderazgo en la carrera hacia la nominación del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, tras salir indemne del debate televisado con sus contrincantes.
La ex secretaria de Estado pudo zafarse de los ataques de su gran rival, el senador por Vermont Bernie Sanders, y del exgobernador de Maryland Martin O’Malley, en el segundo debate demócrata de la campaña electoral, que se celebró el sábado en Des Moines (estado de Iowa).
Iowa tiene especial importancia en los comicios porque el calendario de primarias empezará a principios de febrero próximo con los «caucus» (asambleas populares) de ese estado, cuyos resultados suelen indicar qué candidatos pueden ganar en julio la nominación presidencial en las convenciones nacionales de sus partidos.
El combate dialéctico, que duró 120 minutos, estuvo dominado durante la primera media hora por los atentados perpetrados el pasado viernes en París, que se atribuyó el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y causaron al menos 129 muertos y más de 350 heridos.
Clinton tiró de su experiencia como jefa de la diplomacia estadounidense entre 2009 y 2013 y defendió la estrategia antiterrorista del presidente de EEUU, el demócrata Barack Obama, si bien marcó también distancias con su antiguo jefe.
«Tenemos que considerar al EI la principal amenaza de una red terrorista internacional. No puede ser contenido. Debe ser derrotado», remarcó la también ex primera dama, en alusión a una entrevista emitida antes de los ataques de París, en la que Obama aseguraba que la expansión del grupo yihadista se había «contenido».
En el terreno de la política exterior, Clinton se desenvolvió con soltura, aunque encajó duras críticas de sus adversarios en asuntos de calado nacional, como sus lazos con Wall Street o su opinión cambiante sobre el control de armas para atajar la violencia armada.
«¿Por qué, durante su carrera política, ha sido Wall Street el principal contribuyente (de las campañas) de Hillary Clinton?», preguntó Sanders, un político de tendencia izquierdista.
Visiblemente irritada, Clinton lamentó que su rival cuestionara su «integridad» y justificó sus nexos con Wall Street por su labor como senadora para reconstruir el distrito financiero de Nueva York tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
O’Malley también lanzó una andanada contra la ex primera dama al reprocharle haber mudado de opinión sobre el control de la tenencia de armas en el país y advertirle de que «hay una diferencia entre liderar con principios y liderar con encuestas».
Sin embargo, las embestidas de sus contrincantes no han debilitado la condición de favorita de Clinton para lograr la candidatura demócrata a la Casa Blanca, a tenor de un sondeo publicado hoy por la cadena CBS, que retransmitió el debate.
Según la encuesta, hecha a 674 votantes que vieron el debate y se identificaron como demócratas o independientes, el 51 por ciento dio como ganadora a la ex secretaria de Estado, frente al 28 por ciento que apoyó a Sanders y el 7 por ciento que respaldó a O’Malley.
Además, el 83 por ciento valoró las cualidades de liderazgo de Clinton, mientras que el senador y el exgobernador obtuvieron una puntuación del 70 y el 48 por ciento, respectivamente. En esa línea se pronunció el esposo de la precandidata a la Casa Blanca, el expresidente Bill Clinton, quien se apresuró a escribir en la red social Twitter: «@HillaryClinton esta noche, en una palabra: liderazgo».
.@HillaryClinton tonight, in one word: leadership. #ImWithHer
— Bill Clinton (@BillClinton) November 15, 2015
De acuerdo con el estudio demoscópico, que tiene un margen de error del 4 por ciento, el «talón de Aquiles» de la ex primera dama es la honestidad, pues sólo el 58 por ciento cree que es honesta, por detrás de Sanders (86 por ciento) y O’Malley (76 por ciento).
Pese a que Hillary Clinton, en general, escapó indemne del debate, algunos observadores políticos consideraron hoy como un pequeño «resbalón» el haber recordado a los televidentes su edad (68 años) al afirmar: «Yo vengo de los años sesenta».
Chris Cillizza, quien escribe un blog de información política en el prestigioso diario «The Washington Post», señaló hoy que la ex secretaria de Estado dejó escapar esa «joya», que podría aprovechar el precandidato presidencial Marco Rubio, de 44 años, quien es ahora mismo la estrella ascendente de la oposición republicana.
Esa «joya» hizo recordar las palabras que Rubio, senador de origen cubano por Florida, pronunció el pasado martes en el cuarto debate de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca: «Si yo soy candidato (frente a Clinton), ellos serán el partido del pasado y nosotros el del siglo XXI».