Donald Trump derrotará a Joe Biden este 3 de noviembre en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Si bien el ex vicepresidente supera al actual mandatario en la mayoría de las encuestas de opinión, el republicano se encamina hacia una victoria casi segura. Aunque parezca a simple vista una predicción arriesgada, merece ser tomada muy en cuenta. La estimación es del científico político estadounidense Helmut Norpoth utilizando el Modelo Primario, mediante el cual ha acertado correctamente cinco de las últimas seis elecciones presidenciales.
Además de sus cinco aciertos en situaciones de campo, el sistema fue probado en un ensayo con los datos de comicios anteriores. Los cálculos coincidieron con los resultados en 25 de las últimas 27 elecciones. Las únicas que no acierta son la de 2000 -en las que George W. Bush derrotó a Al Gore- y la de 1960 -en que John F. Kennedy venció a Richard Nixon- dos votaciones extremadamente igualadas y controvertidas, empañadas por acusaciones de inexactitudes en la votación.
Primarias como punto de partida
Helmut Norpoth dice que el enfoque en las primarias es la diferencia clave entre su modelo y otros. Dado que las primarias son contiendas electorales reales, los votos se cuentan y tabulan. Una información resulta de gran utilidad para predecir los resultados en las presidenciales.
Adicionalmente, el Modelo Primario utiliza números reales, como los resultados de elecciones anteriores. Con eso datos, al analista aplica lo que llama el «péndulo». Una suerte de ciclo en lo que el apoyo popular se acerca hacia uno u otro partido. Con los dato de las elecciones anteriores se observa si ese péndulo se aleja o se aproxima al partido que ocupa la Casa Blanca.
El análisis se basa en resultados electorales reales y no en encuestas de opinión, cuya muestra siempre presenta un margen de error porque extrapola el universo electoral. Diferente de muchas otras proyecciones, la ecuación de Norpoth ignora los índices de aprobación. Es un número de encuesta y por prefiere no usarlo.
Ventaja para Trump
Ganar las primarias es una clave importante para la victoria electoral. En el lado demócrata, Joe Biden y Bernie Sanders dividieron las primarias en New Hampshire y Carolina del Sur. Mientras, Trump ganó cómodamente las republicanas en New Hampshire (en Carolina del Sur fueron canceladas este año).
A la luz de esta información, Norpoth dijo que no le sorprendió que su modelo le diera a Trump una gran oportunidad para un segundo mandato.
Cuando el modelo se aplicó a New Hampshire, donde Donald Trump obtuvo el 85% de los votos, y el retador más cercano -Bill Weld alcanzó el 10%, estaba bastante claro que había una gran probabilidad de que predijera una victoria para el actual mandatario. Hubiese sido distinto si Trump hubiera obtenido solo el 55% y un oponente el 40%.
Demócratas en problemas
En cuanto a los demócratas, Norpoth dijo que la gran cantidad de candidatos y la incapacidad de uno de ellos para tener un comienzo rápido pudo haber condenado al partido desde el principio. Un ejemplo es el desempeño que tuvo Joe Biden en New Hampshire: solo obtuvo el 8,4% de los votos, que representa un antecedente terrible para quien aspira ganar unas presidenciales.
También favorece a Trump en 2020 el ciclo de elecciones presidenciales que opera durante casi 200 años, como lo ilustra la instantánea desde 1960. Después de un mandato en la Casa Blanca, el partido en el poder es el favorito para ganar la reelección.
Contra todo pronóstico
No es la primera vez que Helmut Norpoth se la juega por Trump con el viento en contra. En febrero de 2016, cuando los encuestadores estaban bastante seguros de que Hillary Clinton sería la próxima presidenta de Estados Unidos, Helmut Norpoth calculó que el empresario tenía un 97% de posibilidades de derrotar a la ex primera dama.
Igualmente, para Trump no es nada nuevo estar detrás de los contendientes demócratas. Permaneció a la zaga de Hillary Clinton en las encuestas en casi todo momento en 2016, pero terminó ganando las elecciones.
En realidad, su caso no es una extravagancia. Hay una larga lista de ocasiones en que los «presidentes» de las encuestas pasaron a ser ex candidatos en las elecciones. Los ejemplos incluyen las decepciones sufridas por Thomas E. Dewey (1948), Richard M. Nixon (1960), Jimmy Carter (1980), Michael Dukakis (1988), George H. Bush (1992) y John Kerry (2004), sin olvidar a Hillary Clinton. En términos de probabilidades, el patrón de las encuestas es bastante similar al que sigue la vieja estrategia de «cara o cruz».
Viejos amigos
Helmut Norpoth con su Modelo Primario no fue el único que se aventuró a predecir la victoria de Trump hace cuatro años. El profesor de historia Allan Lichtman también dijo que el magnate republicano ganaría las elecciones. Aunque unos meses después que Norpoth.
Lichtman, de la American University en Washington, D.C., desarrolló con el geofísico ruso Vladimir Keilis-Borok un modelo llamado «Trece claves para la Casa Blanca«. El modelo aplica métodos de predicción de terremotos para pronosticar el resultado de las elecciones presidenciales.
El modelo utiliza trece elementos para determinar si el titular o su partido mantendrá la Presidencia o la perderá. La evaluación de factores en la que se basa el sistema, indican la probabilidad de que ocurra un terremoto, ya que cuando se puede detectar más de un cierto número de factores, la probabilidad de que se presente un movimiento telúrico es mayor que no ocurra. De la misma manera, cuando seis o más de las trece declaraciones verdaderas / falsas sobre la presidencia en ejercicio son falsas, el titular perderá o se producirá un «terremoto político».
Una pequeña diferencia
Si bien el modelo de Lichtman es muy distinto al de Norpoth, ha resultado igualmente exitoso. Ha pronosticado correctamente el resultado de todas las elecciones presidenciales desde 1984, con la excepción de la contienda Bush-Gore en 2000. El detalle es que, a diferencia de 2016, cuando ambos predijeron el triunfo de Trump, para 2020 tomaron caminos separados. Lichtman dijo en agosto que las «trece claves» se habían vuelto contra el mandatario, y el modelo ahora predijo que perdería en noviembre.
Esta diferencia cuenta con un aliciente adicional para Helmut Norpoth. Si acierta esta vez, quedará como el «rey» de las predicciones electorales. La buena noticia es que no debemos esperar mucho para despejar la incógnita.
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