POR CAMBIO16
24/08/2017
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El auto del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, que dictó en la noche del martes prisión incondicional para Mohamed Houli y Driss Oukabir, dos de los detenidos por los atentados perpetrados en Cataluña el pasado jueves, pone de manifiesto que la célula terrorista tenía «la finalidad de cometer una acción terrorista de gran envergadura».
La presencia de un gran número de bombonas de butano, 500 litros de acetona, una gran cantidad de clavos para ser utilizados como metralla y varios detonadores encontrados en los registros policiales sirve como indicio de la magnitud de lo que realmente planeaban.
También fueron halladas fundas de almohada y bridas que iban a emplearse para fabricar los artefactos explosivos, según la opinión de los investigadores.
Las declaraciones de los detenidos también han resultado fundamentales para reconstruir el relato detallado de las verdaderas intenciones de estos terroristas, que se autodenominaban «soldados de Daesh en Al-Andalus».
Uno de ellos, llamado Mohamed Houli Chemal, resultó herido en la explosión de la casa que la célula utilizaba en la población de Alcanar (Tarragona), y en su declaración confirmó que el grupo preparaba un atentado de grandes proporciones contra monumentos representativos de Barcelona.
Además, aseguró que el imán Abdelbaki Es Satty era el líder el grupo y tenía la intención de «inmolarse» junto a sus adeptos. Driss Oukabir, el terrorista detenido en Ripoll, también ha ratificado esa misma función del imán en el atentado.
Houli también ha confesado ante el juez que la célula acumulaba, en la vivienda de Alcanar, los componentes químicos necesarios para elaborar tetraperóxido de triacetona (TATP), el explosivo conocido como «la madre de Satán», utilizado frecuentemente por Daesh.
Capítulo I: El plan de la muerte
A lo largo de las 14 páginas del auto dictado por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 realiza un detallado resumen de los hechos delictivos que divide en diferentes apartados: atropello múltiple en las Ramblas de Barcelona, explosión en Alcanar (Tarragona), incidente en la autopista AP7, atentado en la localidad de Cambrils (Tarragona), entradas y registros y nueva reivindicación de Daesh.
Con respecto al atropello, el juez sitúa el inicio del atentado a las 16:30, cuando una furgoneta Fiat Talento de color blanco con el logotipo de la empresa de alquiler Telefurgo -matrícula 7086JWD- arrolló en las Ramblas de Barcelona a una gran cantidad de personas, «causando hasta el momento trece víctimas mortales y más de cien personas heridas de diversa consideración».
Añade que en el interior del vehículo únicamente iría su conductor, Younes Abouyaaqoub -abatido este lunes en Subirats-, cuya identidad señala que se ha visto confirmada a través del reconocimiento de imágenes aportadas tanto por la empresa del vehículo de alquiler como otras ubicadas en una gasolinera en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona). En estas últimas, un agente de los Mossos que vio al autor de los hechos momentos después de la comisión del atentado lo reconoció «sin ningún género de dudas» puntualiza el juez.
El vehículo realizó un recorrido de 700 metros por las Ramblas «realizando movimientos en zig–zag con la finalidad de causar el mayor número de víctimas», hasta que se detuvo y el conductor salió a pie.
En este punto, él dice desconocer si en dicho momento Abouyaaqoub portaba algún arma con la que podría habría haber causado más víctimas. Dentro del Fiat Talento se localizó el pasaporte de Houli, nacido en Melilla.
La furgoneta había sido alquilada el día antes de los atentados por Driss Oukabir, mientras que uno de los terroristas abatidos horas después en Cambrils, Mohamed Hichamy, habría alquilado en la misma empresa otra furgoneta que fue hallada sin ocupantes a las 18:50 en Vic (Barcelona). El alquiler lo pago en ambos casos Abouyaaqoub, según detalla Andreu, con una tarjeta de crédito de la Caixa a su nombre, mientras que una tercera furgoneta fue alquilada el mismo día de los atentados también por Hichamy, aunque sufrió un incidente en la AP7.
Aunque ocurrió antes del atropello masivo en La Rambla, el segundo hecho que relata el juez es la explosión en Alcanar, que tuvo lugar a las 23:30 horas del 16 de agosto. Según Andreu, el análisis de los restos humanos encontrados en el lugar «permite afirmar que como resultado de la deflagración fallecieron, como mínimo, dos personas».
De estas dos, se ha identificado, añade el magistrado, a Abdelbaki Es Satty, «quien había estado ocupando el puesto de imán de la Mezquita Nueva de Ripoll hasta hacía pocas fechas», por lo que aún queda por identificar al segundo fallecido.
Capítulo II: La «madre de Satan»
Tras la inspección policial en Alcanar, para el magistrado existen «indicios racionales y suficientes de que en dicha vivienda se estaba intentando fabricar peróxido de acetona, también conocido como TATP, utilizado habitualmente por la Daesh en sus acciones, como por ejemplo los atentados de París y Bruselas».
Delante de esta vivienda, los Mossos localizaron una motocicleta Kawasaki a nombre de Mohamed Hichamy y el turismo Peugeot 306 a nombre de El Houssaine Abouyaaqoub, ambos abatidos en Cambrils.
Capítulo III: Cuando cambian los planes
A las 15:25 horas del día del atentado de Barcelona una furgoneta Renault modelo Kangoo sufrió un accidente en la autopista AP-7 a la altura de Cambrils. En el vehículo solo viajaba el terrorista Mohamed Hichamy, uno de los cinco abatidos en la localidad tarraconense la madrugada del viernes.
Hichamy abandonó el vehículo (con matrícula 0961JYG) tras la colisión, según el relato prestado a los investigadores por el conductor del otro coche implicado en el accidente que pudo reconocer sin dudas al terrorista como el conductor de la furgoneta. El testigo manifestó que después de la colisión, cuando dijo que iba a llamar a la Policía, Hichamy saltó la valla de la autopista y huyó por un camino.
Esta es la tercera furgoneta de la que se iba a valer la célula para sus ataques en Cambrils y que se alquiló el mismo día del atropello masivo en La Rambla a nombre de Hichamy el cual también alquiló la furgoneta 7082JWD localizada en Vic.
Capítulo IV: Hachas y cuchillos
El siguiente apartado del relato de los hechos es el correspondiente al atentado en Cambrils. Sobre la una de la madrugada del 18 de agosto, dice el juez, «cinco personas que viajaban a bordo de un vehículo Audi A3 por el paseo marítimo» de la citada localidad «se encontraron con un control estático realizado por efectivos uniformados de los Mossos».
«Antes de llegar al lugar donde estaban los agentes, empezaron a atropellar a peatones que caminaban por la zona, para posteriormente colisionar contra el vehículo policial», explica Andreu. El vehículo volcó y salieron los ocupantes «armados con un hacha y diversos cuchillos de grandes dimensiones»; también llevaban adosados lo que «parecían cinturones o chalecos explosivos, que luego se demostró que eran falsos».
Cuatro de los terroristas, según el juez, se fueron en dirección sur y uno en dirección norte, y en su intento de huida dejaron seis heridos y una mujer fallecida utilizando las armas -cuchillos y un hacha– que habían comprado sólo unas horas antes del ataque en la ciudad tarraconense.
El titular del Audi A3 es Mohamed Aalla, hermano de Said Aalla, quien a su vez es titular de una tarjeta de crédito que se encontró en la furgoneta Renault Kangoo, alquilada por Mohamed Hichamy en Parets del Vallés (Barcelona) la mañana del 17 de agosto y que sufrió un accidente en la AP-7 a las 15.25 horas, sólo una hora antes del atropello en La Rambla.
Capítulo V: Compras macabras
Los terroristas miembros de la célula yihadista que está detrás de los ataques de Catalunya compraron a las 21.30 horas del mismo día del atropello mortal de La Rambla cuatro cuchillos y un hacha en un comercio de Cambrils (Tarragona) donde horas después, ya en la madrugada del viernes, quisieron emplearlos para atacar a los viandantes si bien los Mossos d’Esquadra les redujeron y acabaron abatiendo a los cinco terroristas.
Así consta en el ticket de compra de dicho comercio que fue encontrado por los agentes en una masía abandonada de la localidad de Riudecanyes y que habría sido utilizada por los acusados como guarida, según precisa el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en el auto en el que decreta prisión para dos de los cuatro detenidos.
Del relato de los hechos se entiende que el mismo día de los ataques los integrantes de la célula desarticulada habrían comprado estas armas, habrían intentado quemar el ticket de compra en la masía y habrían vuelto a Cambrils.
En la inspección llevada a cabo por los agentes en el perímetro exterior de la masía se encontraron restos de una pequeña hoguera, el pasaporte y el carnet de conducir de Mohamed Hichamy -uno de los cinco terroristas abatidos en Cambrils– además del pasaporte de Younes Abouyaaqoub, el conductor de la furgoneta que provocó el atropello mortal de La Rambla y que fue abatido este lunes por los Mossos en Subirats.
Los documentos estaban quemados parcialmente pero los agentes que accedieron al registro pudieron determinar que los titulares de los mismos eran los dos terroristas abatidos. Igualmente también recogieron tickets de compra de los días 1 y 3 de agosto de 500 litros de acetona así como de material necesario para la confección de artefactos explosivos.
Capítulo VI: Explosivos
El miércoles pasado, un día antes del atropello de La Rambla que se cobró la vida de 13 personas, compraron en la localidad tarraconense de Sant Carles de Rápita 15 fundas de almohada y bridas para, muy probablemente, guardar los artefactos explosivos en su interior, según recoge el auto del juez al frente de la investigación que matiza que se encontraron diversas fundas de almohadas en la casa de Alcanar en la que se produjo la explosión con más de un centenar de bombonas de butano.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional concluye que de los datos recopilados se desprende que el grupo compró todo el material que necesitaba para fabricar los artefactos explosivos horas antes de que se produjera la deflagración en la casa de Alcanar.
En esa explosión murieron dos terroristas, entre ellos el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty. También resultó herido Mohamed Houli Chamlel, quien hoy ha confesado ante Andreu que el grupo planeaba un ataque mayor en la capital catalana y que él conocía desde hacía dos meses los planes de la célula.
La explosión del chalet la madrugada del jueves truncó los planes del grupo y precipitó los hechos posteriores: el alquiler de las furgonetas, el atropello múltiple de La Rambla y el ataque con armas en Cambrils.
En cuanto a la reivindicación del atentado, Andreu señala que Daesh distribuyó un mensaje en el que se atribuyó la autoría del atentado mediante un mensaje en su medio propagandístico el Amaaq. Dos días después, se tuvo acceso a una nueva reivindicación de la misma organización colgada en Internet en la que se elogian los atentados.