Simona Halep se coronó como nueva campeona de Wimbledon, la primera rumana en lograrlo, después de vencer a Serena Williams en un vendaval. La rumana, número 7 del mundo, estuvo implacable para propinarle a la estadounidense un doble 6-2 en tan solo 55 minutos y alzar su segundo título de Grand Slam, después de ganar en Roland Garros el año pasado.
Halep salió a la Cancha Central con un solo objetivo claro y era no dejar a Serena jugar. A pesar de que más tarde admitiría que se sentía muy nerviosa antes del partido («mi estómago no estaba muy bien», confesó entre risas), nadie podría haberlo adivinado con su comienzo arrollador. La número 7 del mundo comenzó quebrando el saque de Williams y coleccionó games hasta tener una ventaja de 4-0.
Mucho mérito el de Halep, por supuesto, pero también hay que decir que Serena no estaba tan… Bueno, serena. La estadounidense, que tenía en la mira su Grand Slam número 24 y su noveno título de Wimbledon, se dedicó a coleccionar errores no forzados, uno tras otro. No estaba fina ni con el revés ni con la derecha, desesperada por la firmeza de su oponente.
#Tenis 🎾 #Wimbledon Simona Halep se impuso ante una Serena Williams siete veces campeona, y le roba su sueño de un nuevo récord. La rumana despachó a la estadounidense en medios de una hora de partido, por 6-2 y 6-2. pic.twitter.com/3LysGwZbuh
— Cambio 16 (@Cambio16) July 13, 2019
Serena se las arregló para conseguir el quinto juego pero nada perturbó a Halep, que corrió y cubrió cada espacio de la cancha en los rallys que le proponía su rival. Ganó el primer set prácticamente sin problemas por lo que el segundo parcial se antojaba duro, ¿respondería Serena? ¿Así, cómo había hecho varias veces en este mismo campeonato sacaría la casta que la ha convertido en una de las tenistas más ganadoras de la historia?
The moment @Simona_Halep became Romania's first ever #Wimbledon singles champion 🇷🇴 pic.twitter.com/bny53dP8AL
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El primer juego de ese segundo set parecía indicar que sí. Serena aguantó las oportunidades de quiebre en su primer juego, gritó y levantó el puño. Pero no duró nada el envalentonamiento. Halep continúo apostando a su estrategia de devolverle a Serena absolutamente todo lo que le lanzara, obligándola a cometer más errores. Serena cayó en ese juego fácilmente, y nunca pudo levantarse. Si acaso, la situación empeoró porque intentó arriesgar más pero lo que conseguía era estrellar una y otra vez pelotas en la red.
Entonces, más pronto que tarde, Halep se veía sacando para partido. Y ese último game repitió el mismo guión que el resto del partido. Perfección por parte de la rumana, errores por parte de Serena. Hoy la historia no fue para la estadounidense, como tantas otras veces, 23 para ser exactos, sino para la rumana, que desde hace años ha demostrado ser una de las tenistas más constantes del circuito y que ahora también tiene su pedazo de gloria londinense: el Venus Rosewater (nombre del trofeo) colgará en su casa, mientras que su nombre ya luce en la pared de las heroínas del All England Club.
“It was my Mum’s dream for me. She said if I wanted to do something in tennis I have to play the final of Wimbledon, so today the day came”#Wimbledon | @Simona_Halep pic.twitter.com/XK7qvZ2XC9
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