Haití vive una crisis política y humanitaria permanentes y ahora, se suman tragedias naturales que enlutan y ensombrecen su horizonte difuso. El aparatoso terremoto de este sábado, devastó el suroeste del país, y sin siquiera cuantificar los brutales daños, el paso de la tormenta Grace, intensificó los estragos. Las labores de rescate se dificultan y se acrecientan las ayudas de salvamento, medicinas, alimentos y financiamiento.
Ese país caribeño es uno de los más pobres de América. De los 11,5 millones de habitantes, unos 6,3 millones viven con menos de dos dólares al día. Mientras que 2,5 millones se ubican en la pobreza extrema. Además reporta una desatada violencia y proliferación de bandas callejeras.
Protección Civil informó que luego de tres días de intensas labores humanitarias, la cifra de fallecidos supera los 1.941 a causa del terremoto de magnitud 7,2. Y contabiliza al menos 9.900 heridos en los departamentos de South, Nippes y Grand’Anse.
Asimismo la agencia indicó que miles de personas están desaparecidas, lo que hace temer un aumento sustancial en las cifras de muertos.
Las calles de Haití se muestran devastadas y desoladas. Casas, edificios, comercios destruidos. Cientos de personas deambulan desesperados en la búsqueda de familiares. Los hospitales están abarrotados y con carencia de médicos para enfrentar la dramática contingencia que se desborda con las intensas precipitaciones de la tormenta tropical.
El alcance de los destrozos es tal que bomberos, policías y personal de rescate no se dan abasto para llegar a todas las zonas afectadas y dar ayuda a los necesitados. Los países de la región han salido a socorrer a los haitianos en tiempos tan difíciles. EE UU, México, República Dominicana. Panamá, Costa Rica, entre otros, envían aviones cargados de agua, alimentos y medicinas y rescatistas.
Haití, tragedias naturales y crisis humanitaria
La ONU anunció que proporcionará también ayuda urgente por valor de ocho millones de dólares a Haití, que atraviesa por esas tragedias naturales. Mientras, la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), está organizando un corredor humanitario para asistir a las zonas afectadas por el terremoto. La ayuda, estimada para 4.500 personas, se está preparando desde Panamá y otras regiones del Caribe. Se indicó que incluye apoyo psicológico a las víctimas dado que muchos de los afectados sufrieron anteriormente el trauma del terremoto de 2010.
España se suma a la ayuda internacional hacia ese país. Enviará 10 toneladas de material médico y aportará 250 000 euros para atender la crisis humanitaria de Haití. También apoyará con el manejo de equipos de potabilización de agua aportados con anterioridad por la Cooperación Española. A fin de proveer a la población más vulnerable y evitar la propagación de enfermedades como el cólera.
También la tenista Naomi Osaka, número 2 del mundo, anunció que donará sus ingresos del torneo de Cincinnati del WTA Tour a las víctimas. «Estoy por jugar un torneo esta semana y destinaré todo el premio en dinero a la ayuda en Haití. Sé que la sangre de nuestros antepasados es fuerte y nos recuperaremos», dijo Osaka, de madre japonesa y padre haitiano.
“La situación en Haití es catastrófica. Es una crisis sobre otra crisis. Este terremoto sigue siendo doloroso para todos los haitianos, afecta especialmente a los tres departamentos del Sur”, dijo Pierre Honnorat, responsable del Programa Mundial de Alimentos en el país caribeño.
Historia de temblores y tormentas
Este sismo en Haití engrosa las tragedias naturales que dan cuenta sus registros. Este movimiento el segundo más mortífero de los últimos 25 años en Latinoamérica. Una lista que lamentablemente encabeza ese país, cuando en 2010 ocurrió un demoledor terremoto en el que murieron cerca de 300. 000 personas. Antes, en 1751 y 1860, ocurrieron otros dos, que destruyeron a la capital Puerto Príncipe.
Haití se localiza cerca de la intersección de dos placas tectónicas, la de Norteamérica y la del Caribe. Múltiples líneas de falla entre esas placas atraviesan o están cerca de la isla de La Española, la cual comparten Haití y República Dominicana.
“La Española se encuentra en un lugar donde las placas pasan de aplastarse unas a otras a deslizarse unas sobre otras”, dijo Rich Briggs, géologo investigador en el Centro de Ciencias de Peligros Geológicos del Servicio Geológico de Estados Unidos.
“Es como una piedra atorada en el riel de una puerta corrediza”, comentó a AP. “No se mueve suavemente porque tiene muchas fuerzas diferentes sobre ella”. Y el terremoto de este 14 de agosto ocurrió en la misma zona que el de hace once años atrás.
Las edificaciones en Haití están regularmente diseñadas para resistir huracanes, no terremotos. Las construcciones de concreto y bloques de cemento pueden resistir fuertes vientos, pero son vulnerables a sufrir daños o colapsar cuando tiembla. Las malas prácticas de construcción también influyen, dijeron expertos a la agencia de noticiad.
Deforestación y corrimientos de tierra
Haití fue sacudida por una crisis política el pasado 7 de julio con el asesinato de su presidente Jovenel Moise. Desde entonces la nación caribeña ha sido sometida a una ola de inestabilidad institucional y social que se suman a sus padecimientos crónicos, de hambre y pobreza.
Sin superar esa situación, Haití sobrevive a nuevas tragedias naturales, el sismo y la tormenta Grace. Su paso ha obligado a interrumpir temporalmente las labores de búsqueda y rescate. Esta circunstancia ha levantado malestares y frustración de la población que se ha quedado sin hogar. Y se encuentra sumida en la desesperanza.
La depresión tropical azotó justamente el suroeste de Haití, la zona más afectada por el terremoto. Cayeron hasta 38 centímetros de lluvia antes de que siguiera su curso y se dirigiera hacia México.
Haití es propenso a los desprendimientos de lodo debido a la topografía de la isla. El país tiene montañas de más de 3.000 metros de altura y con una práctica de deforestación han creado un desastre ecológico. Unos 42 de sus 50 picos montañosos más altos están completamente desprovistos de vegetación, y sólo queda el 1% del bosque primario de Haití.
El suelo también se ha desestabilizado por este terremoto. Si se añaden las lluvias intensas es factible que se produzcan corrimientos de tierra peligrosos en los próximos días.
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