El Gobierno español estudia una reforma tributaria para garantizar que las empresas de banca e hidrocarburos paguen un tipo mínimo del 18 por ciento en el Impuesto de Sociedades.
Aunque el tipo nominal de estas empresas asciende al 30 por ciento, es habitual que el tipo efectivo se sitúe muy por debajo de esta referencia y el ministerio de Hacienda está estudiando mecanismos para fijar un porcentaje mínimo sobre la base imponible del impuesto.
En 2016 el tipo efectivo para grupos consolidados fue de 6,14 por ciento, pero el tipo sobre base imponible fue de media del 19,01 por ciento, según datos de la agencia tributaria. Con la medida, Hacienda quiere evitar que haya empresas que paguen menos del citado 18 por ciento de la base imponible.
El resto de grandes empresas que no estén en estos sectores cuentan con un tipo nominal del 25 por ciento y Hacienda quiere que el mínimo sobre la base imponible sea del 15 por ciento.
Reforma tributaria para lograr apoyo
Esta reforma del Impuesto de Sociedades forma parte del conjunto de acuerdos que el Gobierno está alcanzando con Unidos Podemos -el partido minoritario antiausteridad- para apoyar los Presupuestos Generales.
El PSOE solo tiene 84 diputados y está negociando un gran paquete de medidas con Unidos Podemos que sirva de base para cerrar apoyos con otras formaciones y forjar la misma mayoría que le llevó al poder el pasado 1 de junio al ganar una moción de censura.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya había avanzado también que como parte del acuerdo bajarán el tipo nominal a las pequeñas y medianas empresas del 25 al 23 por ciento.
Hacienda ya tiene calculado el impacto de esta rebaja que será de 260 millones de euros y dice que va a beneficiar a alrededor de 350.000 empresas que facturan menos de un millón de euros.
Por ahora, también se ha adelantado que estudian subir el Impuesto sobre la renta a los que cobren más de 140.000 euros y un paquete de impuestos medioambientales como subir el gravamen de los combustible diésel.